miércoles, 26 de marzo de 2014

ORACIÓN


ORACIÓN:
Mi bendito Padre celestial, yo anhelo vivir confiado en ti y en tus promesas para mí. Pon en mi corazón un ferviente deseo de buscar tu presencia y tu comunión cada día. Deseo vivir en tu Espíritu mi Dios, confiando en que tu siempre me proteges y no tener miedo absolutamente a nada. Aumenta mi fe y aleja de mí el temor y todo aquello que no proviene de ti. En el nombre de Jesús, Amén.

¿VIVES CON FE O CON TEMOR?


¿Vives con fe o con temor?

Romanos 8:1-2
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte".

Este pasaje de las Escrituras menciona las dos leyes espirituales básicas que operan en el mundo: la ley del Espíritu de vida (en Cristo Jesús) y la ley del pecado y de la muerte (en Satanás). Una ley es un principio establecido que siempre obra de la misma manera. Satanás no tiene poder para crear una ley. Él simplemente pervirtió las leyes espirituales que habían sido creadas por Dios. El pecado no era una nueva ley. Era la justicia pervertida. La muerte fue la vida pervertida. El odio fue el amor pervertido. El temor fue la fe pervertida. Dios dio a Adán la fe para sostener su vida. Cuando Satanás logró el control, esa fuerza espiritual de la fe fue pervertida y convertida en temor y Satanás la usó para destruir, robar y matar.

Después que Adán y Eva pecaron en el Jardín del Edén, el temor se convirtió en la fuerza dominante de sus vidas. Las primeras palabras de Adán dirigidas a Dios después que pecó fueron: “Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí” (Génesis 3:10). La fe que él tenía en su corazón fue convertida en temor. Por eso la fe y el temor están muy relacionados. Son casi idénticos. Trabajan casi igual. Pero producen resultados totalmente opuestos.

Satanás es lo opuesto de Dios en toda situación. La Palabra de Dios es verdad, pero no hay verdad en Satanás. Así como al extremo opuesto del amor está siempre el odio, al extremo opuesto de la fe encontramos el temor. Dios es amor. Satanás promueve el odio. De igual manera mientras que Dios nos da la fe que nos sostiene en momentos difíciles, satanás alimenta el temor en una persona. Al igual que el amor siempre vence al odio, la fe que tú pones en práctica siempre vencerá al temor. La prosperidad siempre vence a la pobreza. La paz de Dios aplicada a nuestras vidas supera la ansiedad producida por cualquier situación por difícil que sea. La sanidad divina es capaz de vencer cualquier enfermedad.

Hay una promesa de Dios en la Biblia para cada oportunidad de fallar que Satanás puede poner en nuestro camino. No hay nada en la bolsa de trucos del diablo que la Palabra de Dios no pueda vencer. Romanos 8:31 dice: “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” Esta es una razón poderosa por la cual debemos buscar constantemente una íntima comunión con Dios. Mientras Adán se mantuvo en comunión con Dios, vivía por fe, no conocía el temor. Cuando desobedeció, se cortó esa comunión y se puso en movimiento la ley del pecado y la muerte. La fe se convirtió en temor.

En una ocasión los discípulos de Jesús se encontraban en medio del mar de Galilea, azotados por una fuerte tormenta que amenazaba con hundir su barca (Marcos 6:45-51). En medio del pánico que sentían se les acercó Jesús, caminando sobre el mar, y les dijo: “¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!” Cuando ellos hicieron un alto para escuchar al Señor, dice la Biblia que Jesús subió a la barca y “se calmó el viento”. Y desapareció el temor. La falta de fe resulta en temor; por el contrario cuando confiamos plenamente en el Señor, el temor desaparece.

En su segunda carta a Timoteo, el apóstol Pablo afirma que “Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7). Y en el Salmo 27:1, David nos dice: “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?” O sea, esta es una ley, un principio establecido: Porque yo vivo en el Espíritu de mi Dios, él me protege. Por lo tanto yo no temeré absolutamente a nada.

