domingo, 3 de febrero de 2013

NI ÁNGELES GUÍAS, NI VÍRGENES, NI EXTRATERRESTRES



"Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen" (Romanos 1:28)

"Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (I Timoteo 2:5)

Olvídese de los extraterrestres, de las vírgenes, y de los espíritus guías (ángeles de la Nueva Era). Cristo dijo que solo hay dos reinos: el de la luz y el de las tinieblas. En el reino de la luz, solamente Dios puede escucharte y la única manera es clamando al Padre en el nombre de su Hijo Jesús por medio de la fe. Fuera de esta línea, todo lo que el hombre invoca (llámese como se llame) son demonios, ángeles caídos que harán todo lo posible por apartarte de Cristo y de la vida eterna. Obviamente, te apartarán de la verdad de la Biblia y propondrán toda clase de caminos de error. Reprende al diablo y busca a Cristo hoy.

“Gracia Y Paz”
Para Meditar y Compartir

SI CONFÍAS, TODO LO QUE TE PASA ES PARA TU BIEN



Romanos 8:28
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”

Cuenta una pequeña historia que un rey en África tenía un amigo íntimo desde su niñez. Su amigo tenía la costumbre de ver de una manera positiva cualquier situación que se presentara (fuera buena o mala). Y siempre decía: “¡Eso está muy bien!” Un día el rey y su amigo salieron de cacería. El amigo cargó y preparó los rifles para el rey y para él. Aparentemente algo hizo mal, pues cuando el rey fue a dispararle a un venado el rifle explotó y le arrancó el dedo pulgar de la mano derecha. El amigo examinó la situación y, como siempre, dijo: “¡Eso está muy bien!” A lo que el rey, sumamente molesto, respondió: ¡¡No, esto no está nada bien!! Y seguidamente lo mandó a la cárcel.

Un año después el rey estaba cazando en un área muy peligrosa, pues existían en los alrededores tribus de caníbales. De momento un grupo de estos caníbales atacaron y capturaron al rey y su comitiva. Los amarraron a un poste, pusieron alrededor de ellos una buena cantidad de leña y se dispusieron a cocinarlos para comérselos. Cuando se acercaron para encender la hoguera, uno de ellos notó que al rey le faltaba un dedo en una mano. Aquellos caníbales eran muy supersticiosos. Nunca se comían a nadie que le faltara algún miembro del cuerpo. Tenía que estar completa la persona. Así es que desataron al rey y lo dejaron libre, pero se comieron a todos los demás.

En el camino hacia el palacio, el rey se acordó de la ocasión en que había perdido su dedo y sintió remordimiento por haber enviado a su amigo a la cárcel. Inmediatamente se dirigió a la prisión y ordenó que liberaran a su amigo. Cuando lo vio, le dio un abrazo y le dijo: “Tú tenías razón. Estuvo bien que yo perdiera mi dedo”. Y le contó lo que había sucedido. “Perdóname por haberte enviado a la cárcel por todo este tiempo”, le dijo el rey.

“¡Oh no!” -- le contestó el amigo -- “¡Eso está muy bien!”

“¿Cómo vas a decir que eso está muy bien?” “¿Cómo puede estar bien que yo haya enviado a mi mejor amigo a la cárcel por un año?”, exclamó el rey.

“¡Pues claro!” – le respondió su amigo -- “Si yo no hubiera estado en la cárcel me hubiera ido de cacería contigo”.

Al igual que el rey de la historia, muchas veces, al pasar por malos momentos en nuestras vidas, nos molestamos, nos frustramos, y en ocasiones nos desesperamos, y hasta nos quejamos con Dios. Pero, aún en esas circunstancias, no debemos olvidar su promesa de “que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”. ¿Cómo es posible estar confiados en medio de una situación muy difícil de que al final todo estará bien? La clave está en la soberanía de Dios. Debemos recordar que Dios tiene el control siempre. Aun cuando parece que el mundo está en un caos total, podemos confiar que Dios sigue siendo el Rey y Señor de todo. Debemos tener la seguridad de que el Señor está trabajando activamente en todas las cosas. El está moviendo las circunstancias para que al final resulten favorables a ti. Lo hizo con José. Lo hizo con Job. Lo hizo con su Hijo Jesús, a quien levantó de los muertos y lo exaltó hasta lo sumo. Lo hará contigo también, por muy difícil que te parezca tu situación, si mantienes tu confianza en él.

Al saber que nuestras dificultades son parte del plan de Dios para nosotros, debemos estar agradecidos al Señor por conducirnos a través del camino lleno de obstáculos, y podemos regocijarnos por el hecho de que Dios está obrando y usando los tiempos difíciles para darnos madurez espiritual, y sobretodo un final victorioso. ¿Hace esto menos dolorosas las dificultades? Por supuesto que no. En la vida tenemos que pasar por momentos dolorosos. Pero nuestra esperanza, a diferencia de aquellos que no aman a Dios, reside en que el Señor siempre cumple las promesas que ha hecho para sus hijos. Jesús les advirtió a sus discípulos: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). Esta es nuestra parte: Confiar. El resto está en las manos del Dios todopoderoso, quien “todo lo que quiere lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos” (Salmo 135:6).

