miércoles, 15 de mayo de 2013

¿QUE REQUISITOS NECESITO PARA SER BAUTIZADO?



Hechos 8:36-39
“Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino”.

La doctrina del bautismo es muy edificante para los cristianos que la estudian con seriedad y cuando le otorgan la importancia que le corresponde.

El propósito de este tema es que el cristiano entienda bien lo que la Biblia enseña y lo que Dios pretende con el bautismo.


I. ¿POR QUÉ DICE DIOS EN LA BIBLIA QUE DEBEMOS SER BAUTIZADOS?
Todas las personas que han recibido a Cristo Jesús como Señor y Salvador, pueden y deben dar el siguiente paso: ser bautizadas.

A. Porque el bautismo es el primer acto de obediencia para el servicio en la obra de Dios.

Ejemplos:
1) El Señor Jesucristo mismo puso el ejemplo al someterse al bautismo antes de empezar su ministerio público aquí en la tierra. “Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán” (Marcos 1:9), (Lea también Mateo 3:13-17; Lucas 3:21-22).

2) Mateo 3:13-15 dice claramente que Jesús se bautizó para demostrar su sumisión y obediencia al plan de dios. En el verso 15, Jesús le dijo a Juan el Bautista: “Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia”.

El asunto de La Sumisión y La Obediencia es uno de los puntos más importantes que debemos entender cuando estudiamos el tema del bautismo.

3) En la Biblia, las personas obedecían al Señor en el bautismo después de haber recibido a cristo:

1. El eunuco etíope (Hechos 8:36-39).
2. El apóstol Pablo (Hechos 9:18).
3. El carcelero de Filipos y sus familiares, quienes también recibieron a Cristo (Hechos 16:25-33).


II. ¿CUÁL ES EL PROPÓSITO DEL BAUTISMO?

A. En primer lugar, la palabra “bautismo” viene del griego “baptízo”, que significa: “sumergir”, “inmergir”, “zambullir”, “introducir”, “meter en”.

B. En segundo lugar, el bautismo es el acto de sumergir en agua a un cristiano, por un ministro cristiano “en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19).

C. En tercer lugar, Romanos 6:3-4 dice los 3 propósitos del bautismo:

1. El bautismo representa la muerte, sepultura y resurrección del Señor Jesucristo.
2. En el bautismo, el creyente está simbolizando la muerte y sepultura de todos sus pecados, y la resurrección a la vida nueva con Cristo.
3. En el bautismo el creyente se identifica como un verdadero discípulo del Señor Jesús.


III. ¿QUIÉN DEBE SER BAUTIZADO?

A. En la Biblia, el ejemplo más claro del bautismo de una persona, es el del eunuco etíope (Lea Hechos 8:36-39).

En el verso 36, el africano le pregunta a Felipe:“¿qué impide que yo sea bautizado?” Felipe le responde en seguida, estableciendo la condición para ser bautizado, al decir en el verso 37: “Si crees de todo corazón, bien puedes”. La respuesta del eunuco fue suficiente, al declarar: “Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios”.

B. Los únicos 2 requisitos para el bautismo son los mismos requisitos necesarios para la salvación, que encontramos en Romanos 10:9-10.

1. Creer con todo nuestro corazón que Jesús es el Hijo de Dios, el Salvador del mundo.
2. Declarar con nuestra boca que Él es nuestro Señor, es decir, recibirlo en nuestro corazón.

C. En la Biblia no hay ningún caso en el que fuera bautizado alguien que no fuera creyente.

D. Otros ejemplos bíblicos de personas que se bautizaron inmediatamente después de haber aceptado a Cristo:

1. Hombres y mujeres (Hechos 8:12).
2. Lidia y su familia (Hechos 16:14-15).
3. Crispo y los de su casa (Hechos 18:8).


IV. ¿CUÁL ES EL MÉTODO BÍBLICO PARA EL BAUTISMO?

A. Una vez más, hechos 8:36-39 nos proporciona el ejemplo más claro: por inmersión. En los versos 38 y 39, ambos, Felipe y el etíope, descendieron al agua y subieron del agua.

B. El señor Jesús, cuando se bautizó, fue sumergido totalmente en agua, y luego subió del agua: “Y Jesús, después que fue bautizado [o sumergido], subió luego del agua…” (Mateo 3:16).

