domingo, 30 de diciembre de 2012

SEGUIR EL CORDERO POR DONDE QUIERA QUE FUERE



Hebreos 1:6
“Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en la tierra, dice: Y adórenle todos los ángeles de Dios”.

No debemos adorar a los hombres, ni a los santos, ni a los ángeles, sino a Jesús solamente. En Apocalipsis 19:10, Juan estaba impactado e impresionado de un ángel, y se inclinó para adorarle. “Y yo me eché a sus pies para adorarle. Y Él me dijo: Mira que no lo hagas: yo soy siervo contigo, y con tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús: adora a Dios”. Jesús es “el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29).

LA VERDADERA ADORACIÓN incluye obediencia a la voluntad de Dios y el rechazo de los pecados de este mundo. “El que dice, Yo le he conocido, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en él” (1 Juan 2:4). No hay ninguna actividad tan dulce como la de “seguir el Cordero por donde quiera que fuere” (Apocalipsis 14:4).

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día

sábado, 29 de diciembre de 2012

¿TE ACUERDAS SIEMPRE DEL SEÑOR?



Deuteronomio 8:11-14
“Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre”.

Cuando estamos en medio de una prueba o los tiempos son difíciles, con mucha facilidad clamamos a Dios por su ayuda. Cuando tenemos que depender del Señor para nuestras necesidades diarias, leemos su palabra diariamente, tratamos de obedecerla, oramos con frecuencia y hasta ayunamos en alguna que otra ocasión. Pero cuando las cosas marchan bien y todas nuestras necesidades están cubiertas, por regla general nos volvemos autosuficientes y nos olvidamos de nuestro Padre celestial. Esta es la tendencia natural del ser humano.

Esta fue la actitud del pueblo de Israel, los cuales durante años clamaron a Dios para que los liberara de la esclavitud en la que vivían en Egipto. Dios escuchó su clamor, y por medio de Moisés los liberó y preparó para ellos una preciosa tierra en la que había de todo en abundancia. Sin embargo, la enorme mayoría nunca llegaron a disfrutarla, pues tan pronto salieron de Egipto comenzaron a actuar de manera diferente, quejándose ante las dificultades, desobedeciendo las instrucciones de Dios, adorando dioses falsos. Tanta fue su rebeldía que Dios prohibió la entrada a la tierra prometida a todos aquellos mayores de veinte años, excepto Josué y Caleb, que fueron íntegros y obedientes en todo.

Habían transcurrido cuarenta años, aquella generación rebelde había muerto en el desierto, y ahora el pueblo de Israel finalmente se encontraba frente a la tierra prometida. Entonces Moisés se dirige a los israelitas, y les advierte que no se olviden de Dios cuando tengan comida en abundancia, y buenas casas en las que habitar, y hayan prosperado económicamente, y les recuerda que fue Dios el que los sacó de la esclavitud en Egipto, donde sus padres sufrieron y clamaron por su libertad.

Podríamos imaginar que este discurso de Moisés fue más que suficiente para ministrar el corazón de los israelitas, y motivarlos a ser agradecidos al Señor y a adorarle y obedecerle en todas las circunstancias, aun cuando todo marchara a las mil maravillas. Pero lamentablemente no fue así, y tan pronto comenzaron a disfrutar de las bendiciones de su nuevo hogar, se olvidaron de Dios, fueron desobedientes como sus predecesores, y sufrieron las consecuencias de su comportamiento conforme a la advertencia con que finaliza el capítulo 8 de este libro de Deuteronomio: “Si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. Como las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la voz de Jehová vuestro Dios”.

Como hijos de Dios, tan humanos y tan débiles como aquellos israelitas, debemos aplicar esta enseñanza a nuestras vidas de manera que actuemos de manera diferente, siendo agradecidos tanto en las buenas como en las malas y dando gracias a Dios en todo, “porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”, dice 1 Tesalonicenses 5:18. Tenemos que estar concientes siempre de esta tendencia humana a creernos autosuficientes cuando las cosas están bien, y a olvidarnos de que todo lo que tenemos lo hemos recibido de Dios. Comenzando con el precioso regalo de la salvación, la salud, los bienes materiales, la protección divina, nuestras familias, y la paz y el gozo en nuestros corazones.

Hazte el firme propósito de que no pase un día de tu vida sin buscar el rostro del Señor, tanto en la prueba para clamar por su ayuda, como en los buenos tiempos para adorarle en espíritu y en verdad, y darle gracias de todo corazón por todas sus bondades.

ORACIÓN:
Amante Padre celestial, te ruego perdones mi actitud de autosuficiencia, y me ayudes a vivir en constante agradecimiento por tu infinito amor, tu gracia y tu misericordia. En el nombre de Jesús. Amén.

“Gracia y Paz”
Dios te Habla

EL ANHELO DE CONOCER A CRISTO



Filipenses 3:3-11
“Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne. Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos”.

Muchas personas conocen los hechos fundamentales de la vida del Señor, pero pocas lo conocen personalmente. Están tan ocupados con sus actividades y sus intereses, que rara vez piensan en Jesús hasta que surge una situación desesperante.

Pero aquellas que conocen al Señor estrechamente, lo hacen su prioridad absoluta, y todas las posesiones, logros, o intereses carecen de valor cuando se comparan con el hecho de conocerlo. Considere los resultados de hacer de Cristo lo más importante en su vida (Filipenses 3:8-10):

Un hambre cada vez mayor: “para ganar a Cristo”. Aunque Pablo tenía una relación admirable con el Señor, su mayor deseo era conocerlo más.

Una vida cambiada: “la justicia que es de Dios”. Cuanto más conozcamos a Cristo, más exhibiremos su justicia.

Una mayor competencia: “el poder de su resurrección”. El poder del Espíritu fluye a través de quienes se relacionan estrechamente con el Señor Jesús.

Una nueva perspectiva: “la participación de sus padecimientos”. Cuando entendemos a Cristo, vemos sus bendiciones por medio de nuestro sufrimiento.

Una vida victoriosa: “llegando a ser semejante a él en su muerte”. El verdadero creyente, se consideran a sí mismo muerto a los pecados que una vez dominaron su vida.

¿Anhelas conocer a Cristo, o es tu relación con Él superficial? Los creyentes no debemos permitir que los placeres, los problemas y las responsabilidades de este mundo nos roben el tesoro de conocer a Cristo. Es hora de contar todo como pérdida, y de seguir adelante con Cristo.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria

¡¡BENDITOS SEAN LOS LÍMITES !!



Salmo 1:1
“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores…”

En todos los años que he trabajado con personas, todavía no he conocido a nadie que se haya arruinado la vida por obedecer los mandamientos de Dios. Sin embargo, en una época en que la libertad personal se estima un derecho inalienable, hablar de conformar nuestro estilo de vida a los caminos divinos suele considerarse una invasión de la privacidad. Y a cualquiera que hable a favor de los límites que Dios establece, se lo excluye. Pero en este frenesí por ser libres, deberíamos tener presente que nuestra sociedad se caracteriza cada vez más por un agobiante sentimiento de desesperación y de falta de significado.

