lunes, 8 de julio de 2013

LA IMPORTANCIA DE LA BIBLIA EN LA VIDA DE TODO CRISTIANO



Hebreos 4:12 "
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón".

Isaías 66:2
“Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra”.

Existen muchas versiones de la Biblia para que cada persona tenga un ejemplar a su propio gusto, pero aunque cueste trabajo creerlo hoy en día es cuando menos se lee este maravilloso Libro de Dios. Muchos ven a la Biblia como un libro ideal para tenerlo en la biblioteca de su casa como adorno y hacer alarde de religiosidad, pero no para leerlo detenidamente y aplicar sus enseñanzas en su vida. Se dice que entre la gente culta el tener una Biblia y haberla leído es una señal de gran cultura.

La Palabra de Dios ha sido dada por el Señor no sólo para leerla sino principalmente para tenerla como manual para vivir bien la vida. Aquél que descubre los tesoros preciosos de sus promesas descubre un nuevo estilo de vida.

La Palabra de Dios debe saturar nuestra mente, sentimientos y todo nuestro ser. Seguramente a Dios le conmueven los cristianos que tiemblan ante su Palabra. La expresión “temblar” no se refiere al miedo al castigo, sino al temor de perderse las bendiciones que en ella se encuentran registradas.

El cristiano fiel y obediente es el que tiene a la Palabra de Dios como la regla de su vida, y ante los sabios consejos que en ella existen, tiembla con un santo temor divino para esforzarse y ponerla en práctica.

Las bendiciones de Dios están reservadas solo para aquellos que, por amor al Señor, practican con gozo y alegría cada una de sus enseñanzas y cada uno de los principios dados en la gloriosa Palabra de Dios.

El Señor te bendecirá ricamente si lees su Palabra y la practicas.

ORACIÓN:
Señor, abre mi entendimiento para comprender lo que tu me dices a través de tus Santas Escrituras. Ayúdame a tener un corazón dispuesto y un oído atento para escuchar la voz viva de tu Bendita Palabra. Dame hambre y sed diaria de tu Sabiduría; siembra en mi la constancia de la lectura cotidiana; alimenta mi deseo por aprender siempre más de ti, por acercarme a esa fuente viva y recobrar las fuerzas para luchar contra el hambre y la sed que cercenan las vidas y ahogan las esperanzas de muchos. Aviva en mi la presencia de tu Santo Espíritu. Que tu Palabra me redarguya, me comprometa, me interpele y me mueva a practicarla sin demora y a llevarla a los que aún se encuentran en la oscuridad. Enséñame a discernir desde la perspectiva del Evangelio la realidad que me ha tocando vivir, y a tener el valor para denunciar todo aquello que se opone a tu Palabra. Que no acomode tus enseñanzas incisivas y verdaderas a las doctrinas "Light" de estos tiempos. Enséñame a confiar sólo en Ti y en tu Santa Palabra, en el nombre de Jesús, Amén.


“Gracia y Paz”