C. Como ya vimos antes, el bautismo es un acto de obediencia y en los creyentes ilustra la muerte al pecado, sepultura y resurrección a una nueva vida en Cristo. La única manera de sepultar a una persona muerta es poniéndole totalmente bajo tierra. Así mismo, el método bíblico para el bautismo es ponerle totalmente bajo agua: inmersión total. En la Biblia no hay ningún caso de una persona bautizada por aspersión, porque nadie puede ser sepultado “rociándole” tierra sobre su cabeza.


V. ¿QUÉ TAN IMPORTANTE ES EL HECHO DE SER BAUTIZADO?

A. El bautismo no es necesario para la salvación. En Efesios 2:8-9 la Biblia dice que somos salvos por la gracia de Dios, mediante la fe en Cristo, sin la necesidad de que hagamos buenas obras, entre las cuales está incluido el bautismo.

B. El bautismo sí es muy importante para el servicio cristiano y para el desarrollo espiritual. Así lo afirma el Señor Jesucristo en la bien llamada: Gran Comisión “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;  enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:19-20). El bautismo forma parte de la Gran Comisión, y viene antes de recibir enseñanza bíblica.

C. Antes de que una persona pueda ser enseñada a seguir al Señor Jesús, tiene que estar dispuesta a someterse al primer acto de obediencia: el bautismo. Si la persona no quiere obedecer al Señor en el primer paso (el bautismo), tampoco estará dispuesta a obedecerle en muchas ocasiones posteriores. (Vuelva a leer Mateo 3:13-15).

¿DÓNDE DEBO SER BAUTIZADO?
Puesto que el bautismo es una confesión pública de tu fe en Jesús, lo más ideal es que se realice públicamente, en presencia de la congregación, a la vista de los demás cristianos que son miembros de la iglesia local, en la que tú estás asistiendo. Tú puedes ser bautizado en un río, porque Jesús se bautizó en el río Jordán (Mateo 3:13). Tú puedes ser bautizado en una laguna o un lago porque el africano se bautizó en un lago (Hechos 8:36). Pero también tú puedes bautizarte en una playa, un lugar donde haya “muchas aguas” (Juan 3:23).

El lugar del bautismo no es realmente lo importante. El hecho de que estás dando testimonio público de tu identificación con Cristo Jesús, sí lo es.

¿QUÉ DEBO USAR PARA SER BAUTIZADO?
Se debe usar ropa que cubra todo el cuerpo del candidato al bautismo, de preferencia que no sea ropa que al contacto con el agua se transparente. Traer un cambio de ropa, toalla, peine o cepillo, y una bolsa de plástico para su ropa mojada.


“Gracia y Paz”
Verdades Bíblicas

¿DIOS CREO EL BIEN Y EL MAL?



Quiero compartirles una anécdota que leí, la cual espero bendiga ampliamente sus vidas y les confirme en la fe que nos ha sido transmitida:

Un profesor universitario retó a sus alumnos con esta pregunta:

-¿Dios creó todo lo que existe?”

Un estudiante contestó valiente: -Sí, lo hizo.

¿Dios creó todo?: -Sí señor, respondió el joven.

El profesor contestó, -”Si Dios creó todo, entonces Dios hizo el mal, pues el mal existe y bajo el precepto de que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo”.

El estudiante se quedó callado ante tal respuesta y el profesor, feliz, se jactaba de haber probado una vez más que la fe cristiana era un mito.

Otro estudiante levantó su mano y dijo: -¿Puedo hacer una pregunta, profesor?. -Por supuesto, respondió el profesor.

El joven se puso de pie y preguntó: -¿Profesor, existe el frío?, -¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que existe, ¿acaso usted no ha tenido frío?.

El muchacho respondió: -De hecho, señor, el frío no existe.

Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío, en realidad es ausencia de calor. “Todo cuerpo u objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, el calor es lo que hace que dicho cuerpo tenga o transmita energía. El cero absoluto es la ausencia total y absoluta de calor, todos los cuerpos se vuelven inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Hemos creado ese término para describir cómo nos sentimos si no tenemos calor”.

Y, ¿existe la oscuridad? Continuó el estudiante. El profesor respondió: -Por supuesto.