El pueblo de Dios debe tener una perspectiva completamente diferente de los límites. Como el salmista, tenemos que tomar conciencia de que una vida bendecida es el resultado de deleitarse en la ley del Señor (Salmo 1:2); no de vivir como aquellos que «[andan] en consejo de malos, [y están] en camino de pecadores» (v. 1). El cristiano reconoce que los límites divinos no buscan quitarle dinamismo a la vida, sino que son cercos levantados según la sabiduría de Dios para ayudarnos a evitar la trampa y los problemas de una vida insensata.

La próxima vez que seas tentado a traspasar los límites divinos, recuerda el propósito amoroso del Señor al levantar vallados. Decide bendecir a Dios por esos límites y por la bendición que son para ti.

Los cercos de Dios te mantienen dentro de los límites de sus bendiciones.

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Lee: Salmo 1
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“Gracia y Paz”
Nuestro Pan Diario

CONOCER A JESUCRISTO; NO SOLAMENTE INTELECTUALMENTE, SINO VERDADERAMENTE Y DE CORAZÓN.



Romanos 1:3
“Acerca de su Hijo, que fue hecho de la simiente de David según la carne”.

Aquí en el principio de la epístola de Pablo a los Romanos, Pablo nos dice el tema del Evangelio; Concierne el Hijo de Dios, Jesucristo Señor nuestro. Él es el Alfa y la Omega, El Principio y fin, de manera que desde el principio hasta el fin, El Evangelio nos habla de Jesucristo. Él es el mensaje. Vino a este mundo para salvar a los pecadores; vivió una vida perfecta, iba por todas partes haciendo lo bueno, y fue crucificado en lugar nuestro, y por nuestros pecados. En cierta ocasión Pablo dijo; “No me propuse saber algo entre vosotros, sino a Jesucristo, y a éste crucificado. 1 Corintios 2:2. Tu destino eternal se encuentra en ésta sola cosa; conocerle a Jesucristo personalmente. Hay muchas cosas que valen la pena saberlas, pero la única cosa absolutamente necesaria es conocer a Jesucristo; no solamente intelectualmente, sino VERDADERAMENTE y de CORAZÓN.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día

viernes, 28 de diciembre de 2012

¿POR CASUALIDAD TE GUSTA EL CHISME?



Proverbios 18:8
“Las palabras del chismoso son como bocados suaves, y penetran hasta las entrañas”.

Las palabras que salen de nuestras bocas pueden ser de bendición y consuelo para alguien, o pueden servir para maldecir y romper corazones, destruir reputaciones y crear contiendas. El pasaje de hoy nos habla de “las palabras del chismoso”, es decir de aquel que no se detiene a considerar el efecto que puede tener en la vida de otros transmitir una noticia, un rumor o una historia sin siquiera verificar si es cierta, ni sopesar las consecuencias que pueda traer. Dice que estas palabras son “como bocados suaves”, o sea son fáciles de tragar, y llegan hasta lo más profundo del corazón y de la mente.

Por alguna razón, a algunas personas les encanta que les cuenten los problemas y asuntos personales de otros, y luego lo retransmiten a su manera. “¿Escuchaste lo que Susana dijo de Nancy?” “¿Te enteraste de cómo terminaron Roberto y Maria?” “¡Ni te imaginas lo que está pasando entre Cristóbal y Delia!” ¡Cuántas historias como éstas habrás escuchado últimamente! Muy probablemente cada una de ellas puede incluirse en la categoría de “chisme”. El chisme es una enfermedad que frecuentemente corre desenfrenada en el lugar de trabajo, en los círculos sociales e incluso en la iglesia. Esto no sólo habla de una falta de sinceridad y de respeto hacia los demás, sino también nos muestra un grave problema espiritual en aquellos que lo disfrutan.

El chisme puede destruir la vida de una persona. Por eso Dios advirtió a su pueblo acerca del chisme de la misma manera que lo hizo con respecto al homicidio. En Levítico 19:16 dice: “No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo Jehová.” Es un mandato del Señor. Sería bueno enmarcar este mandato y colgarlo en la pared de nuestra casa o en nuestro centro de trabajo o inclusive en el templo, pero sería mucho mejor si permitimos que este mandato se grabe en nuestros corazones.

El chisme es destructivo, y si se deja actuar puede terminar con una buena amistad. Así dice Proverbios 16:28b: “El chismoso aparta a los mejores amigos.” Y Proverbios 26:20 advierte: “Sin leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso, cesa la contienda”. Así como la leña aviva el fuego, el chisme aviva la contienda. El lugar donde existe chisme es un lugar donde habrá contiendas y peleas. Como cristianos debemos prestar atención y actuar según el consejo del apóstol Pablo a los filipenses: “Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa” (Filipenses 2:14-15).

Una vieja historia cuenta que en un pequeño reinado, un hombre fue acusado de haber calumniado a otro, habiendo afectado tremendamente su moral y su vida y la vida de su familia. El acusado fue traído ante el rey, el cual tenía fama de ser muy sabio al juzgar. El rey mandó que llenaran un saco de plumas y lo ataran con una soga. Se lo entregó al hombre y le dijo que fuera a lo alto de una colina cercana y abriera el saco y echara las plumas al aire. Así lo hizo aquel hombre, contento por un castigo tan simple. Enseguida regresó y le entregó el saco vacío al rey. “Completa la tarea, su majestad”, le dijo. Y el rey le contestó: “No. Falta la segunda parte. Ahora vaya y recoja todas esas plumas”.

Al igual que las plumas, una vez que las palabras salen de nuestra boca no se pueden recoger. Por eso tenemos que ser muy cuidadosos con lo que hablamos, pues las palabras que pronunciamos pueden tener grandes implicaciones en la vida de otras personas. Claro que nuestra naturaleza pecaminosa no es capaz de lograr el perfecto control necesario para evitar que salgan de nuestras bocas palabras que causen un efecto negativo. Así les dijo Jesús a un grupo de fariseos: “¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca” (Mateo 12:34). Por eso debemos orar constantemente y pedir al Señor que limpie nuestros corazones y los llene de su amor y de su misericordia. Así nuestras palabras harán bien a los que nos rodean.

ORACIÓN:
Amante Padre celestial, reconozco que muchas veces no he sido cuidadoso al hablar. Te ruego me perdones y limpies mi corazón para que de mi boca salgan solamente palabras que edifiquen a los demás y glorifiquen tu santo nombre. Por Cristo Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”
Dios te Habla

miércoles, 26 de diciembre de 2012

CONFIANZA EN MEDIO DE TUS PROBLEMAS



Romanos 8:28
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.

Es increíble como en ocasiones pasamos por periodos en donde todo nos va mal, pareciera que a veces estamos en rachados para que a nuestra vida vengan problemas tras problemas.

A veces no hemos terminado de salir de uno, cuando aparece otro y la verdad es que todo esto afecta fuertemente nuestro ánimo y aunque a veces queremos creer que las cosas van a mejorar, de pronto todo se nubla y pareciera que el sol jamás va a salir.

Cuando pienso en los problemas que vienen a nuestra vida y que a veces son tan seguidos, me viene a mi mente Job, ese hombre del cual Dios tenía un muy buen concepto, pero que sin embargo tuvo que pasar por grandes problemas que le llegaron uno tras otro en muy poco tiempo.

