sábado, 30 de marzo de 2013

ORACIÓN



Padre celestial, gracias infinitas te doy por haber enviado a tu Hijo, a morir en la cruz por mí. Gracias por su resurrección. Ayúdame a corresponder con mi obediencia a ese acto magnánimo de amor y misericordia. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”

¿QUÉ DÍA FUE CRUCIFICADO Y SEPULTADO NUESTRO SALVADOR?



Como se interpretan los "tres días y tres noches" de la señal de Jonás con el esquema tradicional de la muerte de Jesús el viernes y su resurrección el domingo.

Esta es una pregunta común entre los lectores de la Biblia y la cual se ha prestado a varias interpretaciones. Antes de entrar en discusiones sobre el tema debemos aclarar que estamos de acuerdo que Jesucristo resucitó de entre los muertos tal como lo dice la Escritura. Sobre esa gran verdad estamos de acuerdo todos los cristianos que creemos que la Biblia es la Palabra de Dios y por ello le damos gloria en todo momento. Lo importante es que, sin duda alguna, en verdad Jesús resucitó de entre los muertos para nuestra justificación y eso es lo importante y que no debemos dudar jamás.

“Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación y vana es también vuestra fe” 1 Corintios 15:14.

Ahora bien, para llegar a una conclusión de cuando Jesús fue crucificado es necesario hacer una cronología armonizada de los sucesos mencionados en los evangelios y las palabras de Jesús. Tal tarea no es fácil y muy buenos maestros bíblicos han llegado a conclusiones distintas por lo que pienso que quizás no debiéramos ser dogmáticos en cuanto a esto. Hay quienes piensan que Cristo murió un miércoles y otros dicen que fue en jueves, mientras que otros están convencidos que fue un viernes. ¿Quién tiene la razón?


ARGUMENTOS PARA LA CRUCIFIXIÓN EL MIÉRCOLES

Hay buenas defensas presentadas por aquellos que sostienen que la muerte de Cristo fue el día miércoles. En este punto de vista el día jueves, al ser la semana de la pascua, era un día de reposo especial, “de gran solemnidad” (Juan 19:31), luego el viernes era un día común el cual fue seguido por el sábado, día de reposo semanal conforme a la ley de los diez mandamientos. Este punto de vista trata de acomodar la declaración de Jesús que estaría “tres días y tres noches en el centro de la tierra” de manera que se requieren la noche y la mañana del miércoles a jueves (1), la noche y la mañana del jueves al viernes (2) y la noche y la mañana del viernes al sábado (3). Según este punto de vista la resurrección de Cristo no fue un domingo en la mañana sino sábado en la noche (justo después de las seis). Cuando las mujeres, que según este punto de vista pudieron comprar especias y prepararlas el día viernes, descansaron el sábado y fueron a la sepulcro temprano el domingo en la mañana, ya Jesús hacia 12 horas que había resucitado la noche anterior. Esta es la única interpretación que insiste en 72 horas exactas en el sepulcro.


ARGUMENTOS PARA LA CRUCIFIXIÓN EL JUEVES

Los que presentan defensa para la crucifixión de Cristo el día jueves lo ven como un acto que coincidió con el mismo momento cuando el cordero pascual era sacrificado. Ellos toman como base la declaración de Juan cuando dice "Entonces llevaron a Jesús de casa de Caifás al Pretorio. Era muy de mañana. Y ellos no entraron al Pretorio para no contaminarse y poder comer la Pascua" (Juan 18:28). Se entiende entonces que Cristo murió a la hora cuando esto ocurría cumpliendo así el mandamiento ceremonial establecido en la ley y a la misma vez siendo "el cordero de Dios". Para estos intérpretes Jesús en verdad no comió la cena pascual con sus discípulos la noche anterior sino que la cena fue otra relacionada con la celebración de la fiesta de los panes sin levadura la cual duraba siete días. De estar vivo aquella noche, Jesús hubiese comido la cena con sus discípulos pero a esa hora ya estaba muerto y sepultado. El conteo entonces es de jueves a viernes (primer día), de viernes a sábado (segundo día) y de sábado a domingo por la mañana (tercer día). El problema con esta visión es que Jesús murió y fuel sepultado el día antes del día de reposo. Esto indicaría que habría dos días de reposos uno detrás del otro, el viernes (de gran solemnidad) y el sábado (día de reposo semanal) y no daría lugar para la frase que encontramos "pasado el día de reposo", etc. porque en realidad no habría pasado sino hasta dos días después. No sería entonces "el día de reposo" sino "los días de reposo". Otro problema es que Jesús dijo que comería la pascua con sus discípulos y no tenemos porque dudar que lo haya hecho. Además la fiesta de siete días de los panes sin levadura comienza después de la noche de la cena pascual y no antes.


