viernes, 15 de agosto de 2014

ORACIÓN

Algún día cada uno de nosotros estará frente a frente a nuestro Señor Jesucristo. No sabemos cuándo, pero ese momento habrá de llegar. ¿Te imaginas qué vas a sentir en ese instante? Lo que sientas dependerá principalmente de cuan íntimamente le hayas conocido aquí, de cuanto hayas entendido lo que él hizo por ti en la cruz del Calvario, de cuanto le hayas mostrado tu amor y tu agradecimiento obedeciéndole y sirviéndole. ¿Ya sabes cómo prepararte para ese momento?


¡Gracia y Paz!




¿SABES CÓMO ES EL PECADO DE OMISIÓN?



¿SABES CÓMO ES EL PECADO DE OMISIÓN?

¿Alguna vez a escuchado la expresión: “yo soy buena persona, no le hago mal a nadie”?

Cuando hablamos de pecado muchas veces cometemos el error de  pensar en las cosas malas que se hacen y no en las cosas buenas que dejamos de hacer.

–Veamos que nos dice la Biblia al respecto:


LA OMISIÓN DE UN LEVITA Y UN SACERDOTE.

Lucas 10:30-37
“…Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él...”


LA OMISIÓN DEL RICO.

–El rico no le hizo ningún mal a Lázaro, pero no le hizo el bien que estaba a su alcance.

–Tan sabía la condición del mendigo que sabía su nombre y por eso el Creador le dijo acuérdate.

–El rico vio a Lázaro llagado y con hambre y no lo socorrió.

Lucas 16:19-31
“Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado”.


LA OMISIÓN DE LOS LEPROSOS.

–Sólo uno dio gracias a Jesús.

Lucas 17:12-19
“Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados. Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado”.


LA OMISIÓN DE ALGUNOS LOS PADRES.

–Elí omitió estorbar a sus hijos.

1 Samuel 3:12-13
“Aquel día yo cumpliré contra Elí todas las cosas que he dicho sobre su casa, desde el principio hasta el fin. Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado”.


–David omitió corregir a sus hijos.

1 Reyes 1:5-6
“Entonces Adonías hijo de Haguit se rebeló, diciendo: Yo reinaré. Y se hizo de carros y de gente de a caballo, y de cincuenta hombres que corriesen delante de él. Y su padre nunca le había entristecido en todos sus días con decirle: ¿Por qué haces así? Además, éste era de muy hermoso parecer; y había nacido después de Absalón”.


LA OMISIÓN DE ALGUNOS HIJOS

Marcos 7:9-13
“Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte, y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas”.


LA OMISIÓN DE ALGUNOS CRISTIANOS

–La vida cristiana no es solamente buenos deseos, sino hechos concretos. El camino al infierno esta pavimentad de buenas intensiones.

Santiago 2:14-17
“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”.

Mateo 25:37-40
“Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”.

1 Juan 3:17
“Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?”


CONCLUSIÓN

Tristemente muchos se van a perder no por el mal que hicieron, sino por el bien que dejaron de hacer. Un saludo no dado, una sonrisa no brindada, un perdón omitido, un favor no concedido, una ayuda negada. Una corrección pospuesta, una oración no hecha, etc.

Deuteronomio 22:1-4
“Si vieres extraviado el buey de tu hermano, o su cordero, no le negarás tu ayuda; lo volverás a tu hermano. Y si tu hermano no fuere tu vecino, o no lo conocieres, lo recogerás en tu casa, y estará contigo hasta que tu hermano lo busque, y se lo devolverás. Así harás con su asno, así harás también con su vestido, y lo mismo harás con toda cosa de tu hermano que se le perdiere y tú la hallares; no podrás negarle tu ayuda. Si vieres el asno de tu hermano, o su buey, caído en el camino, no te apartarás de él; le ayudarás a levantarlo



¡Gracia y Paz!