Job perdió en un solo día, sus bueyes y burros, sus ovejas y sus pastores, sus camellos y sus esclavos y una de las perdidas más dolorosas, mueren sus diez hijos de una sola vez.

Luego Job fue víctima de una enfermedad muy difícil, además de esto su mujer se puso en su contra al verlo tirado en su enfermedad, pero me impactan las palabras que Job respondió a su mujer en medio de todas las catástrofes que estaba experimentando: “Pero Job le respondió: — “Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios” (Job 2:10).

Considero que si cada uno de nosotros tomara muy en serio las palabras de Job, pudiéramos observar la vida desde otro punto de vista, Job dijo: “Si aceptamos todo lo bueno que Dios nos da, también debemos aceptar lo malo” que sabias palabras de un hombre que esta pasando por uno de los mayores problemas que un ser humano puede experimentar.

¿Cómo enfrentamos nosotros nuestros problemas?, ¿Qué es lo primero que hacemos?, seamos sinceros, la mayoría de nosotros cuando nos enfrentamos a esos problemas de los que no quisiéramos enfrentar, lo primero que pensamos es: ¿Dónde está Dios?, ¿Por qué permite que esto pase?, ¿Por qué a mi, si yo te sirvo?, sin embargo Job decidió aceptar lo malo, así como también le gustaba aceptar lo bueno. Sin dudas Job era un hombre tal y como Dios lo había descrito: “Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?” (Job 1:8).

Job siguió enfrentando muchos más problemas aparte de los que ya existían, perdió su buena reputación delante de los hombres, pero nunca delante de Dios. Sus mejores amigos se apartaron de él dejándolo solo en su momento de crisis. Pero es motivo de ejemplo lo que Job contesta en medio de su momento de angustia: “Yo sé que mi Redentor vive…” (Job 19:25a). Creer en Dios a pesar de ver todo en contra, es uno de los ejemplos que Job nos dio.

¿Qué es lo que estas enfrentando en este momento?, ¿Es mayor que lo que Job experimento?, ¿Cómo estamos reaccionando frente a nuestros problemas?, ¿Los aceptamos?, ¿Renegamos contra Dios?, ¿Nos alejamos de Él?, ¿Cuál es nuestra reacción frente a los distintos problemas que se nos pueden presentar?

Hoy quiero invitarte a creer en el Señor a pesar que todo este en tu contra. Hoy quiero recordarte que tu FE no está puesta en algo material o humano, sino en el Señor Dios Todopoderoso que Gobierna sobre TODO.

No importa los problemas que en esta hora estés metido, tienes que seguir siendo fiel a Dios, buscarlo con todo tu corazón, pero sobre todo creer firmemente que Dios ha de salir a tu rescate, porque Él lo ha prometido.

Quizá hoy todo este nublado, pero pronto aparecerá el sol maravilloso de Dios alumbrando nuestro día y entonces nos daremos cuenta que valió la pena creerle a pesar de que todo estaba en contra, pues Dios recompensa a los que en Él creen a pesar de no ver en su momento una solución posible.

Dios recompenso esa fidelidad de Job en medio de sus problemas: “Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero; porque tuvo catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas, y tuvo siete hijos y tres hijas” (Job 42:12-13).

Quizá estés a punto de perder mucho o todo, quizá en este momento en tu corazón haya una desesperación por ver como los problemas lejos de solucionarse aumentan, pero aun en medio de todo el panorama que este momento estés visualizando ¡CONFÍA!, sigue creyendo en que Dios obrara, no te enojes con Él, no le reclames por tu actual estado, simplemente sé FIEL y entonces Dios a su debido tiempo te recompensara al doble.

Cuando estés enfrentando crisis difíciles en tu vida, cuando los problemas se agraven y no encuentres una solución, solamente recuerda que tu vida está en las Manos de Dios y que Él siempre tendrá cuidado de ti, por esa razón no desmayes, no te alejes, sino confía en Él, porque Él hará.

“Gracia y Paz”
Aliento Diario

EL VIRUS MÁS TEMIBLE DE TODOS: EL PECADO



Después de que la palabra «virus» pasase a formar parte del vocabulario de la biología y de la Medicina, hace casi dos siglos, más recientemente pasó a emplearse en informática. Designa a un muy pequeño elemento que se introduce en un ser vivo o en una computadora (ordenador) y consigue deteriorarlo, modificando sus funciones vitales desde el interior.

Existe uno mucho más peligroso que el del sida, mucho más devastador. Infecta a cada ser humano, lo quiera o no: es el pecado.

Este virus mortal contaminó a Adán y Eva, nuestros primeros padres, e infectó la humanidad entera, una generación tras otra. Cada ser humano está contaminado y puede ver múltiples síntomas de ello en su propia vida.

Algunos pueden parecer benignos, como la mentira, la burla, los celos; otros parecen más graves: el hurto, el asesinato, la corrupción moral… Pero todos tienen el mismo origen y conducen al mismo fin fatal: “la muerte” (Romanos 5:12). La muerte destruye al cuerpo, pero el alma subsiste ante Dios, y el que no crea a Dios, sufrirá “la muerte segunda” (Apocalipsis 20:14), es decir, el eterno alejamiento de Dios.

Dios ama a los hombres. Les dio el único remedio eficaz para escapar del juicio de “la segunda muerte”. Ese remedio es “la sangre preciosa de Cristo” derramada en la cruz, que “nos limpia de todo pecado” y nos da la vida eterna (1 Pedro 1:19; 1 Juan 1:7).
Como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron (Romanos 5:12).

“Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado” (Salmo 51:2).

“Gracia y Paz”
Ilustraciones Cristianas

¿CREES TÚ QUE DIOS TIENE FAVORITOS?



Salmo 5:11-12
“Pero alégrense todos los que en ti confían; den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; en ti se regocijen los que aman tu nombre. Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; como con un escudo lo rodearás de tu favor”.

¿Alguna vez has pensado que Dios tiene favoritos? Algunas historias en la Biblia pueden dar esa impresión. Veamos por ejemplo a María; cuando el ángel Gabriel la vio, le dijo: “¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo” (Lucas 1:28). Otro ejemplo es Moisés. Dios solía hablar con él “cara a cara, como habla cualquiera a su compañero” (Exodo 33:11). Y por supuesto también está Samuel, el cual “creció, y Jehová estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras” (1 Samuel 3:19). ¿Acaso no es esto favoritismo? En realidad no lo es, aunque pueda parecerlo. En su soberanía, Dios puede dar o quitar su favor conforme a su voluntad, pero esto no sucede arbitrariamente. Lo cierto es que el favor de Dios está disponible para todos. Entonces, ¿quienes obtienen el favor de Dios?

El pasaje de hoy expresa con toda claridad las características de aquellos que reciben las bendiciones y el favor de Dios. En primer lugar confían en el Señor, también aman su nombre y son justos. Justo es aquel que vive según la ley de Dios, cuyas acciones están de acuerdo al corazón del Señor. A estos Dios los defiende y los rodea de su favor, dice el salmista. Y esto tiene toda la lógica del mundo.

