domingo, 14 de octubre de 2012

LECCIONES DE UNA CERCA


Mateo 7:24
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca”.


Cuando un viento huracanado derrumbó una parte de la cerca que rodea nuestra casa, mi primera reacción fue culpar al hombre que la había colocado pocos meses antes. Tras un momento de reflexión, me di cuenta de que la culpa era mía. Cuando estaba casi terminada, le dije al constructor que no hacía falta reemplazar cuatro postes de la cerca anterior con otros de cemento. «Solo fije la nueva cerca a los postes viejos —dije—. Quedará bien». Así fue… hasta que llegó el viento.

Jesús narró una valiosa historia para enfatizar la importancia de construir nuestra vida sobre el sólido fundamento de obedecer su Palabra: «Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena» (Mateo 7:24-26). Cuando el viento y la lluvia arrecian contra las casas, solo queda en pie la que está edificada sobre la roca.

Oír la Palabra de Dios es esencial, pero hacer lo que Él dice es la clave para sobrevivir a las tormentas de la vida. Nunca es demasiado tarde para empezar a construir sobre la Roca.

Cuando el mundo se desmorona, Dios es la Roca donde podemos afirmarnos.

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LEA: Mateo 7:21-29

Biblia en un año: Mateo 5–7
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“Gracia Y Paz”
Nuestro Pan Diario

SI DIOS POR NOSOTROS, ¿QUIEN CONTRA NOSOTROS?


Romanos 8:31
“¿Pues qué diremos á esto? Si Dios por nosotros, ¿quién contra nosotros?”

Si regresas a versículo 28 y lees los versículos que preceden al de hoy, encontraras que a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan a bien, o sea que todas las cosas cooperan para el bien del quien está llamado de Dios según su propósito, y que a los que antes conoció, también predestinó que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, y a los que predestinó, a éstos también llamó, y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.

En verdad, ¿Qué diremos a esto? ¡Aleluya! Hay una cadena dorada de eventos que empiezan con el propósito de Dios, y luego que nos conoció, y luego nos predestinó a ser conformados a la imagen de su Hijo, y a estos llamo, y los que justificó, también glorificó. ¿Qué diremos? Lo único que yo puedo decir es que esto es ¡maravilloso! Y luego, ¡gracias Padre Celestial!, en el nombre de Jesús Amen.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día