ARGUMENTOS PARA LA CRUCIFIXIÓN EL VIERNES

Sin duda, cada cuadro cronológico presentado por los que sostienen estos puntos de vista mencionados son interesantes y dignos de consideración pero estamos inclinados a pensar que la muerte de Jesús fue un viernes como lo indica la mayor parte de la tradición cristiana. A continuación daremos varias razones bíblicas e históricas para nuestra creencia.

Hay varias cosas que debemos tener en mente cuando tratamos de entender este tema. Primeramente debemos ver como los judíos entendían “un día”. Para los judíos el día comienza con la caída del sol (como a las seis de la tarde) y termina a las seis de la tarde (la próxima caída del sol). Es de 6pm a 6pm, un total de 24 horas. Es decir, el día comienza con la noche o el atardecer y termina justo antes del atardecer:

“Y llamó Dios a la luz día, y a las tinieblas llamó noche. Y fue la tarde y fue la mañana un día” Génesis 1:5.

Aunque este relato es de miles años antes de Cristo, podemos entender que los judíos del tiempo de Jesús, como lo siguen haciendo los judíos aun hasta nuestros tiempos, contaban el comienzo del día a la seis de la tarde (el atardecer o anochecer). Sin embargo, los judíos contaban ‘parte’ de un día como un día. Un ejemplo de esto lo tenemos en el relato de Ester cuando pidió a los judíos que ayunaran por ella, que no comieran por tres días, ni de noche ni de día:

“Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca” Ester 4:16

Ester no esperó hasta después de que los tres días de ayuno fuesen completados para luego entrar a la presencia del rey sino que entró a su presencia el mismo tercer día, antes que este fuese terminado:

“Aconteció que al tercer día se vistió Ester su vestido real, y entró en el patio interior de la casa del rey, enfrente del aposento del rey; y estaba el rey sentado en su trono en el aposento real, enfrente de la puerta del aposento” Ester 5:1

En segundo lugar, en la Biblia tenemos las palabras de Jesús cuando dijo lo siguiente:

“Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches”
Mateo 12:40

El problema que enfrentamos al tratar de entender este pasaje es que la resurrección de Cristo fue claramente un domingo temprano en la mañana. Leemos esta declaración del evangelista Lucas:

“El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día” Lucas 24:1-7.

La resurrección de Cristo no fue exactamente “después de tres días” sino “al tercer día”. En la mente de los principales sacerdotes la frase “después de tres días” no significa el cuarto día, como lo entenderíamos nosotros hoy sino el mismo tercer día por lo que mandaron a guardar el sepulcro “hasta el tercer día” y no hasta el cuarto día:

“Al día siguiente, que es después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato, diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré. Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero” Mateo 27:62-64.

El día siguiente “después de la preparación” es el mismo día sábado, día de reposo. Era de gran solemnidad (Juan 19:31) porque a distinción de los otros sábados o días de reposo, este coincidía con la celebración de la fiesta de la pascua. De cualquier forma que se entienda (día de reposo de gran solemnidad como uno distinto al del reposo semanal) si el día de la preparación es el día antes de ese día (Marcos 15:42; Lucas 23:54), el que sigue es día de reposo. Obviamente los principales sacerdotes y fariseos no vieron a mal reunirse con Pilato aquel día de reposo, ya sea después de las seis de la tarde o en la siguiente mañana, para pedirle que sellara la tumba de Jesús y pusiera guardias para velar el sepulcro de Jesús hasta el domingo, el tercer día.