Desde Génesis hasta Apocalipsis, Dios constantemente invita a todos a venir a él en busca de su favor, pero él no fuerza a nadie a aceptar su invitación. Aquellos que se acercan a él serán bendecidos. Los que se alejan de él no podrán recibir su bendición. Por ejemplo, en Éxodo 19:5 Dios se dirige al pueblo de Israel por medio de Moisés, y les dice: “Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra”. Este es un precioso ofrecimiento lleno del amor de Dios, pero aquel pueblo rebelde prefirió tomar sus propios caminos en lugar de seguir la dirección indicada por el Señor. Varios siglos después, Dios se dirige a este pueblo de nuevo, esta vez cautivos en Babilonia, y les dice: “¡Oh, si hubieras atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del mar. Fuera como la arena tu descendencia, y los renuevos de tus entrañas como los granos de arena; nunca su nombre sería cortado, ni raído de mi presencia” (Isaías 48:18-19). Si le hubieran obedecido, hubieran disfrutado de la paz y el amor de Dios y hubieran sido colmados de muchas bendiciones. Pero no lo hicieron.

Muchos siglos después, Jesús también hizo una invitación a aquel pueblo judío para que viniesen a él, y él les daría paz y descanso para el alma. Dijo el Señor: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). Y asimismo más tarde se lamentaba del rechazo de que fue objeto: “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!” (Mateo 23:37). De nuevo el llamado de amor de parte de Dios. Una vez más el rechazo de parte del hombre.

El concepto de aquel pacto original con su pueblo aún está vigente en la mente de Dios, y ahora podemos verlo realizado en nosotros a través del nuevo pacto, la sangre preciosa de Cristo derramada en la cruz del Calvario. El favor de Dios, su misericordia y su infinito amor son para todos aquellos que eligen buscar su presencia y obedecer sus mandamientos. En el Salmo 25:14 encontramos que "la comunión íntima del Señor es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto". Y el Salmo 37:4 declara: "Deléitate asimismo en el Señor, y él te concederá las peticiones de tu corazón".

¿Quieres estar entre los “favoritos de Dios”? La palabra de Dios es clara y precisa. Busca su rostro cada día en oración, escudriña su palabra, obedece sus instrucciones, y su favor será contigo siempre.

ORACIÓN:
Padre santo, gracias por tu palabra, la cual nos enseña las pautas a seguir para acercarnos a ti y disfrutar de tus bendiciones. Te ruego que me ayudes a ser constante en mi tiempo de oración y comunión contigo, y que yo pueda deleitarme en tu santa presencia cada día de mi vida. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”
Dios te Habla

NACER DE NUEVO



Juan 3:3-5
“Jesús dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios… no puede entrar en el reino de Dios”.

En este texto bíblico tenemos una sorprendente declaración de Jesús. Sin embargo, si decimos que somos cristianos, debemos aceptar su enseñanza.

No puedo ver el reino de Dios ni entrar en él sin haber nacido de nuevo. Esta verdad capital no siempre es comprendida, incluso por algunos que frecuentan los servicios religiosos u honestamente desean conocer a Dios. Primeramente debemos comprender y admitir que la naturaleza humana es considerada por Dios como condenada debido al mal que está en ella. Por lo tanto, no hay nada en ella que pueda satisfacer a Dios. Se puede realizar muchas prácticas llamadas «cristianas» sin satisfacer jamás las exigencias de Dios ni obtener la salvación. Uno puede asistir regularmente a las reuniones cristianas, conocer la Biblia, ser amable con el prójimo, sin embargo no ser salvo y no entrar en el reino de Dios. Aunque esto pueda sorprender a algunos, no existe ninguna posibilidad de convertirse en cristiano excepto por medio de la intervención de Dios.

Pero si reconozco mi falta de verdadera relación con Dios y mi incapacidad para obtenerla, una sola mirada de fe hacia él, hacia la salvación que ofrece en Jesús, será suficiente para implantar en mí esta nueva vida por medio del poder de su Espíritu. Dios ofrece su gracia en virtud de la obra de Jesús en la cruz. El deber del hombre es simplemente aceptarlo, decir a Dios: «Creo en tu Hijo quien murió por mí, único medio para ser salvo».

“Gracia y Paz”
La buena Semilla

EL REY DE REYES



Salmos 2:7
Yo publicaré el decreto: Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy.

En este Salmo profético, los reyes y gobernadores rechazan al Hijo de Dios, y tratan de hacer lo posible para impedir que él reine como Rey de Reyes, y Señor de Señores. Dicen, “Acabemos con su reino, y hagamos nuestros propios deseos”. Pero a pesar de su rebelión, y a pesar de todos sus esfuerzos para prevenir su reino, Dios dice, “Yo he puesto mi rey sobre Sión, monte de mi santidad (Salmo 2:6). Esta profecía es una descripción exacta de las intrigas y los concilios contra Jesús cuando él se presentó a su gente. Y este rechazo sigue hasta la fecha por el mundo, que no le acepta. La gente le rechaza a Jesús, y hace burla: Pero la respuesta de Dios es lo mismo; “Yo empero he puesto mi rey sobre Sión, monte de mi santidad”. El niñito en el pesebre es “Rey de Reyes, y Señor de Señores”, y aún reinará en el trono del Monte Sión en Jerusalén, y en nuestros corazones también.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día

lunes, 24 de diciembre de 2012

¿TE GUSTAN LAS BUENAS NOTICIAS?



Lucas 2:8-14
“Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!”

¿Desea la gente realmente escuchar buenas noticias? Se supone que sí. Sin embargo, muchas veces las noticias sobre el crimen y las tragedias parecen ser más interesantes, y en realidad, más compatibles con los propios gustos del mundo. La televisión, la radio, los periódicos y otros medios informativos dan prioridad a las noticias relativas a asesinatos, matanzas de personas inocentes, asaltos, catástrofes naturales, accidentes terribles, etc., porque han comprobado que la gente se siente mas atraída por este tipo de noticia que por aquellas que hablan de cosas buenas y agradables. Por ejemplo, cuando el precio de la gasolina subió a niveles sin precedentes, era noticia de primera plana, sin embargo a medida que los precios han ido bajando, menos se habla o escribe sobre este tema.

El pasaje de hoy nos narra acerca de aquella noche única en la historia de la humanidad, hace unos dos mil años cuando un grupo de pastores que cuidaban de su rebaño, inesperadamente fueron recipientes de las más maravillosas noticias que se hayan escuchado jamás en este mundo. El portador de las mismas, un ángel del Señor, les dijo: “No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor”.

¿Por qué tanta gente desvía la mirada, cierra la mente y rehúsa escuchar cuando se le comunica la mejor de todas las noticias? ¿Cuál es la razón por la cual muchos no aceptan las buenas nuevas de salvación, siendo ésta la que determina la vida o la muerte eterna? La respuesta la tenemos en la segunda carta del apóstol Pablo a los corintios. Allí dice: “El dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del Evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Corintios 4:4). La palabra griega que se utiliza aquí para definir “Evangelio” es “euanghélion” y significa “buena noticia” o “alegre mensaje”. Resulta imposible entender por qué tantas personas rechazan esta preciosa noticia. La única explicación es la que nos da Pablo: El diablo los ha cegado y no pueden ver.

