martes, 2 de octubre de 2012

ORACIÓN EN TIEMPOS DE INCOMPETENCIA


Nehemías 2:1-10
“Sucedió en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, que estando ya el vino delante de él, tomé el vino y lo serví al rey. Y como yo no había estado antes triste en su presencia, me dijo el rey: ¿Por qué está triste tu rostro? pues no estás enfermo. No es esto sino quebranto de corazón. Entonces temí en gran manera. Y dije al rey: Para siempre viva el rey. ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego? Me dijo el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos, y dije al rey: Si le place al rey, y tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré. Entonces el rey me dijo (y la reina estaba sentada junto a él): ¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás? Y agradó al rey enviarme, después que yo le señalé tiempo. Además dije al rey: Si le place al rey, que se me den cartas para los gobernadores al otro lado del río, para que me franqueen el paso hasta que llegue a Judá; y carta para Asaf guarda del bosque del rey, para que me dé madera para enmaderar las puertas del palacio de la casa, y para el muro de la ciudad, y la casa en que yo estaré. Y me lo concedió el rey, según la benéfica mano de mi Dios sobre mí. Vine luego a los gobernadores del otro lado del río, y les di las cartas del rey. Y el rey envió conmigo capitanes del ejército y gente de a caballo. Pero oyéndolo Sanbalat horonita y Tobías el siervo amonita, les disgustó en extremo que viniese alguno para procurar el bien de los hijos de Israel”.

Después que Nehemías se enteró de la desesperada situación de los judíos que habían regresado del exilio a Jerusalén, su corazón estaba agobiado (Nehemías 1:3, 4). Al conseguir su atención de esta manera, el Señor pudo revelarle a Nehemías lo que Él quería que hiciera. La Escritura no detalla su reacción al darse cuenta de que iba a ser parte de la solución, pero podemos imaginar la sensación de incompetencia que lo envolvió. ¿Cómo podría él ser de ayuda? Ni siquiera estaba cerca de Jerusalén, y en su posición como servidor del rey, no tenía la libertad de hacer las maletas y marcharse.

Pero, cuando Dios pone una carga en nuestro corazón, Él abrirá una puerta para llevar a cabo su voluntad. En este caso, el Señor usó la expresión de tristeza y la desesperada oración de Nehemías para preparar a un rey pagano para que lo enviara en su misión.

¿Cómo responde usted cuando siente que el Señor le está llamando a una tarea que parece estar más allá de sus capacidades? ¿Hace una lista de todas las razones que tiene para no hacerla? Dios ya conoce todo sobre usted y la situación. No le está pidiendo su permiso para proceder, sino que le está llamando a avanzar con fe y obediencia. Él no cometió ningún error al escogerle para la tarea, pero usted cometerá un gran error si se niega a realizarla.

Dios le preparará para seguir su llamado. El Espíritu Santo mora en cada creyente, y hace que cumplamos con la misión del Señor. No deje que el  sentimiento de incompetencia le impida obedecer, mas bien póngase de rodillas para que pueda levantarse con una visión y un poder renovados.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria

ESTAR SATISFECHO

Filipenses 4:11

“…he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación”.

Es difícil lograr contentamiento. Aun el apóstol Pablo, un héroe de la fe, tuvo que aprender a sentirse satisfecho. No era una característica natural de su personalidad.

Es verdaderamente asombroso que haya escrito que estaba contento en toda circunstancia. Cuando escribió esto, estaba preso en Roma. Acusado de sedición, traición y otros delitos graves, había apelado al tribunal supremo: César. Sin ningún otro recurso legal ni amigos en puestos influyentes, tuvo que esperar que atendieran su causa. Daba la impresión de tener derecho a ser una persona impaciente y desdichada. Sin embargo, les escribió a los filipenses para decirles que había aprendido a estar contento.

¿Cómo aprendió a estar así? Poco a poco, hasta que pudo estar satisfecho incluso en situaciones desagradables. Aprendió a aceptar todo lo que se le cruzaba en el camino (v. 12) y a recibir con gratitud toda la ayuda que pudieran darle los demás creyentes (vv. 14-18). Y lo más importante de todo: reconocía que Dios estaba supliendo todas sus necesidades (v. 19).

El contentamiento no es algo que le brote naturalmente a nadie. Nuestro espíritu competitivo nos impulsa a comparar, a quejarnos y a codiciar. Pocos se encuentran en apuros como los de Pablo, pero todos enfrentamos dificultades en las que podemos aprender a confiar en el Señor y a estar contentos y satisfechos.

EL CONTENTAMIENTO NO ES TENER DE TODO, SINO AGRADECER POR TODO LO QUE UNO TIENE.

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LEA: Filipenses 4:10-20

Biblia en un año: Miqueas 1–4
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“Gracia y Paz”
Nuestro Pan Diario

UN DIOS QUE PERDONA


Nehemías 9:17
“No quisieron oír, ni se acordaron de tus maravillas que habías hecho con ellos… Pero tú eres Dios que perdonas, clemente y piadoso, tardo para la ira, y grande en misericordia”.

Cierta vez un joven le reprochó a un creyente anciano y experimentado: –¿Por qué considera usted el cristianismo como la verdad absoluta? Creo que a Dios no le importa que los que le honren sean musulmanes, budistas o cristianos.

El cristiano le repuso: –El profeta Miqueas respondió a su pregunta hace unos 3.000 años: “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad?… echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados” (Miqueas 7:18-19). Sepa, joven, que sólo en la Palabra de Dios se promete el perdón de los pecados. La Biblia dice que Jesucristo nos amó y nos limpió de nuestros pecados con su sangre. Si usted no necesita que sus pecados sean perdonados, entonces hágase musulmán, budista, o cualquier otra cosa. Por otro lado quisiera aconsejarle… El creyente no terminó su frase, porque repentinamente el joven quiso alejarse lo más pronto posible.

Nadie debería actuar así y dejar pasar la oportunidad de tomar la buena decisión. No se escape. Empiece a hablar al Señor Jesús en oración; Él lo escuchará. Tráigale todos sus pecados y confiéseselos. Él perdonará su culpa y le otorgará la vida eterna. ¡Cuántas personas pueden decir que han experimentado la misericordia de Dios! “Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones” (Lucas 24:46-47).

“Gracia y Paz”
La Buena Semilla

EL AMOR CRISTIANO


Juan 15:17
“Esto os mando: Que os améis los unos á los otros”.

Después de la ultima cena, Jesús dio su discurso final a sus discípulos, y el amor fraternal fue el tema principal. En versículo 9 de este capítulo, Jesús dijo, “Como el Padre me amó, también yo os he amado: continuad en mi amor”. Y luego el versículo 12, “Este es mi mandamiento: Que os améis los unos a los otros, como yo os he amado”.

Busquemos que se diga de nosotros como se decía de los primeros Cristianos: “Mira como se quieren estos Cristianos”. Que lo que nos una como Cristianos sea:

·     Que tenemos la misma culpabilidad.
·     La misma necesidad de un Salvador.
·  La misma experiencia a los pies de Jesús para recibir el perdón de nuestros pecados.
·     La misma lucha con el pecado y la tentación.
·     La misma victoria con nuestro Salvador.
·  El mismo gozo con el Espíritu Santo dentro de nosotros guiándonos en el camino.
·  La misma satisfacción cuando vemos que la obra cristiana prospera, mientras otros llegan a conocer nuestro Señor y Salvador.
·   Que lo que nos una como Cristianos es que tenemos el mismo Salvador que dijo, “Entrego mi vida por las ovejas”.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día