sábado, 11 de agosto de 2012

JÚNTENSE CONMIGO


Éxodo 32:26.
“Se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo: ¿Quién está por Jehová? Júntese conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví”

Cuando hablamos de “júntense”, esta se define como la reunión de varias personas, vendría a ser la unión de dos o más personas. La palabra juntarse viene de unir, reunir, enlazar, acercar, o sea no quedarnos en la distancia, sino dar unos pasos y acercarnos; viene de acoplar, de agrupar, de amontonar, es decir vamos a hablar de la unidad, vamos de hablar de estar juntos.

La Biblia dice que en el cielo, Luzbel no quiso estar unido. A Luzbel la luz del Señor le daba en sus vestidos y creía que tenía luz propia, que podía brillar solo y se separó. Nuestro Dios le dijo: “Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra…” (Ezequiel 28:17); y fue arrojado de un puntapié.

Abraham fue llamado por Dios y tuvo que renunciar a su tierra y a su parentela. Dios llamó a Abraham para que se juntase; pero primero para que renunciase a sus seres queridos. Después Dios trató con Isaac, después con Jacob. José fue quien traslado toda su familia a Egipto. Luego al pasar el tiempo el pueblo de Israel fue esclavo por unos 430 años, pero el pueblo de Israel se junto para pedir libertad, y para ser libre lo único que hay que hacer es clamar a Dios; y para esto Dios llamó a Moisés, quien empezó a juntarlos, para llevarlos a la tierra que fluye leche y miel.

Este pueblo por no permanecer juntos, porque tuvo dudas, surgiendo la incredulidad; y esto los llevó a la idolatría. Dios le había dado a este pueblo una fuerza especial, juntos soportaron las diez  plagas, juntos disfrutaron de la pascua y juntos cruzaron el Mar Rojo. Dios los alimentó, aun la ropa y los calzados ni se desgastaron, porque cuando estaban juntos Dios los cuidó. Juntos vieron la gloria de Dios y conocieron a Jehová su proveedor, y juntos llegaron al monte Sinaí.

Moisés subió a la cima del monte Sinaí, Josué se quedó cerca, y abajo en la llanura estaba Aarón con el pueblo; y “viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido” (Éxodo 32:1). En medio de todas las bendiciones, entonces surgió la separación, ya no estaban juntos. Aarón estaba abajo, no había subido al monte; ese es el peligro de los que no suben y se quedan siempre abajo, que toman malas decisiones, por eso nosotros debemos estar buscando las alturas, debemos estar escalando peldaños, tenemos que estar siempre subiendo, aquí no se puede bajar, aquí no se puede estar en la llanura, aquí Dios nos ha llamado a subir el monte y veremos como Dios nos respaldará.

Llegó entonces el momento que Aarón se separó e hizo el becerro de oro que el pueblo le pidió. Los que están arriba, mientras están haciendo la obra de Dios, mientras están yendo para otros países, no faltarán los que están abajo que quieran dividirse o crear división a la obra. Entonces el pueblo se volvió a la Idolatría y vino la murmuración. “¡Ay de ellos! porque se apartaron de mí; destrucción vendrá sobre ellos, porque contra mí se rebelaron; yo los redimí, y ellos hablaron mentiras contra mí” Oseas 7:13. ¡Ay de ellos! Porque se han apartado y están lazando lodo y todo mal, hablando mentira, ellos estaban hablando mal de uno de los Siervos de Dios, de la obra de Dios, están hablando mal del Señor, lo están haciendo contra el Dios Todopoderoso.

Moisés estaba en las alturas, ellos estaban en las faldas del monte Sinaí. Los Israelitas al ver que Moisés demoraba, le pidieron a Aarón que le hicieran dioses que les pudieran guiar, creyeron que Moisés se había olvidado del pueblo. Aarón aceptó y pidió a este pueblo sus ornamentos para hacer el becerro de fundición. Mientras Moisés estaba en la cima ellos tenían fiesta, tenían orgia, había idolatría. “Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido. Pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto” Éxodo 32:7-8.

La gloria que era de Dios se la dieron para el becerro de fundición. “Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz. Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una nación grande. Entonces Moisés oró en presencia de Jehová su Dios, y dijo: Oh Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor contra tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte? ¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de tu ira, y arrepiéntete de este mal contra tu pueblo” Éxodo 32:9-12.