Es nuestra responsabilidad como creyentes tomar la iniciativa y aprovechar toda oportunidad que se presente para transmitir a aquellos que nos rodean las maravillosas noticias de la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. Oremos y proclamemos al mundo las buenas nuevas con la confianza de que el Espíritu Santo podrá más que la ceguera espiritual de los que rechazan al Señor, captará su atención, y obtendrá una respuesta de fe al mensaje salvador de la gracia. Después de todo, eso fue lo que hizo contigo y conmigo. Esta fue la encomienda que nuestro Señor Jesucristo les dejó a sus discípulos antes de ascender al cielo. A través de los siglos esta encomienda ha llegado hasta cada uno de los que le hemos aceptado como nuestro Salvador y Señor: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:15-16).

ORACIÓN:
Amante Padre celestial, gracias te doy por la preciosa noticia de salvación y vida eterna a través de tu santo Hijo Jesús. Te ruego me capacites para proclamar a este mundo tan lleno de malas noticias, la única esperanza que son las buenas nuevas de Cristo. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”
Dios te Habla

domingo, 23 de diciembre de 2012

FRUTOS RICOS EN ANTIOXIDANTES



Al exponernos a sustancias tóxicas como el humo del tabaco y la radiación, el cuerpo produce radicales libres; éstos dañan las células y juegan un papel importante en el desarrollo de algunas enfermedades como cáncer o problemas del corazón.

Los antioxidantes ayudan a contrarrestar sus efectos, incluye en tu dieta uva, cerezas, fresas, moras, kiwi, jitomate, espinaca, zanahorias, entre otros para fortalecer tu sistema inmunológico.


SIEMPRE CONSULTA A TU MEDICO, para que mantengas tu cuerpo sano; “Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer” (Génesis 1:29). “He aquí Yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad” (Jeremías 33:6), “¿o ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” (1 corintios 6:19).

“Gracia y Paz”
Publicado por: Carlos Martínez M.
Fuente: Medicamentos Accesibles

CONDENAN A IGLESIA PARE DE SUFRIR POR OBLIGAR A SUS MIEMBROS A OFRENDAR POR BENDICIONES



Un tribunal brasileño condenó a la Iglesia Pare de Sufrir (Iglesia Universal del Reino de Dios) después que una pareja presentó una demanda contra la IURD, alegando que fueron obligados a entregar sus bienes a cambio de bendiciones.

La demanda fue presentada en la ciudad de Lageado, Rio Grande do Sul, ante la juez Carmen Luiza Rosa Constante Barghouti de la Novena Cámara Civil del Tribunal de Justicia (TJ-RS).

Según la pareja, la iglesia desafió al empresario y a su compañera a hacer donaciones superiores a sus capacidades.

Al entrar en el proceso, la pareja dijo que estaban en problemas financieros y llegaron a la iglesia creyendo que éstos serían resueltos. El pastor comenzó a enseñarles que debían dar donaciones altas y que a cambio Jesús le daría más dinero.

Con esta promesa, el empresario comenzó a entregar joyas, electrodomésticos, teléfonos móviles y hasta vendió el Automóvil para entregar el valor como ofrenda. Por esta razón, el juez dictaminó que la IURD, debe pagar una indemnización 20.000 reales y que restituya los celulares, la máquina de fax, dos aires acondicionados y una impresora al demandante.

Para apelar la decisión del tribunal, los abogados de la Iglesia Universal, argumentan que los pastores no restringen a sus miembros entregar el diezmo o dar ofrendas y no hay evidencias de que la pareja estuviesen sin capacidad de discernimiento durante el tiempo que asistieron a la iglesia.

Algunos testigos fueron escuchados, entre ellos el pastor de la iglesia, quien confirmó que la pareja frecuentaron la iglesia y después de contar los problemas financieros dieron testimonio que a través de votos consiguieron cerrar un buen contrato.

Unos miembros de la IURD, fueron llamados como testigos y explicaron cómo se hizo la ofrenda, según ellos recibieron una carta basada en un pasaje de la Biblia que muestra las promesas de bendiciones y las penalidades por no cumplir lo que prometió.

La juez de primera instancia, sostuvo que hubo coacción moral y psicológica, que hicieron que los demandantes y otros miembros sean desafiados a dar las ofrendas bajo amenaza de no ser bendecidos. www.AcontecerCristiano.Net

“Gracia y Paz”

(Si copia esta noticia, tenga la gentileza de mencionar los créditos a
www.AcontecerCristiano.net)

....Y LLAMARAS SU NOMBRE JESÚS




Lucas 1:31
“Y he aquí, concebirás en tu seno, y parirás un hijo, y llamarás su nombre JESUS”.

Isaías 7:14 había profetizado 700 AÑOS PREVIOS que una virgen iba a concebir y dar luz al Mesías, y en nuestro versículo de hoy el ángel dijo a la virgen María que ella iba a concebir un niño que iba ser el Mesías, o sea el Salvador. FIJATE: ¡700 años antes, el ángel lo profetizo! Siempre me ha parecido curioso que alguien podría dudar, o poner límites al poder de Dios para hacer milagros. ¡Dios es DIOS! El niño debía nombrarse Jesús, que quiere decir, Salvador; ¡y de veras es un Salvador! A todos los que se rinden a él les da poder de ser hechos hijos de Dios.

¡La metamorfosis de una mariposa ni se compara! ¡De pecadores que merecemos el infierno él nos trasforma en HIJOS DE DIOS! Recordemos esta temporada de navidad que el niñito en el pesebre es EL DIOS TODOPODEROSO, el Alfa y la Omega, principio y fin, y EL SALVADOR de todos los que se entregan a él, y lo reciben en su corazón por la fe.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día

sábado, 22 de diciembre de 2012

¿PUEDES SENTIR GOZO EN MEDIO DE LA PRUEBA?



Habacuc 3:17-18
"Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación".

En los tiempos que el profeta Habacuc hizo esta declaración, el fruto de la vid era un símbolo de bienestar y prosperidad, el olivo era un producto esencial para la economía, y el ganado era fuente principal de la alimentación, produciendo carne y leche. Es decir, la falta de estas cosas era sinónimo de profunda miseria y escasez. Lo maravilloso de este pasaje es que, a pesar de la situación tan difícil que describe, el profeta declara su total confianza en Dios, alegrándose y gozándose en su presencia. ¡Qué maravillosa enseñanza para nosotros!

Actualmente alrededor de todo el mundo existe un gran problema económico. Hay escasez de todo tipo, desempleo, hambre, enfermedades, sufrimientos, y al igual que en los tiempos de Habacuc, hay un Dios todopoderoso que sólo espera que confiemos en él para acudir a nuestro auxilio. Podemos atravesar tiempos de terrible escasez económica y falta de todo lo necesario para vivir pero lo más importante es que nunca nos falte la presencia del Señor pues sin él estamos completamente perdidos y sin esperanza.

En su carta a los filipenses, el apóstol Pablo los exhorta a mantener el gozo, cualesquiera fueren las circunstancias que les rodearan. No solamente en las buenas, sino también en las malas, o sea siempre, en todo momento. Dice Filipenses 4:1: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” Lo más impactante de esta expresión es el hecho de que cuando Pablo la escribió, estaba nada menos que en una cárcel romana, rodeado de incomodidades, pasando hambre, siendo humillado y torturado, y esperando que en cualquier momento lo ejecutaran. Y aún en estas terribles circunstancias, él manifestaba su absoluta confianza en el Señor, lo cual le permitía sentir un gozo tan grande y profundo que no podía dejar de exhortar a los filipenses a que se regocijaran en todo momento.

