martes, 14 de abril de 2015

Mateo 5:7


¿LA FRAGANCIA QUE EMANA DE TI ES AGRADABLE A DIOS?






2 Corintios 2:14-17
“Pero gracias a Dios, que en Cristo siempre nos lleva en triunfo, y que por medio de nosotros manifiesta en todo lugar la fragancia de su conocimiento. Porque fragante aroma de Cristo somos para Dios entre los que se salvan y entre los que se pierden; para unos, olor de muerte para muerte, y para otros, olor de vida para vida. Y para estas cosas ¿quién está capacitado? Pues no somos como muchos, que comercian con la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios y delante de Dios hablamos en Cristo”.

Antiguamente, cuando un general romano volvía victorioso de una gran conquista con frecuencia llevaba a cabo un desfile triunfal. El vencedor y su ejército desfilaban por las calles inundadas por millares de personas que les aclamaban. Mientras los músicos tocaban sus instrumentos, carros y soldados transportaban los tesoros tomados al monarca vencido, y éste y sus generales eran conducidos encadenados. El desfile se efectuaba en medio de una nube de incienso que quemaban a sus dioses. Tanto los vencedores como los cautivos podían oler la fragancia de las especies que ardían. El olor, sin embargo, significaba algo muy diferente para ambos grupos. Para los triunfadores, el olor era agradable; para los prisioneros, tenía hedor a esclavitud y muerte.

El pasaje de hoy nos enseña que el grato olor de Cristo (el evangelio) es “olor de muerte para muerte” para aquellos que se pierden, porque representa un desfile hacia el castigo final. Sin embargo, aquellos que son salvos hallan en el conocimiento de Cristo el grato “olor de vida para vida”, que representa el camino que conduce a la vida eterna. La Biblia está perfumada con el aroma de Dios. Cuando hacemos el hábito de leerla diariamente y la aplicamos a nuestro diario vivir, el “aroma” que despedimos es olor fragante agradable a Dios. Cuando mostramos a los que nos rodean los principios y las actitudes que aprendemos de la Biblia realmente estamos esparciendo el olor a salvación entre quienes nos rodean. Lamentablemente este olor no es percibido por todos de la misma manera. Al igual que para los cautivos y los vencedores durante la procesión romana el olor del incienso tenía diferente significado, así en nuestros tiempos a muchos les resulta desagradable la fragancia de la Palabra de Dios, mientras que otros disfrutamos de su exquisito perfume.

De manera similar Pablo escribe en 1 Corintios 1:18: “La palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios”. Aquí también vemos claramente la enorme diferencia en la manera en que perciben la palabra de Dios los que viven en pecado y los que hemos sido limpiados y justificados por la sangre de Cristo. Pablo también escribe en el pasaje de hoy acerca de la diferencia entre aquellos que “comercian con la palabra de Dios”, es decir los que usan la verdad del evangelio para su beneficio propio, y los que “con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo”. Seamos nosotros como estos últimos hablando a los demás de nuestro Señor Jesucristo y de la salvación a través de su sacrificio en la cruz. Dios quiere que llevemos al mundo “la fragancia de su conocimiento”. No hay mejor aroma para adoptar como nuestro, ni hay mejor perfume para compartir con los demás que la deliciosa fragancia de las Escrituras.

Imprégnate del fragante olor divino que proviene de la Palabra de Dios. Escudríñala día tras día, medita en ella, reflexiona, memorízala, aplícala a tu vida y compártela con los demás. Sigue las instrucciones del apóstol Pablo en su carta a los Efesios capítulo 6, tomando “el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu” (Efesios 6:17-18). Si lo haces de esta manera no sólo estarás alimentando y fortaleciendo tu espíritu sino además llevando a otros la oportunidad de que participen de las maravillas del reino celestial.

ORACIÓN:
Gracias, mi Dios, por tu Santa Palabra. Ayúdame a dedicar tiempo a leerla cada día y a vivir según tus enseñanzas, esparciendo tú aroma a mí alrededor. Te ruego que toques los corazones de mis familiares y amigos que no te conocen para que puedan disfrutar del olor de vida para vida que trae el conocimiento de Cristo. En el nombre de Jesús. Amén.

¡Gracia y Paz!

Dios te Habla

CON EL TIEMPO APRENDERÁS...


CON EL TIEMPO APRENDERÁS que en cualquier tipo de relación la confianza se construye con mucho trabajo y se requieren apenas unos segundos para destruirla; y que harás cosas o dirás palabras de las que te arrepentirás por el resto de tu vida.

Aprenderás que la Honestidad y la lealtad son fundamentales en una relación de pareja (llámese amistad, noviazgo o matrimonio).

Aprenderás que así como la mujer merece ser amada, el hombre merece ser respetado.

Aprenderás que no debes crear falsas ilusiones de amor en nadie, si en tu corazón no existe amor.

Aprenderás que debes decir Te amo a la persona que más te importa, porque nunca sabrás cuando será la última vez que la veas.

Aprenderás que el amor es una decisión, no un sentimiento.

Aprenderás que las verdaderas amistades pueden crecer a pesar de las distancias. Y que no importa que sea lo que tienes, sino a quién tienes en tu vida.

Aprenderás que no tienes que cambiar de amigos, sí tienes disposición de aceptarlos con todos sus defectos y virtudes.

Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que te rodean tienen influencia sobre ti, pero tú serás siempre responsable de tus actos y de tus palabras.

Aprenderás que si no controlas tus actos, ellos te controlaran a ti y que ser flexible no significa ser débil, o no tener carácter ni personalidad, porque no importa cuán delicada y frágil sea una situación, siempre debes de ser humilde.

Aprenderás que no es más grande quien es servido, sino quien sirve a los demás.

Aprenderás que no importa en donde estés ahora, sino a dónde vas a llegar por el camino que te diriges.

Aprenderás que la paciencia y tolerancia requieren de mucha práctica.

Aprenderás que puedes sentir ira, pero eso no te da el derecho de ser cruel con tus semejantes.

Aprenderás que no se madura con los años vividos, sino con la forma que capitalices tus experiencias.

Aprenderás la importancia que tiene el pedir perdón a quienes ofendes y, sobretodo, perdonar a quienes te hacen daño.

Aprenderás que no debes de juzgar a los demás con tanta severidad, sino con justo juicio, porque con la misma vara que mides, serás medido.

Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, aprovecha bien el tiempo porque los días son malos.

Pero lo más… lo más… importante que debes aprender es que, por sobre todas las cosas y circunstancias, debes de poner tu total y absoluta confianza en Dios, porque él es el único que te podrá sustentar en este peregrinar tan breve de tu vida… “Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece…” (Santiago 4:13-14).



¡Gracia y Paz!