Moisés trató de detener la ira de Dios. “Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel sus siervos, a los cuales has jurado por ti mismo, y les has dicho: Yo multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo; y daré a vuestra descendencia toda esta tierra de que he hablado, y la tomarán por heredad para siempre. Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo” Éxodo 32:13-14.

Moisés desciende del monte, con las tablas en sus manos. “Cuando oyó Josué el clamor del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: Alarido de pelea hay en el campamento. Y él respondió: No es voz de alaridos de fuertes, ni voz de alaridos de débiles; voz de cantar oigo yo” Éxodo 32:17-18.

“Y aconteció que cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, ardió la ira de Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte. Y tomó el becerro que habían hecho, y lo quemó en el fuego, y lo molió hasta reducirlo a polvo, que esparció sobre las aguas, y lo dio a beber a los hijos de Israel” Éxodo 32:19-20. Cuando Moisés ya estaba bajando del monte Sinaí, entonces ve el becerro de oro y a los que están danzando, que están adorando el becerro de oro, Moisés llevaba las tablas, arrojó las tablas y viendo Moisés lo que hizo Aarón que los dividió en la idolatría, Moisés vio la división y dijo: ¡Aquí yo no me voy a poner hacer ninguna cosa, no, aquí hay que hacer un alto, aquí hay una división!

Él se ha dejado dañar por esto, sí como hay una división y están creando una división, lo que voy hacer es lo siguiente, dice Moisés, esto es con tranquilidad, esto es con serenidad, con sabiduría de Dios y con dirección de Dios, entonces es que Moisés habla y dice: “Se puso Moisés a la puerta del campamento…” Éxodo 32:26. El campamento tenía una puerta y allí Moisés se colocó, descendió completamente tranquilo, luego de lanzar las tablas se detuvo frente a la puerta del campamento y dijo: “¿Quién está por Jehová?” (v. 26). Sencillo, aquí nosotros no necesitamos a nadie que no esté por Jehová, que no quiere identificarse con nuestro Dios, lo que se identifica con el diablo, con Satanás, con Lucifer, con los demonios, a esos no los necesitamos, que se entienda.

“¿Quién está por Jehová?” Esa fue la pregunta. Inmediatamente les dijo: ¡Júntense los que estén por Jehová! O sea, vamos a estar juntos, vamos a volver a lo que éramos antes, a la unidad, vamos a volver a estar juntos, porque separados no podemos hacer la obra. Aquí necesitamos un cuerpo ministerial que este junto, que este unido, si nosotros estamos unidos no hay diablo que pueda contra este pueblo, juntos así amarrados, el Señor nos quiere juntos, ¿quién está por Jehová?, ¡júntese conmigo!

“¿Quién está por Jehová?” Basta ya de los hipócritas, basta ya de los traidores, basta ya de los dobles cara, aquí tenemos que ser de una sola cara, aquí no puede haber traidores, a los de doble cara los vamos a sacar fuera en el nombre del Señor. Entonces el llamado aquí es por los que están por Jehová; entonces inmediatamente dice: “Júntense conmigo”. El bando de Jesús está a un lado, el bando del diablo está al otro lado; en el bando del Señor hay dominio, hay control, en el lado del Señor hay sabiduría, en el lado del Señor hay poder.

Salomón vino y se postró al lado del Señor y se acercó, porque esto es asunto de acercamiento; ¡Me acerco al Señor, me defino de una vez por todas, o sigo jugando al escondite, a los disfraces, me pongo esta máscara cuando estoy aquí y me pongo la otra máscara por allá…! Aquí tenemos que tener la cara que tenemos, aquí no es ponerse ni quitarse máscaras; nosotros encontramos que en el lado del enemigo está la soberbia, están los ciegos espirituales, que no ven nada, en el lado de los enemigos está la difamación, en el lado de los enemigos está la calumnia, en el lado de los enemigos esta la murmuración, en el lado del enemigo está la mentira, en el lado del enemigo está el adulterio, en el lado del enemigo está la fornicación, en el lado del enemigo está todo clase de vicios, está el homosexualismo, está el lesbianismo, en el lado del enemigo está el pecado.