Difícilmente alguien va a encontrarse alguna vez en una situación tan dura como la de Pablo cuando escribió esta carta a los Filipenses. Pero no sólo él los alienta exhortándolos a estar gozosos siempre, sino que más adelante también les asegura: "Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús." (Filipenses 4:19). Dios tiene poder para suplir todas y cada una de nuestras necesidades, pues sus riquezas en gloria son ilimitadas, y su amor por nosotros es infinito. ¿Cómo podríamos tener la más mínima duda de esto si él entregó a su Hijo por salvarnos de la condenación eterna?

También Jesús animó a sus discípulos a que confiaran en él en medio de la aflicción y la adversidad. En Juan 16:33 les dice: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. Con Jesús de nuestro lado la escasez puede transformarse en prosperidad, la enfermedad en salud, el temor en seguridad, la soledad en compañía, el fracaso en éxito. A lo largo de nuestras vidas podremos tener escasez de muchas cosas, pero es necesario recordar siempre que más importante que cualquier posesión material es la presencia de Dios en nuestras vidas. Sus muchas promesas deben darnos la tranquilidad y el gozo que sentían Habacuc y Pablo en medio de situaciones tan difíciles.

Cuando llegue la prueba, o la situación en la que estás se torne aún más difícil, no olvides que siempre puedes acudir al Dios todopoderoso en busca de ayuda, como dice Hebreos 4:16: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”. Ese oportuno socorro está disponible para los que confían en Dios. Pero no es posible confiar en Dios si no le conocemos íntimamente por medio de una relación diaria con él a través de la oración y la lectura de su palabra.

ORACIÓN:
Gracias, Dios mío, por el aliento y la seguridad que me ofreces a través de tu palabra. Ayúdame a mantenerme firme en mi confianza en ti cuando la escasez, la aflicción o el sufrimiento toquen a mi puerta, para que tu gozo abunde en mi corazón. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”
Dios te Habla

EL RICO NECIO Y TORPE



LECTURA: Lucas 12:13-21

Alguien le dijo a Jesús:

- Maestro, ordénale a mi hermano que me de la parte de la herencia que me dejó nuestro padre.

Jesús a los que allí estaban les dijo que no desearan tener cada vez más cosas, siempre pensando en las riquezas y en tener más y más. No por ser dueños de muchas cosas se vive una vida larga y feliz.

Jesús les puso el siguiente ejemplo:

Las tierras de un hombre muy rico habían dado una gran cosecha. Era tanto lo que se había recogido que el rico no sabía dónde guardar los granos. Pero después de pensarlo dijo: Ya sé lo que haré, derrumbaré los graneros que tengo y construiré unos muchos más grandes. Allí guardaré lo que he cosechado y todo lo que tengo, después me diré: ¡Ya tienes muchas riquezas y podrás vivir muchos años, come y bebe y diviértete todo lo que puedas y disfruta de la vida!

Pero Dios dijo: ¡Necio y torpe eres, esta misma noche morirás y de que te sirve todo lo que has amontonado, otros disfrutarán todo lo que has guardado!

Así todos los que amontonan para sí mismos riquezas piensan que son ricos, pero en realidad son pobres, porque no ponen a Dios en primer lugar en sus vidas.

ORACIÓN:
Señor, te pido que me ayudes a ponerte siempre en primer lugar en mi vida, y que para mi lo más importante no sea tener y tener cosas, sino tenerte a Ti en el corazón para que cuando Tú me vengas a buscar esté preparado para irme contigo. Muchas gracias porque se que Tú me cuidas. En el nombre de Jesús. Amén.

“Gracia y Paz”
Devocionales para Niños

LAS MENTIRAS DE VIEJO Y ENGAÑOSO SATÁN CLAUS



Colosenses 1:10
“Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios”.

Al llegar la época navideña, para muchos cristianos comienzan los dilemas de “lo que se puede hacer” y “lo que no se puede hacer”.

Muchos, en estas fechas, no logran comprender que la navidad va mucho más allá que una tradición, o el reunirse con familiares y amigos para pasar juntos un momento agradable. La Navidad, es el momento exacto para reconocer que Jesús es el motivo de nuestra celebración y de nuestra redención.

Muchos, en esta época, celebran la navidad con algarabía y gozo, pero jamás han invitado a Jesús a ser parte de dicho festejo, ya que en los últimos años, y a lo largo de todo el mundo, se ha tenido más memoria de un personaje inventado llamado Santa Claus, que del mismo Hijo de Dios, el cual se hizo hombre y se dio a sí mismo en sacrificio en la cruz solo por amor hacia toda la humanidad.

Millones de personas, celebran estas fechas, sin llegar a comprender que Santa Claus solo es una historia inventada, mientras que Jesucristo es El Dios que vive y reina por los siglos de los siglos.

Pero veamos un poco de donde viene esta creencia…

Santa Claus no solo no es un personaje cristiano o bíblico, sino que además, ha sido el personaje escogido por satanás para tratar de reemplazar a Cristo en esta época, o al menos para tratar de suplantarlo, haciendo olvidar a las personas de quien realmente es el autor de la verdadera Navidad.

La leyenda de San Nicolás, surgió con un obispo de Myra, en Asia Menor, en el siglo IV, que se hizo famoso por su generosidad hacia las personas. La gente llegó a creer que cualquier donación hecha por sorpresa venia de parte de él.

El pueblo de Holanda, tomó a San Nicolás como santo patrón de los niños, y su fama se extendió poco a poco. En muchos países de Europa los niños creían que él era quien traía los regalos que recibían en la Navidad.

Si a todo esto le sumamos la creencia del pueblo Noruego, de que la diosa Hertha aparecía sobre las chimeneas de las casas trayendo suerte para el hogar, tendremos como resultado la historia de Santa Claus, entrando por las chimeneas para dejar sus regalos a todos los niños que se portan bien durante el año.

La leyenda de “Satán Claus” se fue armando poco a poco a lo largo del tiempo, hasta llegar a estos días, en donde la imagen de un viejo gordo, con barba, bigote, con su cabello completamente blanco, y un enorme traje rojo, que viene volando por el cielo, guiando un trineo tirado por dos equipos de renos, proveniente del Polo Norte, llamado san Nicolás, Papa Noel, o Santa Claus, es usada por los grandes centros comerciales del mundo entero, tratando de fomentar el consumismo, y representando la época navideña y todo lo que tiene que ver con ella, en lugar de ser Jesucristo el centro y razón de este festejo.

Hoy en día, cuando los niños aun son pequeños, sus padres los engañan diciendo que es Papa Noel quien le trae regalos, y se los deja entrando por la chimenea. Estos mismo niños, más tarde, al crecer y descubrir que todo ha sido una vil y despreciable mentira dicha por sus padres, rápidamente asocian el hecho con la fiesta del nacimiento de Jesús y toman a la navidad como una de las mayores mentiras aplicadas en la infancia.