ORACIÓN:
Padre santo, te ruego aumentes mi fe para poder ver las bendiciones que tú tienes preparadas para mí, aun en medio de todas las dificultades que estoy enfrentando. En el nombre de Jesús, Amén.


“Gracia y paz”
Dios te Habla

HONREMOS A DIOS, OBEDEZCAMOS A CRISTO



Romanos 12:17
“No paguéis á nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres”.

“No paguéis a nadie mal por mal”. Este mandamiento es MUY DIFÍCIL para nosotros. Nuestra naturaleza humana y pecaminosa se rebela contra este versículo. Cuando nos ofenden, queremos el desquite. Pero así no hizo nuestro Salvador Jesucristo. Nos dice en 1 Pedro 3:21-24, “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”.

Honremos a Dios, obedezcamos a Cristo, y “Andemos en el Espíritu, y así no vamos a satisfacer los deseos de la carne” (Gálatas 5:16).

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día

EL ANHELO DE CONOCER A CRISTO



Filipenses 3:3-11
“Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne. Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos”.

Muchas personas conocen los hechos fundamentales de la vida del Señor, pero pocas lo conocen personalmente. Están tan ocupados con sus actividades y sus intereses, que rara vez piensan en Jesús hasta que surge una situación desesperante.

Pero aquellas que conocen al Señor estrechamente, lo hacen su prioridad absoluta, y todas las posesiones, logros, o intereses carecen de valor cuando se comparan con el hecho de conocerlo.

Considere los resultados de hacer de Cristo lo más importante en su vida (Filipenses 3:8-10):

Un hambre cada vez mayor: “para ganar a Cristo”. Aunque Pablo tenía una relación admirable con el Señor, su mayor deseo era conocerlo más.

Una vida cambiada: “la justicia que es de Dios”. Cuanto más conozcamos a Cristo, más exhibiremos su justicia.

Una mayor competencia: “el poder de su resurrección”. El poder del Espíritu fluye a través de quienes se relacionan estrechamente con el Señor Jesús.

Una nueva perspectiva: “la participación de sus padecimientos”. Cuando entendemos a Cristo, vemos sus bendiciones por medio de nuestro sufrimiento.

Una vida victoriosa: “llegando a ser semejante a él en su muerte”. El verdadero creyente, se consideran a sí mismo muerto a los pecados que una vez dominaron su vida.

¿Anhela usted conocer a Cristo, o es su relación con Él superficial? Los creyentes no debemos permitir que los placeres, los problemas y las responsabilidades de este mundo nos roben el tesoro de conocer a Cristo. Es hora de contar todo como pérdida, y de seguir adelante con Cristo.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria



PALADEAR



Nehemías 8:12
“Y todo el pueblo se fue a comer y a beber […], y a gozar de grande alegría…”

En una cultura acelerada donde todo es instantáneo, pocos se reservan tiempo para disfrutar de un encuentro con amigos alrededor de una mesa. Incluso, alguien ha señalado que, actualmente, ¡la única manera de deleitarse con una comida de varios platos es poner todo entre dos rebanadas de pan!

Después de que muchos de los exiliados israelitas volvieron de Babilonia a Jerusalén para reedificar el templo y los muros de la ciudad, se reunieron para escuchar a Esdras leer el libro de la ley que Dios le había dado a Moisés (Nehemías 8:1). Escucharon la Palabra de Dios durante horas, mientras los maestros le «ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura» (v. 8).

Cuando lloraron por sus debilidades, Esdras y el gobernador Nehemías les dijeron que no era momento de entristecerse, sino de regocijarse. Además, debían preparar una fiesta para compartir con los que no tenían nada, porque «el gozo del Señor» era su fuerza (v. 10). Entonces, «todo el pueblo se fue a comer y a beber, y a obsequiar porciones, y a gozar de grande alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado» (v. 12).

El banquete espiritual que Dios nos ha preparado en su Palabra causa gran gozo. Vale la pena dedicar tiempo para paladearlo.

Cristo, el Pan de vida, satisface nuestra hambre espiritual con su Palabra viviente.

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LEA: Nehemías 8:1-12
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“Gracia y Paz”
Nuestro Pan Diario

LAS AFLICCIONES DEL JUSTO



Salmo 34:19
“Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová”.
 
Pensar en las dificultades que nos acompañan a los creyentes, cualquiera diría como en su momento le dijeron al salmista: ¿en dónde está tu Dios?. Si se mira desde afuera, con los ojos materiales pareciese que no hay ninguna diferencia entre el creyente y el incrédulo, deudas, problemas con los hijos, en el trabajo, etc. Pero algo he visto yo, una diferencia clara, y es que el creyente podrá pasar necesidad pero nunca estará desamparado.

Que cuando más aflicciones y dificultades se presentan en la vida del creyente, más se mueve la mano poderosa de Dios en su vida, haciéndole reconocer que si no fuese por su inmenso amor y misericordia sería imposible hallar una salida.

Tenemos una esperanza, Dios nos sostendrá con su mano poderosa, nos cubrirá con sus alas y no permitirá que ni saeta que vuele de día ni terror nocturno se acerque a nuestra vida, porque él puso la suya para librarnos.  Sigamos a Jesús, confiemos en Él y estemos seguros que nos librará y nos llevará de victoria en victoria.

“Gracia y Paz”
Verdades Bíblicas