El estudiante contestó: -Nuevamente se equivoca, señor, la oscuridad tampoco existe. La oscuridad es en realidad ausencia de luz. La luz se puede estudiar, la oscuridad no, incluso existe el prisma de Nichols para descomponer la luz blanca en los varios colores en que está compuesta, con sus diferentes longitudes de onda. La oscuridad no. Un simple rayo de luz rasga las tinieblas e ilumina la superficie donde termina el haz de luz. ¿Cómo puede saber cuan oscuro está un espacio determinado? Con base en la cantidad de luz presente en ese espacio, ¿no es así? Oscuridad es un término que el hombre ha desarrollado para describir lo que sucede cuando no hay luz presente.

Finalmente, el joven preguntó al profesor: -señor, ¿existe el mal?. El profesor respondió: -Por supuesto que existe, como lo mencioné al principio, vemos violaciones, crímenes y violencia en todo el mundo, esas cosas son del mal.

A lo que el estudiante respondió: -El mal no existe, señor, o al menos no existe por si mismo. El mal es simplemente la ausencia de Dios, es, al igual que los casos anteriores un término que el hombre ha creado para describir esa ausencia de Dios. Dios no creó el mal.

No es como la fe o el amor, que existen como existen el calor y la luz. El mal es el resultado de que la humanidad no tenga a Dios presente en sus corazones.

Es como resulta el frío cuando no hay calor, o la oscuridad cuando no hay luz. Entonces el profesor, después de asentar con la cabeza, se quedó callado.

El nombre del joven era Albert Einstein.

“Gracia y Paz”
Palabra de Miel

¿CUAL ES LA BRÚJULA EN TU VIDA?



Santiago 4:7
“Someteos pues á Dios; resistid al diablo, y de vosotros huirá”.

La esencia del pecado es darte placer a ti mismo. La Biblia dice que debemos someternos a Dios y no vivir como nos de la gana, sin rumbo y únicamente con el propósito de alimentar la carne y vivir para complacernos a nosotros mismos.

El problema en nuestro mundo es que no tenemos una brújula moral que nos indique como vivir con propósitos nobles, sino mas bien vivir como nos complace o nos agrade a nosotros mismos. Eso es vivir por la carne y para la carne. Esa es una vida sin razón ni significado.

La vida de Jesús no fue así, pues dijo, “Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y acabe su obra” (Juan 4:34). Si no estas dispuesto a hacer la voluntad de Dios, tu nunca vas a tener verdadera paz ni gozo hasta que te rindas a los pies de Cristo y vivas para agradarle a El. Por eso estamos aquí. Dios nos creo para ser hijos de él. Esto es el significado de nuestra existencia.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día

EL JUICIO DE DIOS




Isaías 6:3, 5
“Santo, santo, santo, Señor de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria… Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios… han visto mis ojos al Rey”.

Dios es santo, por ello no puede ignorar el pecado ni pasarlo por alto. Ni siquiera el hombre más espiritual puede medir realmente cuán santo es Dios. Muy a menudo la Biblia habla de su santidad. Sus ojos son muy limpios para ver el mal (Habacuc 1:13). El profeta Isaías entrevió en una visión la gloria de Dios. Los ángeles, incapaces de mirar esta gloria, se cubrían el rostro y repetían: “santo, santo, santo” es Dios. Entonces Isaías sintió un gran temor. Se dio cuenta de que él, un pecador, había sido desenmascarado por la gloria y la santidad sin igual de Dios.

Para comprender el castigo reservado al pecado, tenemos que ver la fealdad del pecado en contraste con la grandeza y santidad de Dios. Si un niño insulta a su compañero, merece un castigo, pero si insulta a un profesor o al director, merece un castigo mayor. Si insulta al primer ministro, al rey o al presidente, ¡el castigo será todavía más severo!

Esta graduación en el castigo nos ayuda a comprender lo que como pecadores merecemos ante Dios. ¿Qué decir entonces cuando se insulta a Dios, cuya grandeza y santidad son ilimitadas, infinitas y eternas? La respuesta es evidente y aterradora. ¡Todos estamos perdidos y merecemos el juicio de Dios!