Ahora dice: “¡Júntense conmigo!” Y se juntaron toda la tribu de Leví. O sea, hay que juntarse, pero quiénes empezaron a juntarse: los que empezaron a juntarse fueron los pastores, la tribu de Leví. ¿Dónde están los pastores que quieran juntarse?, es hora de juntarnos, si están junto con Él no importa lo que está hablando el diablo, no importa la murmuración ni la mentira, no importa, lo ponemos bajo la planta de nuestros pies, porque no tiene parte ni suerte con ninguno de nosotros, somos sus hijos, somos sus Siervos y hay que respetar los hombres y las mujeres de Dios. Lo primero era separación; la gente que está hablando mal de esta obra, no merece ser nuestros amigos, vamos a comprometernos con Dios, a cortar toda comunicación con el otro bando, ese bando de Satanás, ese bando es del enemigo y nosotros necesitamos el bando del Señor, júntense; lo primero es SEPARACIÓN y lo segundo es CONSAGRACIÓN.

¿Quién está del lado de Jehová? Un pueblo unido no puede ser destruido, un pueblo unido no puede desaparecer. Nada puede destruir a un pueblo que está unido, un pueblo que está unido hay una fuerza grande, hay una fuerza superior, el Señor nos quiere juntos. El diablo no puede porque este pueblo está junto, que siga hablando el diablo, que como la iglesia primitiva se multiplicará, se multiplicaban por miles, no importa la mentira del diablo, nosotros seguiremos juntos, más juntos, ¡nosotros estamos juntos, con nuestro Dios!

“Gracia y Paz”
(Impacto Evangelístico)

NUESTRA CRISIS ANTE LA CRUZ


¿Cómo obtenemos la victoria de Jesús en nuestras vidas? ¿Cómo nos apropiamos de Su resurrección y vida nueva?.

Primero déjeme preguntarle: ¿Cómo sabe usted que es salvo? Por supuesto, es por fe. El conocimiento de nuestra salvación viene únicamente por fe en la Palabra de Dios.

De la misma manera, nosotros debemos tomar la cruz, abrazarla y recibir victoria por fe en el poder existente en la sangre derramada por Jesús. Nosotros debemos admitir, “Dios, yo no tengo poder. Yo no cuento con la habilidad para librarme o para crucificarme a mí mismo, o ningún poder sobre el pecado. Rindo todos mis propios esfuerzos para morir al pecado”.

Por fe, nosotros “en Cristo” - debemos disfrutar de los todos los beneficios que Él ha alcanzado. Usted observa cómo desde el mismo momento en que nacimos de nuevo, nosotros hemos estado en Cristo - y esto significa que nosotros entramos en todo aquello que le sucedió a Él. Esto incluye Sus victorias así como Su crucifixión. Si nosotros estamos de acuerdo con la Palabra de Dios acerca de que nuestros pecados son malvados en exceso, entonces debemos estar de acuerdo con las buenas cosas que la cruz ofrece. Éstas son nuestras -porque Jesús las obtuvo para nosotros.

La Palabra de Dios dice que una vez que nosotros abrazamos la cruz somos crucificados en Cristo y resucitados con Él en una nueva vida. ¡Somos hechos libres! Podemos ofrecer nuestros cuerpos al servicio del Señor y ofrecer nuestros miembros como instrumentos de rectitud.

En ciertos momentos usted puede tropezar debido a incredulidad, pero usted puede agarrarse de la verdad que dice que al final la victoria es suya porque usted clamó, “Señor, yo voy a confiar en Ti hasta que la victoria llegue”.

Yo le agradezco a Dios por la cruz de Cristo y le agradezco por sus crisis. Por experiencia sé que la mejor “predicación sobre gracia” en el mundo es el predicar sobre la cruz. ¿Ha usted traído su crisis ante la cruz? ¿Qué tal sobre aquélla atadura de la cual usted desea ser liberado?

Hay liberación para usted hoy, pero ésta no vendrá hasta que usted se postre delante de Jesús y traiga su crisis frente a Su cruz. Ahí usted deberá estar de acuerdo con Su palabra: “Yo no puedo continuar más en mi pecado, no por una hora más. ¡Dios, te la traigo a ti hoy!

“Gracia y Paz”
 (David Wilkerson)

¿SABES QUE LO QUE TÚ NECESITAS, ESCRITO ESTÁ?


1 Juan 1:1-4
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido".

Hay un dicho popular que dice: “Ponlo en blanco y negro”, queriendo decir: “Escribe en un papel lo que estás diciendo”. O sea, cuando una promesa o una declaración se escribe en un documento adquiere un valor que no tenía antes. Las palabras habladas se pueden olvidar o se pueden modificar al repetirlas. Sin embargo, las palabras escritas no dependen de la memoria y no se pueden cambiar ni ignorar fácilmente.