Lo que vemos es que “después de tres días” significa que Jesús podía resucitar en cualquier momento “dentro” del tercer día, ya sea al comienzo, a la mitad o a casi al final del tercer día. Más abajo en el pasaje de Lucas 24, en el relato de los caminantes de a Emaús, vemos otra referencia que nos confirma al domingo, el tercer día, como el día cuando Jesús resucitó:

“Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido. En el camino a Emaús
Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén. E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido. Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos. Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen. Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días? Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús Nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron. Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido. Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro; y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive” Lucas 24:12-23.

Ahora bien, si Cristo resucitó “al tercer día” como lo dijo el ángel a las mujeres o en “este es el tercer día”, como los caminantes a Emaús dijeron a Jesús en aquel domingo, entonces no tenemos razón alguna para entender las palabras de Jesús como que él iba a estar tres días sepultado y resucitar al cuarto. Las declaraciones del ángel, de los principales sacerdotes y la conversación de los discípulos con Jesús el día domingo impide cualquier idea de que Jesús haya resucitado “al cuarto día” o que el domingo sea el cuarto día y no el tercero como sería el caso si hubiese estado tres días y tres noches enteras en la tumba desde el jueves, o que el domingo fuese “el quinto día” si hubiese sido crucificado y sepultado el miércoles como lo creen algunos. Si hacemos una cuenta regresiva desde el domingo (el tercer día), que comenzó a las seis de la tarde de la noche anterior, entonces tenemos que el sábado (el día de reposo) es el segundo día y el viernes, el día cuando Jesús murió fue el primer día cuando Cristo “fue entregado a sentencia de muerte y crucificado.”


TRES DÍAS Y TRES NOCHES

En adición a lo dicho hay algo más que debemos tener en mente. En otro entendimiento del tema nuestra cuenta no debe comenzar el viernes sino el jueves en la noche. Anteriormente mencionamos que el día judío comienza a las seis de la tarde. Eso significa que el día viernes en realidad comenzó a las seis de la tarde de lo que para nosotros es el jueves.

• Primer día: Desde las 6pm del jueves a las 6pm del viernes. (fue la tarde y la mañana, un día)

• Segundo día: Desde las 6pm del viernes a las 6pm del sábado. (fue la tarde y la mañana, un día)

• Tercer día: Desde las 6pm del sábado a las 6pm del domingo. (fue la tarde y la mañana, un día)

¿Por qué incluimos la noche del jueves? La incluimos porque el sufrimiento de Jesús no comenzó en el amanecer del viernes sino que él ya estaba sufriendo en Getsemaní aquella misma noche cuando se dispuso a ser partícipe de aquella copa que el Padre le había dado que tomara. Nos cuenta el evangelista que en su sufrimiento y en su agonía Jesús sudaba gotas como de sangre:

“Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra” Lucas 22:44.

Debemos entender que no fueron los soldados romanos quienes castigaron a Jesús sino el mismo Padre quien “quiso quebrantarlo” (Isaías 53). La frase “estar en el corazón de la tierra”, según algunos, no es una alusión al sepulcro sino al sufrimiento del infierno el cual Jesús sufrió en su propio espíritu y cuerpo. Eso significa que el sufrimiento verdadero de Cristo no fueron los latigazos, sino la separación infernal de la ira de Dios bajo la cual Jesús sufrió por nuestros pecados. Ya en Getsemaní Jesús estaba agonizando a causa ese sufrimiento por nuestra salvación. Aquella noche Jesús no durmió sino que fue prendido por los alguaciles del templo quienes lo sometieron a nada menos que cinco juicios en los cuales fue acusado y maltratado, primero por los judíos y luego por los gentiles. Cuando salió el sol fue puesto a manos de los romanos quienes se encargaron de crucificarle.