Por estos días son más los que prefieren creen en Santa Claus que los que deciden creer en Jesucristo, por lo cual, en esta época, muchos hombres cambian sus caracteres, y se ponen totalmente sensibles, amando a todos aquellos que tanto han odiado en sus vidas, pero una vez pasadas estas fiestas, vuelven a retomar sus rencores y ofensas, supuestamente olvidadas, volviendo a ser todo exactamente igual a como era antes, o en algunos casos aun peor.

La mayoría de la humanidad, celebran estas fiestas con regalos, comidas, bailes, alcohol, droga, y todo tipo de excesos, sin llegar a comprender que la verdadera navidad, se disfruta, se entiende, y se celebra, solo cuando Jesús ha entrado en nuestros corazones, y le hemos dado la oportunidad de que gobierne nuestras vidas.

Multitudes de personas se preocupan más por buscar regalos, por hacer una buena fiesta, o por un arbolito lleno de luces, que por llegar a comprender bien el verdadero significado de la navidad y la gran bendición que ello encierra.

Dios nos dio el regalo, que es sobre todo regalo, y permítame que le diga que dicho regalo no es la navidad, sino más bien, Aquel que es el motivo de la navidad: “Jesús”.

Sin Jesús no hay navidad; y precisamente por este motivo, en muchos hogares donde todo es fiesta en esta época, hay como un vacío, el cual solo puede ser llenado por aquel a quien le pertenece ese lugar: Jesucristo. Sin embargo cuando ese espacio lo ocupa una fabula llamada “santa Claus”, el vacío se vuelve mucho más profundo, ya que ningún ser humano, cuento, o historia, puede hacer lo que el Hijo del Dios viviente hace en nuestras vidas, cuando decidimos invitarlo a nuestros corazones, hogares y/o familias.

Tal vez, año tras año usted ha celebrado y vivido esta época con un sentido totalmente opuesto a lo que es la verdadera esencia de la navidad, pero hoy es el día en el que puede comprender que Santa Claus esta tan lejos de reemplazar a Jesucristo, o de ser el representante de la navidad, como el polo norte lo está del polo sur.

Cuando nacemos de nuevo y le permitimos a Jesús que gobierne nuestra vida, es allí cuando nuestra personalidad comienza a cambiar realmente, de modo que estamos más interesados en dar que en recibir, en servir que en que nos sirvan, en que vean a Cristo, que en que nos vean a nosotros, y en morir a nosotros mismos que en vivir “la vida loca”.

Muchas personas, toman estas fechas para tirar la casa por la ventana, hacer locuras y para tomar decisiones de las cuales luego se arrepienten, pero hoy sería muy bueno que comprendamos que en estos tiempos, más que nunca, debemos andar como es digno del Señor, agradándole en todo, buscando solo hacer su voluntad, y que ese fruto sea duradero, y no solo conformarnos con regalar algo y pasar tiempo con nuestra familia, sino creciendo en el conocimiento de la verdad y siendo totalmente libres del pecado y las mentiras del viejo y engañoso “Satán Claus”.

“Gracia y Paz”
Sal y Luz

DIOS CON NOSOTROS



Isaías 7:14
“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”.

Cuando el ángel se presentó a José en sueños, dio una serie de indicaciones que debían de ser concretadas cuando naciera el niño. Una de ellas era el cumplimiento de lo que ya había sido establecido por Dios mismo, alrededor de setecientos años antes, cuando habló por medio del profeta Isaías (Isaías 7:14). Entonces había hecho el anuncio que llegaría al mundo a través de un seno virginal y que su nombre sería “Emanuel”. En el Nuevo Testamento, que estaba escrito en griego y no en hebreo, se aclara “que traducido es: Dios con nosotros”.

Nos llama la atención que el ángel diera un nombre distinto cuando se le apareció a José que cuando se le apareció a María, “llamarás su nombre JESÚS” (Lucas 1:31) que es precisamente lo que hicieron, como también nos lo dice el mismo relato de Mateo. José en persona, ocupando el lugar de padre “le puso por nombre JESÚS” (Mateo 1:25).

Ciertamente “JESÚS” era un nombre que cuadraba bien al Niño de Belén. El ángel había hecho la explicación: “Y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21). Jesús significa “SALVADOR”, y no hay duda de que es eso lo primero que pensamos cuando elevamos nuestra mente al Señor Jesucristo. Ese es el nombre con que lo conocieron en su tiempo. A tal punto vemos que era su nombre “oficial” que es el que Pilato colocó en el cartel de la cruz (Juan 19:19).

Hablar de que aquel niño llegaría a ser “Jesús”, es describir al Dios que vino al mundo con poder y acción para derrotar al demonio y a la muerte, sufriendo la consecuencia de los pecados. Pero para que ello llegue, era necesario, por así decirlo que ocurriera lo otro: que Dios estuviera con nosotros.

De ese modo, “Emmanuel” es la descripción más amplia de lo que significó la encarnación: Cristo nuestro Salvador; pero es mucho más: es la misma presencia de Dios en este mundo, a nuestro lado (Juan 14:8-10). Por supuesto la presencia de Dios es segura aunque no haya ninguna realidad manifiesta en el mundo físico. Lo creemos hoy y lo creyeron los patriarcas y profetas de la antigüedad, antes que Él viniera a la tierra. Pero sin duda, la encarnación, que es la expresión teológica con que nombramos la navidad, nos ayuda sobremanera, para sentir la realidad maravillosa de la divina presencia.

I. TODOS PODEMOS SENTIRLE CERCA

Para los paganos, que habían llegado en algunos casos, como Platón o Aristóteles, a vislumbrar la posibilidad de un Dios único, este era un ser lejano y ausente del mundo. Para los mismos judíos, el temor supersticioso a la posibilidad de “ver” a Dios tenía su raíz en la conciencia de que “Dios está en los cielos y tú sobre la tierra” (Eclesiastés 5:2), lo que sin duda es una verdad, cuando no se pone el énfasis equivocadamente. Esta frase bíblica ha resonado mucho en la teología del siglo XXI, pero para insistir en que ello produce la necesidad del Cristo hombre. Y hablando de teólogos, ¿acaso los de la edad media no hablaban de un “deus absconditus”? (Dios oculto, Dios incognoscible por la mente humana) Como para demostrarlo, la primera noticia de su llegada fue de sentido popular, a un grupo de personas pobres. No fue un anuncio hecho reservadamente en la corte, para que el rey se enterara del gran hecho. De ninguna manera, Dios quería mostrar que está con nosotros, así en plural. Porque los pastores tampoco se sintieron dueños de la noticia, sino que “volvieron glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho” (Lucas 2:20),“y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían” (Lucas 2:18).

Tampoco encontramos al Señor solo. Por el contrario, los relatos se cuidan de aclarar que encontraron al niño, pero no solo, sino con José y con su madre (Mateo 2:11 y Lucas 2:16). Era como para mostrar que la presencia de Dios en el mundo, era integrada al mundo, a lo que simboliza su madre y el esposo de esta: el pueblo a la cual Dios había hecho la promesa de venir, promesa que ahora se había cumplido.

