miércoles, 20 de junio de 2012

NUESTROS DONES PARA SU REINO



1 Corintios 12:4-7
“Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho”.

Muchos escuchan la palabra "servir" y sienten que no tienen las cualidades necesarias para marcar una diferencia en las vidas de otros. Esto es verdad sin la ayuda de Dios. Pero Él nos ha dotado de maneras especiales, con un propósito en mente. Su plan implica que usemos estos talentos para servirle haciendo bien a los demás.

Satanás quiere hacernos creer lo contrario. Nuestro enemigo quiere que nos fijemos en lo que están haciendo otros, para que luego nos sintamos inferiores. Por ejemplo, he escuchado a algunas mujeres decir: "Yo soy solo un ama de casa". Ven a otras personas predicando y cantando en el coro, y desearían poder hacer algo muy grande para Dios. Amigas, no puede haber nada más lejos de la verdad. Sobre quienes instruyen a sus hijos en la verdad de Dios descansa una gran responsabilidad.

En realidad, el Espíritu Santo le ha dado a cada creyente una tarea específica en el reino de Dios. La Biblia explica esta idea comparándola con el cuerpo humano: cada persona tiene dones y propósitos que hacen que todo el sistema funcione bien. Pero si el talón quiere tener el papel del ojo, todo el cuerpo perderá el equilibrio.

Cada parte es importante, aunque algunas son menos evidentes que otras. La verdad es que, las personas que parecen poseer menos talentos, tienen una ventaja porque son menos propensas al orgullo.

Notemos cómo se definía Pedro a sí mismo: "Siervo y apóstol de Jesucristo" (2 P 1:1). Después que decidió seguir a Jesús, se veía a sí mismo como un siervo de Dios. Nosotros, también, somos llamados a servir al Rey de Reyes con las capacidades que nos han sido dadas.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria

EN NINGÚN OTRO HAY SALVACIÓN


Efesios 4:5
“Un Señor, una fe, un bautismo”.

Entre los cristianos puede haber mucha diferencia de raza, de edad, de educación, etc., pero hay solo un Señor.

Es posible creerse muy liberal, muy tolerante, y hablar de muchos caminos al cielo, pero el apóstol Pedro hablando de Jesús dice: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” Hechos 4:12. Jesús es el único cordero sacrificial que murió por nuestros pecados.

No hay senderos múltiples que llevan al cielo. Hay un Bautismo. El bajarnos en el agua es un símbolo de nuestra muerte al pecado y nuestra sepultura, y el levantarnos del agua es símbolo de nuestra resurrección de los muertos para andar en una nueva vida de obediencia al Señor. Hay solo un camino hacia el cielo. Jesús dijo, “YO SOY EL CAMINO, Y LA VERDAD, Y LA VIDA; NADIE VIENE AL PADRE, SINO POR MI. Juan 14:6.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día