LA ÚLTIMA CENA

Un aspecto importante en esta cronología está relacionado a la cena final. Si Jesús hubiese muerto el día miércoles, ¿Cuándo entonces comió la última cena con sus discípulos como dijo que lo haría? Tal interpretación requeriría que Jesús comiese la pascua el día ‘martes’ en la tarde. Tal caso sería algo extraño ya que el día para comer la pascua seguía una cronología detallada en la ley de Moisés. Si Cristo no hubiese seguido al pie de la letra la ley, estuviese quebrantando el mandamiento y no pensamos que Jesús hiciera tal cosa. La pascua debía comerse el día 14 de Nisán, el primer día de la fiesta de los panes sin levadura. El día 14 de Nisán en el año de la muerte de Cristo cayó un jueves en el 30 DC y viernes en el 33 DC. Por lo tanto, nos inclinamos a creer que la muerte de Cristo fue en el año 30 DC.

Si Cristo comió el cordero pascual de acuerdo con la ley de Moisés el día 14 (jueves en la noche), debió haber sido crucificado el día viernes. La fiesta de la pascua tenía una duración de siete días, del 14-21 de Nisán. Por lo tanto, los líderes del templo evitarían matar a Jesús para poder celebrar el resto de la pascua y por eso lo entregan a los romanos para que se encarguen de su muerte.


¿COMIÓ JESÚS LA PASCUA?

Este es un tema separado pero pienso que debe ser aclarado con relación a lo expuesto en la sección anterior. Existe un debate sobre si Cristo comió o no comió la cena pascual con sus doce discípulos el día mandado o si comió un día antes de lo establecido o siguiendo un calendario distinto. Juan escribió:

“Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era de mañana, y ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse, y así poder comer la pascua” Juan 18:28.

Basado en esto algunos ha llegado a creer que en realidad Jesús no comió la pascua mandada por la ley de Moisés sino que se convirtió el mismo en la pascua cuando fue sacrificado por nuestros pecados. Una explicación de este verso es ofrecida por Thomas Lea en su libro:

A primera vista parece que Juan declara que los líderes de judíos comerían la Pascua en la noche después que Jesús y sus discípulos. Sin embargo, el término “Pascua” puede referirse a la fiesta que duraba una semana (Num. 28:16,17), que consistía en la Pascua y en los siete días de la fiesta de los panes sin levadura (ver Lucas 22:1). El propósito de Juan en 18:28 puede indicar que los judíos, aunque hubieran comido el cordero de la Pascua la noche antes, no querían convertirse en ritualmente impuros y no poder observar el resto de la fiesta (p. 234).


LA MUERTE DE LÁZARO

Antes de cerrar quiero presentar una evidencia que favorece una muerte el viernes y la cual, a mi entender, no ha sido considerada por muchos. Esto vino a mi mente mientras meditaba el tema para escribir este estudio y que considero que es de gran relevancia para determinar el día que Cristo murió. La Biblia dice que las mujeres se levantaron temprano de mañana el primer día de la semana (el domingo), tomaron perfumes y especias aromáticas que habían preparado y fueron al sepulcro donde estaba Jesús. Por el camino ellas se iban preguntando ¿Quién les removería la piedra para llegar al cadáver y así poder ungir el cuerpo del maestro? (Mateo 28:1; Marcos 16:1-3; Lucas 24:1).

Mientras meditamos en esto, pensemos también en la muerte de Lázaro el amigo de Jesús.

“Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días” Juan 11:38-39.