II. CON NOSOTROS, SIN DISTINCIONES SOCIALES

La referencia a los pastores y el hecho concreto de que se apareció primero a ellos, puede llevar nuestra mente a una de esas conclusiones que están de moda hoy: que Cristo vino de alguna manera especial para los pobres. De ser así, habrían más de uno de los que lean estas páginas que sentirá que no puede decir: “Dios con Nosotros”. Pero no es así. El vino para los pobres y ricos. Lo demostró claramente cuando su estrella apareció a los magos en el Oriente al mismo tiempo que la gran luz brillaba sobre los pastores en los campos de Belén. Cristo lo demostraría durante toda la vida, pues jamás dejó de atender a un Nicodemo, a un Jairo, a un centurión, a un Simón fariseo y a tantos otros. Por supuesto que los pobres “por razones lógicas” le seguían en mayor número; entre otras razones evidentes están su mayor facilidad para el movimiento físico, su enormemente mayor número, aparte de que su misma situación le llevaba a buscar ayuda. Jesús no ocultó que los ricos entrarán difícilmente en el Reino de los Cielos, aunque luego aclaró que esa observación era para los que confían en las riquezas (Mateo 10:23-25). Esto nos muestra que el Señor está con nosotros, al margen de que seamos sabios o ignorantes no importa la condición social o cultural.

III. CON NOSOTROS, SIN DISTINCIÓN DE PUEBLOS

Desde el comienzo, el mundo cristiano entendió que cuando Dios vino a estar con nosotros, eso significaba con todo el mundo. Es cierto que el nació en un pueblo determinado. Naturalmente no podía nacer en todos a la vez. Porque fue en el pueblo judío, es uno de los misterios de la mente divina que se escapan del razonamiento humano.

Los argumentos que se han dado no nos interesa ahora. Pero si podemos pensar que si quizás nosotros no lo habíamos elegido. En aquel siglo hubiéramos pensado que debía nacer en Grecia o en Roma. En tiempo de los profetas, habríamos elegido a Egipto o Babilonia. En la edad media a Francia o Italia. Mas recientemente a Inglaterra o Alemania, y en nuestro tiempo a los Estados Unidos o la Unión Soviética… o nuestro propio país, pero dudamos que en algún momento de la historia, hayan habido muchos que hubieran pensado en los judíos. Sin embargo, eso fue lo que Dios determinó. Si Dios pudo estar con los judíos, ¿Cómo no podrá estar con nosotros? Cuando Él escogió a aquella raza, nos estaba ayudando precisamente a universalizarlo. Pero aunque los mismos judíos nunca quisieron entenderlo, Él nació para todos los pueblos. Los ángeles vinieron y cantaron sobre “la tierra paz, buena voluntad para con los hombres” (Lucas 2:14), sin poner ninguna clases de límites geográficos.

IV. ESTÁ HOY, COMO ESTUVO ENTONCES

Hoy, en la era espacial cuando algunos quieren hacer lo que creen una broma hablando de Cristo como del “primer astronauta” Armstrong, la humildad de Cristo se muestra cada vez más notable. La realidad de que el Señor de esos ciegos, cuya inmensidad nos asombra cada vez más, haya venido a estar con nosotros, se hace cada día más maravillosa.

Para Dios no hay generaciones. Así como José y María podían sentir a “Dios con nosotros”, lo mismo podemos afirmar nosotros en estos tiempos: “Dios con nosotros”. No conmigo, no contigo, no con ustedes, no con ellos, no con aquel. “Con nosotros”. Con todos con los que nos sentimos unidos, unidos con Él y unidos los unos con los otros. Eso me incluye a mí, me da la seguridad de su presencia y también me da la seguridad de que formo parte de un pueblo que existe precisamente porque el vino al mundo y desde entonces y por la eternidad está “CON NOSOTROS”. Amén, Aleluya.

“Gracia y Paz”
Gracia y Misericordia

LOS CIELOS CUENTAN



Salmo 19:1
“Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos”.

Con apenas mirar el cielo nocturno nos maravillamos de la obra asombrosa de Dios. La inmensidad de las galaxias y la nebulosa de nuestra Vía Láctea nos recuerdan la creación espectacular y la obra sustentadora de Jesús, el cual mantiene todo en su lugar (Colosenses 1:16-17). Es como si tuviéramos un asiento en la primera fila en el teatro del poder creador de Dios.

Pero este espectáculo nocturno no es nada comparado con la gloria que manifestó Dios cuando envió a su Hijo al mundo «¡Gloria a Dios en las alturas…!

Si bien «los cielos cuentan la gloria de Dios» en las noches (Salmo 19:1), nunca antes ni después el escenario del universo se iluminó con su gloria como cuando se anunció que su Creador nos amaba tanto que venía a este planeta para salvarnos del pecado. ¡Tengamos esto en mente cada vez que contemplemos maravillados las estrellas!

La venida de Jesús reveló la gloria espectacular del amor de Dios hacia nosotros.

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LEA: Salmo 19:1-6

Biblia en un año: 2 Pedro 1–3
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“Gracia y Paz”
Nuestro Pan Diario

RELACIÓN PERSONAL CON DIOS



Salmo 63:1-11
“Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas, Para ver tu poder y tu gloria, Así como te he mirado en el santuario. Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos. Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, Y con labios de júbilo te alabará mi boca, Cuando me acuerde de ti en mi lecho, Cuando medite en ti en las vigilias de la noche. Porque has sido mi socorro, Y así en la sombra de tus alas me regocijaré. Está mi alma apegada a ti; Tu diestra me ha sostenido. Pero los que para destrucción buscaron mi alma Caerán en los sitios bajos de la tierra. Los destruirán a filo de espada; Serán porción de los chacales. Pero el rey se alegrará en Dios; Será alabado cualquiera que jura por él; Porque la boca de los que hablan mentira será cerrada”

Para algunos cristianos, es bastante sencillo darse cuenta cuando alguien trata de llenar con cosas equivocadas el vacío que tienen de Dios en sus vidas. Sin embargo, les resulta difícil ver ese mismo error en sus vidas redimidas. Muy fácilmente ponemos manos a la obra para Dios —sirviendo, enseñando, predicando y yendo al campo misionero. Ninguna de estas cosas son malas; de hecho, todas son buenas. Pero muchas veces son un intento equivocado de crear una sensación falsa de intimidad con Dios.

¿Por qué escoge un creyente tener una cercanía artificial con el Señor, si lo que Él quiere es dar a sus hijos lo auténtico? Por dos razones: Primero, porque para recibir su gracia es necesario que nos hagamos vulnerables y seamos humildes. No hay nada que podamos darle o hacer para el Señor que nos limpie de pecado. Segundo, porque para que una relación amistosa sea buena se requiere de trabajo arduo, y eso también se aplica a nuestra relación con Dios.

Para conocer realmente al Señor, usted tiene que leer la Biblia. No puede mantener una estrecha relación con el Padre celestial si no hace caso a sus preceptos. Usted debe, por tanto, llenar su mente con las cosas divinas y renunciar a las influencias mundanas. Además, una vida de oración es fundamental para relacionarnos con Dios. Estas cosas no suceden por casualidad, sino que exigen un esfuerzo deliberado.

En pocas palabras, cuando satisfacemos nuestra sed con agua viva, ya no estamos sedientos. Cuando vivimos en comunión con Dios, la tentación por esforzarnos para lograr la santidad con nuestras propias fuerza cesa, permitiendo que nuestro servicio y adoración, glorifiquen sinceramente a Dios.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria