lunes, 30 de julio de 2012

CÓMO DERROTAR LAS TÁCTICAS DEL DIABLO


Juan 21:15-19
“Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme”.

Todos nosotros pasamos por el valle del fracaso. Pero la pregunta clave es: ¿Qué haremos después? Lamentablemente, muchos creyentes que tropiezan renuncian a una vida vibrante de servicio en el reino, aceptando una vida de derrota. Pero el fracaso puede ser también una oportunidad para comenzar a vivir de nuevo con la fortaleza de Cristo.

Por su orgullo, Pedro pensó que su fe era más fuerte que la de todos los discípulos, y juró que aunque los demás abandonaran a Jesús, Él jamás lo haría (Marcos 14:29). Pero cuando llegó el momento de la prueba, negó conocer a Cristo —y lo hizo tres veces (Mateo 26:69-75). Satanás esperaba que el discípulo quedara tan herido por su deslealtad, que su fe se viera arruinada.

Asimismo, cuando el enemigo nos zarandea, su propósito es arrinconarnos y hacernos inútiles para el reino de Dios. Es por eso que ataca nuestros puntos fuertes, especialmente las áreas en las que nos consideramos invencibles. Pero si estamos dispuestos, el Señor puede utilizar nuestros fracasos para limpiar nuestra vida, como lo hizo con Pedro. Después de la resurrección, Jesús se reunió personalmente con el discípulo y lo restauró, preparándolo para que se convirtiera en un gran líder. El Señor le aclaró a Pedro que su potencial para servir había sido definido, no por su fracaso, sino por su firme amor a Cristo.

Pedro depuso su orgullo, recibió la sanidad que le ofreció el Señor Jesús, y se vistió de valor con la ayuda del Espíritu Santo. Luego arriesgó su vida para llevar el evangelio, y así otros pudieran conocer de Cristo. El fracaso fue el catalizador que creó en Pedro una fe más fuerte y más auténtica.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria

¿SI PECAMOS, QUE LOGRAMOS?


Job 35:6
“Si pecas, ¿en qué afectas a Dios? Si multiplicas tus faltas, ¿en qué lo dañas?”.

En este pasaje Eliú pensaba que El Señor estaba apartado de los seres humanos y que lo pecados no afectaban a Dios, pero su percepción es incorrecta. Nosotros también pensamos que cuando pecamos no afectamos nuestra relación con Dios y a veces queremos sacar provecho de su “gracia”, de su inmenso y eterno perdón.

La Palabra revela que Dios no carece de emociones y se siente herido cuando  rechazamos su amor, (Efesios 4:30). Dios se siente contristado cuando nos volvemos contra Él y pecamos. Al contrario, Dios se alegra mucho cuando su pueblo le sigue en amor, obediencia y lealtad (2 Corintios 9:7).  En el nombre de Jesús, amén y amén.

“Gracia y Paz”
Pan De Vida

SI JEHOVÁ ES DIOS, SÍRVELE A ÉL

Deuteronomio 2:3
“Harto habéis rodeado este monte; volveos al aquilón”.


Los Israelitas habían rodeado la montaña Seir, muchas veces en lugar de ir directamente a la tierra prometida. Iban en un circulo.

Ahora, si tu vas en un círculo, hay tres resultados:

1. Pierdes tiempo.
2. Pierdes energía.
3. Terminas exactamente donde empezaste.

Tal vez tu has rodeado tu propia montaña de indecisión. “Voy a hacer muchas cosas diferentes…mañana.” Voy a cambiar mi vida……mañana. De verdad, voy a servirle a Dios……mañana. Y sigues circulando esta montaña de indecisión. Ya has perdido suficiente tiempo. Ya es hora de ponerte en marcha. Elías lo dijo muy bien: “¿Hasta cuando te quedas entre dos opiniones? Si Jehová es Dios, Sírvele a él” 1 Reyes 18:21.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día