domingo, 21 de octubre de 2012

NO SE ANGUSTIE, SOLO ORE


Filipenses 4:6
“Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”.

Yo creo que la oración mezclada con fe es la respuesta a todo. Pablo dice aquí, “en toda oración” - que significa, “oren sobre todo. Y den gracias que vuestras peticiones serán escuchadas y respondidas”. Se nos dice que oremos como nuestra primera opción, no después de que hemos intentado todo lo demás en vano. “Buscad primero el Reino de Dios” (Mateo 6:33).

Muchos Cristianos hoy día están siendo saqueados por Satanás. Sus hogares están en tumulto, ellos están plagados con miedos y culpa, encuentran problemas en todos lados. Los problemas que leemos en nuestro ministerio son abrumadores.

Pero para ser veraces, muy pocos creyentes que están enfrentando dificultades buscan al Señor en oración ferviente. Hoy día, muy pocos tienen un tiempo exclusivo en oración con Dios que sea consistente y diario. Muy a menudo, la desesperación se establece debido a que no van al lugar secreto, para descargar sus almas y vaciar sus penas en el Señor. En lugar de eso, les cuentan todos sus problemas a los amigos, pastores, consejeros – y ellos descuidan al Señor, el cual los espera para estar a solas. Oramos como último recurso.

¿Podrá Dios estar entristecido con esta generación de la misma manera que lo estaba con Israel? Él dijo sobre ellos, “Mi pueblo se ha olvidado de mí por innumerables días” (Jeremías 2:32).

Dios se complace cuando corremos a él primero, cuando nos damos un tiempo especial para estar con él, derramando nuestros sentimientos profundos y exponiendo nuestras peticiones delante de él. No tenemos derecho a decir que amamos al Señor si no pasamos tiempo con él regularmente. Él escuchará nuestras oraciones y las contestará. Pero él necesita que usted esté con él a solas para que él pueda hablarle en un momento de silencio.

Mientras voy ante la santa presencia del Señor diariamente, mi petición más constante es que el Espíritu Santo me abra la Palabra de Dios, para que yo pueda ser un verdadero oráculo de él. Yo confío en él, y le pido que usted pueda tener tiempo de calidad para él, confiando en él con todas sus peticiones.

“Gracia y Paz”
David Wilkerson

¿QUIERES SABER EL SECRETO DEL ÉXITO?


Proverbios 22:4
“Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor del Señor”.

Cada ser humano, en algún momento, se ha encontrado en una encrucijada en la cual tiene que tomar una decisión que puede afectar el resto de su vida. ¿Qué debo hacer para tener éxito? ¿Qué camino tomo para obtener los beneficios que deseo? En primer lugar tenemos que tener en cuenta un principio bíblico que nos dice que sin el Señor todos nuestros esfuerzos son en vano (Juan 15:5). Ahora bien, para entender esto profundamente se requiere que nos despojemos de nuestra natural soberbia que nos impulsa a creer que somos autosuficientes para lograr cualquier cosa que nos propongamos, y cedamos el control a un espíritu de humildad que sólo puede venir de Dios.

La humildad fue una característica fundamental en la vida del apóstol Pablo. Esta fue la principal razón del éxito que tuvo como siervo del Señor y evangelista. Nunca se vio a sí mismo como un autosuficiente. Estaba convencido de que sin la gracia de Dios en su vida el mensaje del evangelio no podría ser predicado ni él hubiera podido sobrevivir en las situaciones a las que tuvo que enfrentarse. En su carta a los filipenses, después de hablarles acerca de lo feliz que él se sentía en todas las circunstancias imaginables, Pablo declara: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13). El orgullo y la soberbia encaminan al hombre hacia la ruina, sin embargo, más tarde o más temprano la humildad siempre conduce a la victoria. Dice Lucas 14:11: “Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido” Esto es promesa de Dios.

Aquel que tiene las cualidades que menciona el pasaje de hoy recibirá remuneración, es decir será recompensado. El que no actúa de esta manera, jamás logrará lo que desea. Lo vemos en Marcos 10:35-45 cuando Juan y Jacobo le pidieron a Jesús que en la gloria les concediera sentarse uno a su izquierda y el otro a su derecha. El Señor les respondió: “Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” Jesús mismo, el Hijo de Dios, dejó la gloria para venir a este mundo a enseñarnos humildad y dar su vida por nosotros. Por eso, después de la resurrección, “Dios le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre” (Filipenses 2:9).

Si queremos tener éxito en la vida debemos imitar la actitud de Pablo, pues él siempre trató de imitar a Jesucristo. En su carta a los corintios, Pablo escribió: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo” (1 Corintios 11:1). Cuando nos llegamos al Señor en oración y nos sometemos de todo corazón a Su voluntad, recibimos la paz que viene solamente como resultado de la verdadera humildad. Es allí, postrados, donde podemos abandonar nuestro natural orgullo, renunciar a nuestra resistencia humana y aceptar la gracia de Dios como suficiente para nuestra vida. La humildad es parte esencial de una vida cristiana victoriosa; sin ella no experimentaremos crecimiento espiritual. Dios nos promete un final victorioso, pero algo que debemos entender es que nuestra jornada empieza a los pies de la cruz del Calvario.

En ocasiones encontrarás situaciones en tu trabajo o en tu hogar o en la calle en que sientas que has sido tratado injustamente, y probablemente tu reacción inicial sea una de soberbia y coraje. Es importante que controles esta reacción y te sometas a la acción del Espíritu Santo, quien puede traer paz a tu corazón y guiarte a asumir una actitud humilde que glorifique el nombre de Dios. Verás como, de alguna manera, las circunstancias cambiarán favorablemente para ti, y al final podrás disfrutar del éxito.

ORACIÓN:
Querido Padre celestial, yo me arrepiento de mi actitud de soberbia y orgullo, y te pido que me ayudes a actuar con humildad cualesquiera que sean las circunstancias para que tu nombre sea glorificado en mi vida, y pueda yo disfrutar de todas tus bendiciones. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”
Dios te Habla

DÍA DE COSECHA


Gálatas 6:7
“…todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”.

Una tarde de otoño, conducía mi automóvil junto a un campo donde un granjero había estacionado al costado del camino unas máquinas enormes. Un cartel amarillo advertía: «Cosecha en proceso». Al echar un vistazo hacia el campo, supe de inmediato qué había plantado el granjero unos meses antes: pequeñas semillas de trigo. Me di cuenta porque estaba preparándose para recorrer con sus cosechadoras aquella superficie cubierta de espigas maduras.

Aunque pueda parecer obvio que si uno planta trigo, va a cosechar eso mismo, a veces negamos el vínculo entre lo que sembramos y lo que cosechamos en nuestra vida espiritual. El apóstol Pablo escribió: «No os engañéis; […] todo lo que el hombre sembrare, eso también segará» (Gálatas 6:7). Vivir para agradar a la carne produce corrupción, que se manifiesta en desear lo que no nos pertenece, en ser egocéntricos e, incluso, en tener adicciones (5:19-21). Andar en el Espíritu genera paz, bondad y dominio propio (5:22-23). Por la gracia de Dios, podemos escoger sembrar «para el Espíritu» y cosechar vida eterna (6:8).

Supongamos que Jesús declarara hoy el «día de cosecha» en nuestra vida y que nos pidiera que recogiéramos el producto de todas nuestras decisiones del año pasado. ¿Qué le mostraríamos?

Las semillas que plantamos hoy determinarán el fruto que cosecharemos mañana.

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LEA: Gálatas 6:1-10

Biblia en un año: Marcos 1–3
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“Gracia y Paz”
Nuestro Pan Diario

VICTORIA EN MEDIO DE LAS DIFICULTADES


2 Corintios 4:15-18
“y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación”.

No existe una vida libre de problemas, pero algo dentro de nosotros sigue esperando que sea así. Hay incluso quienes piensan que cuando una persona se vuelve cristiana, Dios quita todas las dificultades. No pasa mucho tiempo sin que aparezca el desengaño. Esto puede deberse a que Dios está en el proceso de limpiar y cambiar viejas actitudes y hábitos que no encajan en la vida de un creyente.

La salvación es el inicio de un largo proceso de transformación que dura toda la vida. Hay áreas de nuestra vida que necesitan ser lijadas, tamizadas y modeladas a la semejanza de Cristo, y los problemas son una de las herramientas más efectivas de Dios. Los hombres y las mujeres de la Biblia que Dios utilizó grandemente, sufrieron dificultades y respondieron de una manera correcta.

Por ejemplo, el apóstol Pablo entregó toda su vida para servir a Cristo. Fundó y alentó a muchas iglesias, dio respuesta a preguntas teológicas difíciles, y escribió muchas epístolas de la Biblia. Sin embargo, sus sufrimientos superaron cualquiera de los sufrimientos de muchos de nosotros. Parece injusto que Dios permitiera tantas dificultades, pero esto fue lo que lo moldeó y preparó para que fuera un siervo tan efectivo. Sin el sufrimiento, no habría cultivado una relación íntima con Dios, ni habría sido usado tan poderosamente.

No sé lo qué usted enfrenta hoy, pero estoy seguro de que Dios puede utilizar eso para acercarlo a Él. Cada dificultad exige una elección. Usted puede desaprovechar su sufrimiento y volverse muy desdichado, o puede dejar que el Señor lo convierta en un siervo suyo valioso y efectivo.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria

LA GLORIA DEL MUNDO VENIDERO


Lucas 1:33
Y reinará en la casa de Jacob por siempre; y de su reino no habrá fin.

Dice Jesús que en su reino no entra nada vil, sucio, pecaminoso, ni nada que hace mentira, sino solamente aquellos que se han lavado en la sangre del Cordero, es decir, Jesucristo, y “andarán con él en vestiduras blancas”. Para las personas sumergidas en las vanidades de este mundo esto no tiene mucho interés, pues están inmersas y absortas en las vanidades pasajeras, que duran por solo un breve momento, mientras el reino de Dios durará para siempre.

El encanto del mundo venidero se oscurece en las actividades de la carne, los asuntos diarios, los deseos, actividades y ambiciones momentáneas. Pero solo considera esto: El presente mundo tendrá muchas cosas agradables y atractivas, pero éstas no serán ni una sombra de la gloria del mundo que viene, “y de su reino no habrá fin”: continúa y continúa para siempre y para siempre. ¿Y tu dónde estarás?

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día