miércoles, 4 de septiembre de 2013

DIOS CUENTA TODAS LAS COSAS



Génesis 15:5
“Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar”.

Job 31:4
“¿No ve él (Dios) mis caminos, y cuenta todos mis pasos?”

Antonio y Silvia estaban jugando en el comedor cuando su madre puso un plato de galletas en la mesa y se fue. «¡Mmm! ¡Huele bien!, dijo Antonio. Me comeré una». Su hermana le agarró el brazo y le dijo: «No toques nada; mamá se enfadará; es para el postre». –No creo que las haya contado, dijo el niño. –Quizás el Señor sí, respondió su hermana. Antonio se quedó pensativo, y después de un momento, dijo: –Tienes razón. Dios cuenta, porque la Biblia dice que incluso los cabellos de nuestra cabeza están todos contados (Mateo 10:30). Y este verso de la Palabra de Dios lo hizo triunfar sobre la tentación.

En efecto, Dios cuenta las cosas. Un rey pagano lo comprobó. Había olvidado a Dios; pero Dios, por su parte, había contado… En una noche de orgía, Belsasar, aterrorizado, vio cómo se inscribían en la pared de la sala del festín estas solemnes palabras: “Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin… Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto… Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas” (Daniel 5:26-28). El momento de hacer las cuentas había llegado. Al final de la lista de los pecados del rey, Dios iba a inscribir un total implacablemente justo. “La misma noche fue muerto Belsasar” (Daniel 5:30).

Si Dios cuenta todos mis pasos, también cuenta todos mis días. Cada uno puede preguntarse: «¿Cuántos me quedan?», pero sería mucho mejor preguntarse: «¿Estoy en regla con Dios?».


“Gracia y Paz”

La Buena Semilla

ORACIÓN:



Padre amoroso y misericordioso, te ruego limpies mi corazón y mis labios de toda mentira o medias mentiras, pues ellas lo único que hacen es destruir mi vida y mi integridad. Ayúdame a conocer la verdad a través de la lectura de tu Santa Palabra y a vivir en ella plenamente para que tu nombre sea glorificado. Dame sabiduría y discernimiento espiritual para entender lo que tu quieres hacer en mi vida, en el nombre de Jesús, Amén.

¿CUÁL ES LA VERDAD?



Efesios 4:25
"Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros".

Por todas partes han surgido tantas personas proclamando tantas verdades que la gente ya no sabe donde está la "verdadera" verdad. Vivimos en un mundo colmado de mentiras donde aún las que se consideran supuestas verdades son rotundas mentiras. Por otro lado existen las llamadas medias verdades, las cuales no dicen totalmente la verdad ni son totalmente una mentira. También oímos hablar de "las mentiras piadosas" o "mentiras blancas". Esta forma de expresión ha inundado prácticamente todos lo sectores de la sociedad inclusive a los cristianos. Muchas veces para salir de situaciones embarazosas se utilizan estas "mentiras piadosas". Para obtener beneficios laborales o mejoras económicas muchos no vacilan en utilizar cualquier clase de mentira. Para muchos, decir la verdad simplemente significa meterse en problemas. Y prefieren no decirla. Entonces, ¿cómo podemos saber cuál es la verdad?

En la Biblia encontramos la respuesta a esta pregunta. En Juan 14:6, Jesús dice a sus discípulos: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Jesús no les dijo: "Yo hablo la verdad", o "Yo predico acerca de la verdad" sino “Yo soy la verdad” ¡La única verdad! Sólo existe una verdad absoluta, y esta verdad es Jesucristo. Como cristianos, tenemos un sólo camino a seguir que no sólo es decir la verdad sino vivir en la verdad. A medida que Cristo (“La Verdad”), vaya gobernando cada área de nuestras vidas nos resultará más fácil hablar verdad y nos deleitaremos más en vivir en la verdad.

La mentira proviene del diablo el cual, dice la Biblia, es un mentiroso. En Juan 8:44 Jesús se dirige a un grupo de judíos y les dice: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de su propia naturaleza habla; porque es mentiroso, y padre de mentira”. El diablo usa la mentira para hacer caer en sus trampas a las personas que las creen. Y desde ese momento son esclavas del pecado y la mentira. No es posible ser libres viviendo en la mentira. Una mentira siempre trae detrás otra mentira que trata de ocultar la primera, y después otra y otra más, y el resultado en una cadena de mentiras que mantiene esclavizado al mentiroso. Y, lamentablemente, este es el patrón en el mundo en que vivimos. Esto no debe extrañarnos si consideramos que, en su evangelio, el apóstol Juan llama al diablo “El príncipe de este mundo” (Juan 14:30). Y si Satanás es el “príncipe de este mundo”, ¿podemos acaso esperar que reine la verdad? Todo lo contrario.

En Juan 8:31, 32 Jesús dice a un grupo de judíos que habían creído en él: “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Conocer la Biblia, que es la Palabra de Dios, o sea leerla, escudriñarla, meditar en ella, recordarla y “permanecer” en ella obedeciéndola es la única manera de conocer la verdad y vivir en la verdad. Cuando además oramos pidiendo al Señor sabiduría y discernimiento espiritual, el Espíritu Santo usa esta palabra y nos da una clara revelación de la verdad. El apóstol Pablo, en su carta a los efesios les dice que no cesa de dar gracias por ellos, “haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él” (Efesios 1:16-17). Cuando llegamos a este nivel espiritual, entonces somos totalmente libres de la maldición que resulta de la mentira.

Si aun no lo haces, decide hoy dedicar todos los días un tiempo a leer la Biblia y a orar pidiéndole a Dios que te dé sabiduría y discernimiento espiritual para entender su Palabra, y llegar a conocer plenamente la única verdad.

ORACIÓN:
Padre amoroso y misericordioso, te ruego limpies mi corazón y mis labios de toda mentira o medias mentiras, pues ellas lo único que hacen es destruir mi vida y mi integridad. Ayúdame a conocer la verdad a través de la lectura de tu Santa Palabra y a vivir en ella plenamente para que tu nombre sea glorificado. Dame sabiduría y discernimiento espiritual para entender lo que tu quieres hacer en mi vida, en el nombre de Jesús, Amén.


“Gracia y Paz”
Dios te Habla


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