martes, 21 de febrero de 2017

Hebreos 12:14-16


Un llamado a escuchar a Dios…

Hebreos 12:14-16
“Esfuérzate por vivir en paz con todos y procura llevar una vida santa, porque quien no es santo no verá al Señor. Cuídense unos a otros, para que ninguno de ustedes deje de recibir la gracia de Dios. Tengan cuidado de que no brote ninguna raíz venenosa de amargura, la cual los trastorne a ustedes y envenene a muchos. Asegúrate de no ser inmoral…” 


Proverbios 4:21


Proverbios 28:14


ESTER


(Este tema está dedicado a todas las bellas damas y varonas de Dios que lo lean).

Ester se caracterizaba por ser una mujer muy bella, además de piadosa, valiente y  sabia. Poseía un fuerte patriotismo y una fe muy grande. Ester también se caracterizaba por su determinación. De hecho, Ester significa: la que brilla como una estrella. Ester fue adoptada por su primo Mardoqueo, quien se convirtió en su padre y tutor, cuando murieron sus padres. Mardoqueo ocupaba una posición administrativa en el palacio de Susa. Un día éste se enteró de que el rey Asuero había repudiado a su esposa, la reina Vasti, la cual también era una mujer muy hermosa, por no presentarse a las fiestas que él ofrecía en su palacio. Por esta razón, el rey buscaba una nueva esposa, sin importar su procedencia, la cual debía mantenerse en secreto. Ester fue elegida por su belleza y encanto, y se convirtió en la reina de los Medos. 

Por cierto, no es pecado ser bella, no es pecado que lo reconozcas, no es pecado que busques ser bella, sí hermana, te lo digo a ti que estás leyendo. Dios te ha dado una belleza especial. Flaca, gordita, alta o bajita, rubia o morenita, española o inglesita, citadina o rancherita, tú, como seas, eres el ser más bello que ha sido creado por Dios. Desgraciadamente este mundo ha tergiversado todo y a lo malo llaman bueno y a lo bueno malo. Pero, no es malo que quieras ser bella, tanto para tu marido, para el hombre que amas, como para dar una buena imagen de la obra que Jesús ha hecho en tu vida. Sí, es verdad, que la falta de limpieza, la falta de arreglo, y desgraciadamente el sobrepeso corporal, generalmente dan una mala imagen a cualquiera que ve a una dama “pasadita” de peso.  Si te miras al espejo y tú en tu corazón sabes que  necesitas un cambio en tu vida, pídele a Dios sabiduría, pero sin caer en las trampas de la falsa belleza.

Nada de riesgosas cirugías. Tú, como la Reina Esther, tienes una  belleza natural dada por Dios, pídele a Él que te ayude a descubrirla. Pide ayuda a alguna amiga o pariente que si se preocupe por ti. Te lo repito, y esto viene de Dios, ser bella, no es pecado, no es carnal, no es terrenal, ser bella es reconocer que eres una creación de Dios, y más que eso, una hija amada y tanto tu interior como tu exterior revela la imagen sobre la cual has sido creada. Dios te ha creado a su imagen y semejanza, refiriéndose esto a que Dios te ha creado bella, buena, santa, poderosa, fiel, verdadera, tierna, amorosa. Te felicito, belleza de Dios.

Ester oró al Señor y le pidió sabiamente instrucción. Ester confió plenamente en Dios y no temió a la muerte. Osó molestar a su rey y, sin embargo, fue recompensada: por confiar en su Señor. Ester no dudó, le pidió fortaleza a Dios, su Señor.

“Si he hallado gracia a tus ojos, ¡oh rey!, y si el rey lo cree bueno, concédeme la vida mía: he ahí mi petición, y salva a mi pueblo: he ahí mi deseo. Porque estamos vendidos yo y mi pueblo para ser exterminados, degollados, aniquilados” (Ester 7: 3-4).
  
Dios utilizó a Ester como un elemento clave para salvar a su pueblo. En ese tiempo la mujer NO era tomada en cuenta por la sociedad, sin embargo, el Señor la escogió a ella y le dio el papel protagónico porque ella confiaba ciegamente en ÉL.


¡Gracia y Paz!


Mujeres valientes de la Biblia.