En el Antiguo Testamento, cada vez que Dios habló al pueblo de Israel, dijo a sus profetas que escribiesen lo que él había dicho, pues no quería que sus palabras se olvidaran ni se tergiversaran. Por ejemplo, en Deuteronomio 5:22 Moisés le dice a los israelitas: "Estas palabras habló el Señor a toda vuestra congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz; y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí". También el profeta Habacuc escribió: "Y el Señor me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella" (Habacuc 2:2). En muchos otros lugares en la Biblia vemos claramente la intención de Dios de dejar plasmada su voluntad por escrito.

En el Nuevo Testamento podemos ver el mismo patrón de escribir para la posteridad. Los apóstoles, que fueron testigos presenciales de las obras y los milagros de Jesús, y escucharon de sus labios las enseñanzas de su evangelio, las escribieron bajo la dirección del Espíritu Santo, de manera que todas esas cosas quedasen impresas para siempre y sus lectores conociesen la verdad y el amor de Cristo y pudiese cumplirse en ellos el gozo prometido por el Señor, dice el pasaje de hoy. Otros, como Pablo, Lucas y Santiago fueron también inspirados por el Espíritu Santo para plasmar en sus cartas las instrucciones para una vida de victoria, de acuerdo al corazón de Dios. Todo lo que está escrito en la Biblia fue inspirado por Dios, "a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra", afirma 2 Timoteo 3:16-17.

Mientras se preparaba para comenzar su ministerio aquí en la tierra, Jesús se enfrentó a Satanás en el desierto, y cada vez que el diablo intentó hacerle caer en tentación, el Señor le contestó con palabras que habían sido escritas siglos antes por hombres inspirados por el Espíritu de Dios. En Mateo 4:4 le dijo a Satanás: "Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Deuteronomio 8:3). En Mateo 4:7, "Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios". (Deuteronomio 6:16). Y por tercera vez (Mateo 4:10), Jesús le contestó: "Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás". (Deuteronomio 6:13). Y finalmente el diablo tuvo que irse sin lograr su objetivo.

Cuando leemos cada día la palabra de Dios, meditamos en ella, y la aplicamos a nuestras vidas estaremos preparados para enfrentar absolutamente todas las circunstancias que se nos presenten en la vida, por difíciles que éstas sean, y obtendremos la victoria porque estas palabras son “poder de Dios”, afirmó Pablo en 1 Corintios 1:18. De esta manera, cuando te encuentres ante la tentación, o en medio de una difícil prueba, o en momentos de tristeza o soledad, siempre podrás recordar ese versículo que viene bien en tu situación, y decir con autoridad “Escrito está”, pues Dios ha provisto en su palabra desde hace mucho tiempo el poder para que salgas triunfante.

ORACIÓN:
Padre santo, gracias te doy por haber previsto con anticipación la solución para cada situación en la que me voy a encontrar en mi vida, y por haber escrito la fórmula del triunfo. Ayúdame a escudriñar tu santa palabra cada día de mi vida, y a recordarla en el momento en que necesite usarla. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”
Dios te Habla

OJOS PARA VER


Salmo 143:6
“Extendí mis manos a ti, mi alma a ti como la tierra sedienta”.

Mi primera visión de la tierra prometida desde los montes de Moab fue decepcionante. «¿Ha cambiado mucho desde que los israelitas estuvieron aquí?», le pregunté a la guía mientras mirábamos hacia Jericó. Esperaba que el contraste fuera notorio en comparación con el lado oriental del Jordán. «No —respondió—. Se ha mantenido igual durante miles de años».

Así que, reformulé la pregunta: «¿Qué vieron los israelitas cuando llegaron aquí?». «El mayor oasis de toda la superficie de la tierra», contestó ella.

Entonces, comprendí. Yo había atravesado el estéril desierto en un autobús de lujo, con aire acondicionado y botellas de agua helada. Para mí, un oasis no era nada espectacular. Los israelitas habían pasado años vagando por un desierto seco y caluroso. Para ellos, el extenso e irregular terreno de color verde pálido en la brumosa lejanía era sinónimo de agua fresca y vivificadora. Ellos estaban muertos de sed; yo, fresquito. Ellos estaban exhaustos; yo, descansado. A ellos les había llevado 40 años llegar allí; a mí, 4 horas.

Al igual que un oasis, la bondad de Dios se encuentra en los sitios áridos y difíciles. Me pregunto: ¿cuántas veces no alcanzamos a percibir su bondad porque nuestros sentidos espirituales han sido adormecidos por las comodidades? A veces, las dádivas del Señor se ven con más claridad cuando estamos cansados y sedientos. Quiera Dios que siempre tengamos sed de Él (Salmo 143:6).

Jesús es la única fuente que puede satisfacer la sed del alma.

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LEA: Josué 3:1-11
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Biblia en un año: Isaías 46–48
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“Gracia y Paz”
Nuestro Pan Diario

¡¡VOLVAMOS A LAS SENDAS ANTIGUAS!!


Ay un mal residiendo en el campo del Señor, tan grotesco en su desfachatez que hasta el más despistado no puede dejar de notarlo. Desde hace algunos años este mal se ha desatado a una velocidad anormal y ha traído consigo oprobio tras oprobio; y su penetración ha sido como la de la levadura leudando toda la masa.

Raras veces ha hecho el diablo algo tan sutil como convencer a la iglesia de que parte de su misión es proveer entretenimiento a la gente con el fin de ganarlos para Cristo. Con esa filosofía la iglesia ha dejado de lado la predicación bíblica de los puritanos y ha ido progresivamente rebajando su testimonio hasta ponerse a coquetear con las frivolidades de la época excusándolas y tolerándolas hasta que finalmente ha terminado adoptándolas, alegando que lo hace para alcanzar a las masas.

Mi protesta contra esto es que entretener a la gente en la iglesia es algo de lo cual no se habla nada en las Escrituras. Si esto es parte de la obra de Dios ¿Por qué Cristo no habla nada de ello? El dijo: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” Esto es suficientemente claro. También habría sido claro si Él hubiese dicho: “…y provéanle diversión a quienes no les gusta el evangelio”. Pero en la Biblia no hallamos ni una sola palabra al respecto. El Señor no parece haber pensado en eso.

También leemos: “Y Él mismo constituyo a algunos apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros.” ¿En donde están los que entretienen aquí? El Espíritu Santo calla con respecto a ellos. ¿Por qué fueron perseguidos los profetas? ¿Por entretener a la gente o por negarse a hacerlo? Las orquestas no tienen listas de mártires. Igualmente, proveer entretenimiento está en antagonismo directo con la vida de Cristo y de sus apóstoles. ¿Cuál fue la actitud de la iglesia hacia el mundo? El Señor dijo: “Ustedes son la sal de la tierra”, no dijo que somos caramelos—algo que el mundo saborearía; Él dijo, “ustedes son sal”, y eso es algo que el mundo escupe, no lo tolera. Cuando el Señor dijo clara y brevemente: “deja que los muertos entierren a sus muertos,” Él estaba hablando de una terrible dedicación.

Si Cristo hubiese introducido elementos más animados y placenteros en su misión, habría sido más popular. Yo no leo que haya dicho: “Pedro, corre detrás de la gente y diles que mañana vamos a tener un diferente estilo de servicio, que va a ser corto y atractivo, con poca predicación, que vamos a tener una noche agradable para la gente. Diles que lo van disfrutar. ¡Apresúrate Pedro, tenemos que alcanzar a la gente a como de lugar!”. Jesús se compadeció de los pecadores, suspirando y llorando por ellos, pero nunca buscó entretenerlos NUNCA. Seria en vano examinar las epístolas buscando algún indicio de entretenimiento evangélico. El mensaje es, “Vengan, arrepiéntanse, limpien sus pecados”. Cualquier cosa que parezca trivialidad es notable por su ausencia. Los apóstoles tenían una confianza ilimitada en el evangelio y no empleaban ninguna otra arma más que esa.

Después de que Pedro y Juan fueron apresados por predicar, la iglesia tuvo un servicio de oración, y ellos no oraron, “Señor, concede a tus siervos que con el sabiduría y discernimiento hagamos uso de un entretenimiento inocente para mostrarle a la gente cuán felices somos contigo”. Ellos no cesaban de predicar a Cristo y no tenían tiempo para estar organizando cultos entretenidos. Esparcidos por la persecución, ellos iban por todas partes predicando el evangelio. Fue de esa manera que trastornaron el mundo entero. ¡Allí esta la diferencia! ¡Señor, libra a tu iglesia de toda la podredumbre y la basura que el diablo le ha arrojado! ¡Trae a tu iglesia de vuelta a los métodos apostólicos!