Cuando Jesús llegó frente al sepulcro donde habían puesto el cuerpo de Lázaro les pidió que quitaran la piedra. La respuesta de Marta fue “Señor, hiede ya, porque lleva cuatro días”. Quizás usted ha olido un cuerpo humano en proceso de descomposición, le diré que no es el mejor de los olores y las mujeres sabían eso. De acuerdo a la ciencia que estudia la descomposición del cuerpo humano después de la muerte, un cadáver comienza este proceso al momento de la muerte cuando la sangre cesa de fluir por las venas. Veamos este resumen:

Desde el primer día hasta el tercero las bacterias comienzan a destruir los órganos interiores como los intestinos. Las enzimas digestivas se riegan por todo el cuerpo y contribuyen a la descomposición y la piel comienza a separarse del cuerpo. Desde el cuarto día hasta el décimo comienza lo que se conoce como putrefacción. Para este tiempo ya el cadáver se inflama, las bacterias comienzan a destruir las células y los tejidos y los gusanos hacen presencia. Ya para este tiempo los gases que son producidos por el cuerpo comienzan a heder a tal grado que no es posible estar cerca del muerto sin incomodarse. Los fluidos del cuerpo inflamado comienzan a salir de las células y la sangre a las cavidades del cuerpo.

Este es el proceso normal para todos los cuerpos muertos. Recordemos que Jesús fue hecho semejante a los hombres, lo que significa que aunque no tenía pecado, su cuerpo era un cuerpo igual al de cualquier otro ser humano. Si tomamos en cuenta que la tumba de Jesús estaba sellada, quizás este proceso pudo haber tardado un poco, pero con todo y eso, es naturalmente inevitable.

Si Jesús murió el miércoles o el jueves, ya para el día domingo habría cuatro o cinco días de su muerte y no es de esperarse que las mujeres fueran a ver a Jesús después de cuatro días o cinco días de muerto con la idea de que la piedra del sepulcro fuese removida para perfumar el cuerpo. Si Cristo murió el viernes en la tarde digamos (3pm), para el domingo (el tercer día) en la mañana habrían transcurrido solamente ‘36’ horas de su muerte (un día y medio) lo cual explicaría el porqué las mujeres todavía tenían esperanzas de ver el cuerpo de Jesús. La resurrección de Cristo “al tercer día” como lo declaran las Escrituras tiene mas sentido ante la conducta y esperanza de estas mujeres. Alguno objetará que Dios podía preservar el cuerpo de Jesús para que nos se descompusiera y eso es cierto, sin embargo, las mujeres no sabrían ese detalle y lo que es más importante aún, la Biblia no dice que Dios haría eso. Lo que sí la Biblia declara es que Dios no permitiría que el cuerpo de su hijo viese corrupción (Hechos 2:27) por lo cual, Cristo fue resucitado “al tercer día”, antes de la salida del sol el domingo, antes que su cuerpo se descompusiera.


CONCLUSIÓN

En fin, estas son las distintas interpretaciones en torno al día que murió Jesús y las evidencias presentadas para cada una. Aunque no dejamos de ver los puntos que otros proponen para defender sus creencias de una muerte el día miércoles o jueves, como mencionamos nos inclinamos a creer que la Biblia respalda la creencia de que Jesús murió un día viernes.

En resumen, las razones expuestas para una muerte en viernes y resurrección en domingo son las siguientes:

La declaración del ángel a las mujeres de que Jesús resucitaría “al tercer día”;

La declaración de los caminantes a Emaús en su conversación con el Jesús resucitado el mismo primer día de la semana (domingo) diciendo “este es el tercer día”;

Lo que entendieron los líderes religiosos, los fariseos, Pilatos y los soldados romanos por la frase “después del tercer día” indicando “hasta el tercer día”;

El día de la Pascua debía ser celebrada el día 14 del primer mes (Nisán), ese año cayó en Jueves y Jesús comió la pascua con sus doce discípulos;

El hecho que las mujeres querían que la piedra fuese removida para tener acceso al cuerpo muerto de Jesús, cosa que no sucedería si fuese ya de cuatro o más días y

La declaración de que Dios no permitiría de que “su santo vea corrupción”, pienso que son suficientemente fuertes como para sostener que Jesús murió un viernes y resucitó, tal como lo dijo “al tercer día”, el domingo.


"Gracia y Paz"
(Jorge L. Trujillo).