¿Hay un medio para escapar? Sí, hay un único medio: que alguien soporte ese juicio de Dios en nuestro lugar. (Continua mañana…)

“Gracia y Paz”
La Buena Semilla

ORACIÓN



Padre santo, te doy gracias por el privilegio de poder ver la luz de un nuevo día. Te alabo por tu infinita bondad y amor. Gracias mi Dios porque el día de hoy he amanecido un poco mejor de mi ojo, porque tengo medicamentos para tratarme, por la hermosa gente que se preocupa por mi y me tiene en sus oraciones. Amado Dios ayúdame a recordar, con un  corazón agradecido, tu presencia en mi vida. Además, hermoso Padre, te ruego que hagas desaparecer de mí todo vestigio de conformidad y pongas en mi corazón un mayor anhelo de buscarte cada día, de servirte más y mejor y desear cada vez más tu presencia en mi vida. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”



MUCHO CUIDADO CON LA COMPLACENCIA



Filipenses 4:10-13
“En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”

La complacencia es un estado anímico que refleja satisfacción de una persona en una situación determinada. En el pasaje de hoy, el apóstol Pablo escribe que él aprendió a contentarse, es decir a sentir complacencia en todas las circunstancias, lo mismo en las buenas que en las malas. En esta misma carta a los filipenses, Pablo los exhorta a regocijarse siempre, en todo momento (Filipenses 4:4). Lo más impactante de esta exhortación es el hecho de que cuando Pablo la escribió, estaba nada menos que en una cárcel romana, rodeado de incomodidades, pasando hambre, siendo humillado y torturado, y esperando que en cualquier momento lo ejecutaran. Este tipo de complacencia sólo es posible sentirla cuando la actitud está siendo controlada por el poder del Espíritu Santo. De esta manera lo dice Pablo al final del pasaje: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

Ahora bien, debemos ser muy cuidadosos cuando la actitud de complacencia tiene el carácter de resignación o de conformismo. Esto es un asunto totalmente diferente, pues significa que nos sentimos tan cómodos en la manera que se desarrolla nuestra vida que no tenemos deseo alguno de cambiarla. En el aspecto espiritual esta manera de actuar es completamente negativa, pues nos impide avanzar en nuestro crecimiento. “Así estoy bien”, dicen muchos, “entonces, ¿para que esforzarme?” Hay un gran peligro en esta complacencia, pues da lugar a una falsa seguridad la cual resulta en una menor dependencia de Dios. La Biblia nos alerta en 1 Corintios 10:12: “El que piensa estar firme, mire que no caiga”.

Cuando esta es nuestra actitud, nuestra relación con Dios se afecta, dejamos de crecer espiritualmente y comenzamos a descansar en nosotros mismos en vez de en él. Nuestra auto-suficiencia se convierte en la autoridad principal, y perdemos por completo la visión del plan de Dios para nuestras vidas. Es lamentable estar conformes con una pequeña porción cuando el Señor tiene una vida abundante planeada para nosotros. En esta carta misma Pablo también escribió: “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13-14). Habiendo entendido perfectamente que los planes de Dios para nuestras vidas son buenos (Jeremías 29:11), que Dios “es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos” (Efesios 3:20), y creyendo de todo corazón las promesas del Señor, Pablo no se conformó con lo que había logrado hasta el momento, sino dijo que proseguía hacia la meta, hacia ese precioso premio que Dios tiene para sus hijos.

Dios es fiel en completar lo que ha comenzado en nuestras vidas. Filipenses 1:6 nos dice que “el que comenzó en nosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”. Él nos ama y tiene un plan singular y maravilloso para nosotros sus hijos que está más allá de nuestra imaginación. Si Dios tiene algo tan increíble para nosotros, ¿por qué conformarnos por algo menos? No nos conformemos con lo que tenemos. En el aspecto espiritual debemos ser ambiciosos, deseando conocer cada vez más a Dios, anhelando cada vez más su santa comunión, buscando su rostro día tras día y deleitándonos en su presencia. Mientras estemos en este mundo nunca tendremos demasiado de la gracia y el amor de Dios. Cuando creas que estás muy bien, arrodíllate y pídele a Dios que te dé más de él.

ORACIÓN:
Padre santo, te alabo por tu infinita bondad y amor. Te ruego que hagas desaparecer de mí todo vestigio de conformidad y pongas en mi corazón un mayor anhelo de buscarte cada día, de servirte más y desear cada vez más tu presencia en mi vida. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”
Dios te Habla