miércoles, 2 de octubre de 2013

¿QUIERES DISFRUTAR LAS PROMESAS DIVINAS?



Hebreos 6:11-12
“Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas”.

El Señor no habría hecho todas las promesas que hay en la Biblia si no hubiera querido dar a sus hijos grandes bendiciones. Sin embargo, no podemos ser presuntuosos y dar por hecho que tales beneficios nos pertenecen de manera automática. Entonces, ¿cómo podemos apropiarnos de las promesas de Dios con la expectativa de que Él responderá nuestras peticiones?

Hay ciertas preguntas que debemos hacernos para evaluar las necesidades que traemos a nuestro Padre celestial:

• ¿Esta promesa atiende mi necesidad o deseo personal?

• ¿Estoy pidiendo con un espíritu de sumisión a su voluntad?

• ¿Puede Dios cumplir esta petición sin perjudicar a otra persona?

• ¿Le agrada mi petición a Dios?

• ¿Será Dios honrado con el cumplimiento de mi petición?

• ¿Mi petición contradice de alguna manera a la Palabra de Dios?

• Si Dios cumple esta promesa, ¿ayudará ello a mi crecimiento espiritual?

Una vez que hayamos respondido estas preguntas, heredar las promesas divinas dependerá de tres requisitos:

Primero, necesitamos tener fe. Nuestro Padre quiere que confiemos en Él, y el Señor premia a quienes lo hacen (Génesis 15:6; Hebreos 11:6).

Segundo, debemos ser obedientes a todo lo que sabemos que es su voluntad para nosotros —nunca recibiremos lo mejor que Él da si lo desobedecemos deliberadamente.

Tercero, debemos tener paciencia para esperar el tiempo perfecto del Señor.

Hacer estas cosas bien vale la pena, considerando las bendiciones que Él anhela darnos.


“Gracia y Paz”

Meditación Diaria

ORACIÓN




Mi amante Padre celestial, te doy gracias porque en cualquier situación que me encuentre, por difícil que sea, puedo acudir a ti en busca de ayuda. Ayúdame a no dudar ni un solo instante de que tú eres más que suficiente para resolver todos mis problemas. En el nombre de Jesús, Amén.

¿CREES QUE DIOS PUEDE SUPLIR TUS NECESIDADES?



Éxodo 3:7-14
“Dijo luego el Señor: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel. Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte. Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros”.

De todos es conocida la historia de la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto, llevada a cabo por Moisés, siguiendo las instrucciones de Dios. Pero quizás haya algunas cosas que hemos pasado por alto. Una vez Moisés y el pueblo de Israel se encontraron en medio del desierto después de haber salido de Egipto, ¿de qué manera fueron suplidas las necesidades de más de 2 millones de personas? El departamento del ejército de los Estados Unidos encargado de los suministros de las tropas de este país publicó los siguientes datos:

En primer lugar, alimentar a este número de personas requiere una gran cantidad de comida. Moisés debía contar con 1,500 toneladas de alimentos cada día. En segundo lugar, para transportar esa cantidad de comida diariamente se necesitarían dos trenes de carga de una milla (1.6 Km.) de largo cada uno. Además, necesitaban madera para hacer un fuego con el cual cocinar la comida. Para esto se requerirían unas 4,000 toneladas de madera cada día, y desde luego varios trenes de carga de una milla (1.6 Km.) de largo cada uno para transportarla. Y por supuesto necesitaban agua. Sólo para beber y lavar unos pocos platos, harían falta unos once millones de galones diariamente. Para transportar esta cantidad de agua se requeriría un tren compuesto de 1,800 millas (unos 2,900 Km.) de carros cisternas.

Cuando pensamos que cruzaron el Mar Rojo en una noche, tenemos que tener en cuenta lo siguiente: Si hubieran hecho una fila de dos en dos para cruzarlo, la fila hubiera tenido 800 millas (1,287 Km.) de largo y se hubieran requerido 35 días para atravesar el mar. Así es que para hacer esta travesía en una noche fue necesario que se abriese una brecha en el mar de tres millas (casi 5 Km.) de ancho para que la fila fuera de 5,000 personas una al lado de la otra. Además de todo esto, recordemos también que al final de cada día tenían que acampar para pasar la noche. Con este fin necesitaban un espacio de unas 750 millas cuadradas. ¡Y esto solamente para acampar una noche! Y no olvidemos que ellos estuvieron 40 años en el desierto, es decir unos 14,600 días.

¿Acaso Moisés se puso a pensar en todo esto antes de salir de Egipto? Seguramente que no. El simplemente confió en YO SOY, el Dios todopoderoso que le dijo: “Ve, porque yo estaré contigo”. ¡¡Y Dios se encargó de todas estas y muchas otras necesidades durante todo ese tiempo!!.

¿Te encuentras en una situación económica difícil? ¿O de cualquier otro tipo? Piensa por un momento en lo que has leído. ¿Tú crees que Dios tenga algún problema en suplir todas tus necesidades? ¡¡Ten la completa seguridad de que para él tu imposible es algo muy fácil!!.

Busca el rostro del Señor cada día en oración, lee su palabra y aplícala a tu vida. Confía en Dios en medio de tu necesidad, y él “suplirá todo lo que te falte, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19).

ORACIÓN:
Mi amante Padre celestial, te doy gracias porque en cualquier situación que me encuentre, por difícil que sea, puedo acudir a ti en busca de ayuda. Ayúdame a no dudar ni un solo instante de que tú eres más que suficiente para resolver todos mis problemas. En el nombre de Jesús, Amén.


“Gracia y Paz”

Dios te Habla