domingo, 14 de septiembre de 2014

¿SABES PORQUE ESTÁS AQUÍ EN LA TIERRA?



¿Sabes porque estás aquí en la tierra?

Estás aquí para servir a Dios y Dios quiere que le sirvas sirviendo a los demás. Muchos quieren servir al Señor pero no quieren servir a los demás y la única manera de servir a Dios es sirviendo a los demás. En las Santas Escrituras encontramos una palabra para definir esto, se llama «ministerio». Al igual que muchas otras palabras, muchos malentienden “Ministerio”. Cuando hablamos de «ministro» la mayoría de las personas piensan en un pastor o en algún servidor de la iglesia local, pero la Biblia dice que todos los creyentes somos ministros. Desde luego que no todos los creyentes podemos ser pastores, pero definitivamente todos los creyentes somos Ministros.

Nuestro ministerio es sencillamente ayudar a otros. Debemos usar nuestros talentos, capacidades, antecedentes y experiencias para ayudar a los demás. ¿Sabes cómo se llama eso? Ministerio. ¿Y sabes que es lo que somos? MINISTROS. En la Biblia la palabra «servicio» y «ministerio» son la misma. Por lo tanto, todos fuimos llamados a ministrar. Pero tú dices: «No estoy llamado para el ministerio» ¡Claro que sí fuiste llamado! PORQUE SI fuiste llamado para la salvación, también fuiste llamado al servicio.


“Mi casa y yo serviremos a Yahweh”

Las buenas nuevas son que Dios no solo nos creó para el servicio sino que nos dejó un modelo. Entonces Jesucristo vino al mundo en forma de hombre y dijo: «Esto es lo que quiero que hagas con tu vida», «Así es como debes hacerlo. Observa cómo lo hago». Fuiste creado para ser como Cristo, y ¿qué hizo Cristo mientras estuvo aquí en la tierra? Sirvió. Fíjate en el siguiente versículo: Mateo 20:28: “como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. Jesús fue fiel en el cumplimiento de su servicio. No se dio por vencido. No se rindió. Fue perseverante. Y si vas a servir como Jesús deberás servirle durante toda tu vida.

Quizás algún día nos jubilaremos de nuestro empleo, pero nunca nos jubilaremos de nuestro ministerio cristiano.

Mateo 25:40
“Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo: En cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”.



¡Gracia y Paz!