martes, 25 de julio de 2017

Lucas 19:8-9


¿La curiosidad mató al gato?

La Biblia relata la vida de un hombre llamado Zaqueo que era jefe de los cobradores de impuestos, era una persona que tenía riquezas y vivía sin carencias. No obstante que tenía todo, él sentía una falta en su corazón que debía ser llenada de amor. Zaqueo no era del agradado de las personas porque se aprovechaba de ellas.

Un día cuando Jesús estaba pasando por la ciudad de  Zaqueo quiso ver quien era Él. ¿Has escuchado el dicho que dice: La curiosidad mató al  gato?  Estoy seguro que sí, muchas veces es mencionado en momentos cuando alguien es entrometido en lo que no le concierne. En esta oportunidad la curiosidad de Zaqueo no lo mató, es más, por causa de esto la salvación llegó a su casa y su vida fue transformada para bien.

“Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham” (Lucas 19:8-9).

La curiosidad de este hombre lo llevó a subirse a un árbol, ahí fue donde Jesús lo vio y le dijo que era necesario que  Él entrara en su casa. Hoy necesitas hacer un poco  de esfuerzo porque el Señor  quiere entrar a tu corazón para cambiarlo y limpiarlo, sé un curioso de las cosas de Dios y de su palabra porque eso no te matará; sino te dará vida eterna.
  
“Porque el que me halle, hallará la vida, Y alcanzará el favor de Jehová” (Proverbios 8:35).


¡Gracia y Paz!
         

Miguel Ángel Veizaga

sábado, 22 de julio de 2017

Lucas 15:22


El mejor vestido, como restauración de amor

"Pero el padre dijo a sus siervos: sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.  Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta" (Lucas 15:22).

Sin una sola palabra de amonestación por nuestro pasado, nuestro Padre celestial expresa, sin restricción el amor que siente por sus hijos e hijas, y expresa su gozo por haber hallado lo perdido.

Cuando nos arrepentimos del pecado y venimos al Padre, su poderoso amor nos besa, nos perdona, nos cubre, nos muestra misericordia, nos viste y nos da autoridad.

Acércate a Su presencia, no sigas más a la distancia. Desecha tus ropas de jornalero y vístete con las ropas de hijo que Él te ha preparado.

Confiadamente vive bajo Su bendición y cobertura.  En cada paso, nuestro gran pastor nos guía y aleja de todo mal. Cada uno de los regalos del Padre representa algo único para nosotros, como aceptación de Su eterno perdón.

Celebra la fiesta que se ha preparado para ti, con el mejor vestido, como restauración de amor y protección.

¡Gracia y Paz!

Pan de Vida