domingo, 12 de febrero de 2017

Juan 14:13 Orar en el Nombre de Jesús


Juan 14:13
"Y todo lo que pidan en Mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo”.

Dios es un Padre muy bueno  que nos ama profundamente y por eso mandó a su hijo Amado, Jesucristo  nuestro Señor, para que viniera  a este mundo a  enseñarnos como relacionarnos y como orar a Él. Uno de los propósitos principales del Señor Jesucristo cuando vino a este mundo fue el de enseñarnos a orar de una manera correcta. A orar con fe. JESUS  vino  a enseñarnos que Dios es un Padre Bueno, lleno de  amor y compasión, que desea bendecirnos y darnos paz y  bienestar. Él es un Dios grande y poderoso que desea  hacer milagros a favor de sus hijos. La Santa Biblia está llena de miles de testimonios de los milagros de Dios, que vinieron cuando las personas oraron a Dios con Fe. La Biblia dice que la oración eficaz (bien hecha) de un justo (un hombre bueno y sincero) puede mucho. Puede hacer que Dios responda con un gran milagro en favor de quien ora con fe.

Orar es simplemente hablar con Dios, es pedirle a Dios su ayuda y su bendición en cualquier necesidad.

El señor Jesús comenzaba y terminaba el día orando, y en el transcurso del día hacia muchos milagros. La clave es aprender a orar con Fe.

El señor  Jesús dijo: “Todo lo  que ustedes  pidan al padre en mi nombre lo recibirán” Esta  es  una promesa  maravillosa. Esto es algo grande.  Hay un gran poder cuando le pedimos a Dios con Fe. Cuando decidimos poner nuestra confianza en Dios.

Todos los Evangelios están llenos de hermosas enseñanzas del señor Jesucristo sobre COMO ORAR con fe. Cómo pedir algo correctamente. Jesús enseñó  que  siempre, uno se debe  dirigir al Padre Celestial, (NO a los ángeles, NO a los arcángeles, NO a otro ser, solo a nuestro Padre Celestial) Jesús jamás hizo una oración  o petición a otro ser o a un ángel. Él siempre le pidió al Padre Celestial. Él se dirigía directamente al Padre Celestial  y  el Señor quiere que nosotros hagamos igual. Si queremos ser bendecidos y recibir grandes milagros.

Mucha gente  le pide a los espíritus y a los ídolos, al sol, a la tierra, a la montaña, a las estrellas, incluso hay quienes invocan y le piden a los demonios, a los muertos, etc... por eso no reciben nada, por eso quedan tan frustrados. El Señor Jesús nuestro Salvador enseñó claramente a sus discípulos a que adoren y se dirijan al Padre Celestial. Es por eso que las oraciones que el Señor Jesús hacía eran contestadas con grandes milagros y sanidades. Si queremos recibir un milagro de Dios como respuesta a nuestras oraciones debemos imitar al Señor Jesús  y debemos  orar como el enseñó en los santos Evangelios, y vivir una vida ordenada como Él la vivió. Una vida sin vicios ni maldad. Sin hipocresía, sin egoísmo, sin orgullo. Una vida de integridad, sinceridad y honestidad.

¡Gracia y Paz!


José Carlos Paz