Finalmente, el método del entretenimiento falla en alcanzar el fin deseado. Lo que produce es confusión, especialmente entre los recién convertidos. ¡Que hablen y testifiquen los negligentes y escarnecedores que hay en las iglesias diciéndose cristianos y que agradecen a Dios porque la iglesia los salió a encontrar a medio camino! ¡Que se levanten los que siguen emborrachándose pero que testifican que las obras teatrales en la iglesia fueron el eslabón en la cadena que los llevo a convertirse! ¡Que no callen los cargados y trabajados que han encontrado paz espiritual y santidad a través de los conciertos! No hay respuesta. El entretenimiento no produce conversiones bíblicas.

La necesidad del momento para el ministerio es una fe llena de conocimiento unida a una intensa espiritualidad, brotando la una de la otra como el fruto brota de la raíz. Lo que necesitamos es la doctrina bíblica entendida y experimentada de tal manera que encienda en los hombres el poderoso fuego de la santidad del evangelio. Escarnecedores que hay en las iglesias diciéndose cristianos y que agradecen a Dios porque la iglesia los salió a encontrar a medio camino! ¡Que se levanten los que siguen emborrachándose pero que testifican que las obras teatrales en la iglesia fueron el eslabón en la cadena que los llevo a convertirse! ¡Que no callen los cargados y trabajados que han encontrado paz espiritual y santidad a través de los conciertos!

No hay respuesta. El entretenimiento no produce conversiones bíblicas. La necesidad del momento para el ministerio es una fe llena de conocimiento unida a una intensa espiritualidad, brotando la una de la otra como el fruto brota de la raíz. Lo que necesitamos es la doctrina bíblica entendida y experimentada de tal manera que encienda en los hombres el poderoso fuego de la santidad del evangelio.

“Gracia y Paz”
(Charles H. Spurgeon)
Fuente: Ahora ha Venido La Salvación// Now Is Come Salvation.

NUESTRO FUNDAMENTO FIRME


Lucas 6:46-49
“¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo? Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante. Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca. Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa”.

Dios tiene maneras de sacudir al mundo. Literalmente, causó un temblor de tierra cuando Jesús murió en la cruz, y Hebreos 12:26 describe un tiempo en el futuro cuando la Tierra experimentará una demostración semejante de su poder y su presencia.

Asimismo, Dios permite hoy que los fundamentos de nuestro mundo sean sacudidos, ya sean las alianzas políticas, los sistemas financieros u otras formas de seguridad humana. Entonces podemos ver la fragilidad de las estructuras en las que hemos basado nuestras esperanzas.

Las vidas individuales son también sacudidas cuando una familia experimenta una crisis, o un matrimonio comienza a deshacerse. Si hemos construido sobre los frágiles cimientos de la sabiduría humana, del orgullo y del amor condicional, las cosas pueden parecer estar bien durante un tiempo, pero colapsarán cuando golpee la tormenta.

Aunque la adversidad nos afecta a todos, podemos tener paz al saber que Dios siempre tiene un propósito mayor cuando permite trastornos en nuestro mundo. Los tiempos difíciles nos pueden sacar de la apatía, recordándonos que no debemos confiar en nosotros mismos o en las cosas de este mundo. Hay solo un fundamento seguro: una relación profunda y genuina con Jesucristo, quien estará con nosotros en todas las turbulencias.

No basta con que disfrutemos de la seguridad de saber que nuestra "casa" está construida sobre un fundamento sólido. Como embajadores de Dios en la Tierra, tenemos la responsabilidad de extender su compasión a las personas cuyas vidas se están derrumbando.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria

HACIENDO LAS COSAS AGRADABLES A DIOS


1 Juan 3:22
“Y cualquier cosa que pidiéremos, la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él”.

Tal vez alguien va a mirar este verso y dirá, “Bien, yo le he pedido cosas de Dios que no he recibido.” Hay una condición: Que andemos en compañerismo con Él guardando su palabra, y que pidamos según su voluntad. Jesús dijo, “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”. Santiago 4:3. Sin embargo, yo creo que pensamos demasiado en las condiciones de la oración, sin pensar que grandes son las promesas, que Grande es nuestro Dios, y que a Él le gusta contestar nuestras oraciones y darnos cosas buenas. Le gusta cuando ejercemos la fe; le gusta cuando audazmente entramos en la presencia de nuestro Padre Celestial, y con fe le pedimos algo. Se complace en contestar la oración de fe. Entonces, guarda sus mandamientos, haz las cosas que a Él le gustan, y luego, “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” Hebreos 4:16.

“Gracia y Paz”
Un versículo de la Biblia cada Día