Mientras nosotros busquemos refugio en el Señor, mientras día tras día vengamos a él en oración, y escudriñemos su Palabra y seamos obedientes, podremos con toda autoridad rechazar el temor de nuestras vidas y en cualquier circunstancia, no importa cuan terrible parezca a nuestros ojos, podremos siempre disfrutar la victoria que tenemos en Cristo Jesús.

ORACIÓN:
Mi bendito Padre celestial, yo anhelo vivir confiado en ti y en tus promesas para mí. Pon en mi corazón un ferviente deseo de buscar tu presencia y tu comunión cada día. Deseo vivir en tu Espíritu mi Dios, confiando en que tu siempre me proteges y no tener miedo absolutamente a nada. Aumenta mi fe y aleja de mí el temor y todo aquello que no proviene de ti. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”

Dios te Habla

MARIDO, VIVE CON TU ESPOSA SABIAMENTE


Marido, vive con tu esposa sabiamente, dale honra, vive una vida de armonía y ora con ella.

1 Pedro 3:7
“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”.

Esposa, asume tu responsabilidad, se una ayuda idónea, se sumisa, buena administradora, impulsa a tu esposo y se un apoyo incomparable.

Génesis 2:18
“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.

Efesios 5:22
“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor”.

Proverbios 31:11-16
“El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias. Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida. Busca lana y lino, Y con voluntad trabaja con sus manos. Es como nave de mercader; Trae su pan de lejos. Se levanta aun de noche Y da comida a su familia Y ración a sus criadas. Considera la heredad, y la compra, Y planta viña del fruto de sus manos”.



“Gracia y Paz”

SI QUIERES SER FELIZ...


Perdonar no significa justificar, olvidar o excusar las ofensas, sino recordar sin deseos de venganza. "Perdonar es no hacerle pagar a la persona el castigo que se merece".

La Palabra de Dios dice: "No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito esta: Mía es la venganza, yo pagare, dice el Señor." (Romanos 12:19).



“Gracia y Paz”

¿YA SONREÍSTE HOY?


¿YA SONREÍSTE HOY?

Cómo cristianos que somos, debemos sentirnos contentos y agradecidos por lo que tenemos, para que el gozo y la paz de Dios moren en nosotros.

Tal vez alguna vez te has preguntado ¿Porque a la gente mala le va tan bien? o ¿Porque si soy Cristiano me va tan mal? Bueno, la respuesta a esto, es que Dios nos pone pruebas. No puedes pasar la vida lamentándote por lo que no tienes, porque nunca encontraras la verdadera felicidad en eso. Lo que debes de hacer es agradecer a Dios por todo lo que tienes en este momento, sabes, si tu situación es mala, hay personas que la están pasando peor que tu.

Si en este momento te encuentras leyendo este texto, quiere decir que eres una persona con capacidad económica para una conexión a internet mes a mes, en cambio, hay miles de niños en todo el mundo, que ni siquiera saben que es el internet y se están muriendo de hambre, y muchos ni siquiera tienen una cama donde dormir.

Si eres una persona infeliz, un buen camino a la felicidad es ser agradecida. Cuando somos agradecidos por todas las bendiciones que Dios nos da, comenzaremos a vivir con plenitud y seremos mejores personas. Aprenderemos a valorar nuestras posesiones, a nuestras familias, a nuestras amistades, etc. etc.

Si eres cristiano, el máximo motivo para estar agradecido es que Dios se haya fijado en ti y te haya dado su perdón, salvación y vida eterna. Por esa razón ya ganaste, porque tu estarás en gloria con el padre por la eternidad, en cambio, hay millones de personas hoy, que aun no han hecho su decisión por Cristo, lamentablemente, ellos tendrán un destino desdichado.

¿Estás lamentándote por lo que no tienes? ¡Sonríe por lo que tienes! Estas vivo, estas viva, y tienes a Cristo en tu corazón, ¿Que puede ser más grande que Cristo Jesús?

Ya tienes todo lo que necesitas, ¡alaba a Dios por eso!



“Gracia y Paz”