viernes, 12 de septiembre de 2014

ORACIÓN

Jeremías 29:11

“Porque yo sé los planes que tengo para vosotros planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza”



¿CONOCES LOS PLANES QUE DIOS TIENE PARA TU VIDA?



¿CONOCES LOS PLANES QUE DIOS TIENE PARA TU VIDA?

Jeremías 29:11
“Porque yo sé los planes que tengo para vosotros planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza”

Uno de los descubrimientos más maravillosos en la vida de una persona es conocer que está en este mundo porque Dios tiene un propósito para su vida. En el libro “Una vida con propósito” se encuentra escribió lo siguiente: “Fuiste creado por Dios y para Dios, y hasta que lo entiendas, tu vida no tendrá ningún sentido”. La escritura de hoy nos dice que Dios tiene planes para nosotros, y que sus planes son buenos, pues él desea darnos un futuro de esperanza, de bienestar y de felicidad.

Dios tiene un plan general para toda la humanidad. Es su deseo librarnos de la condenación que cayó sobre nosotros cuando Adán y Eva pecaron. Con ese fin envió a su Hijo Jesucristo, “para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Cuando creemos en Jesucristo, y lo aceptamos como nuestro Salvador somos librados de la condenación del pecado y tenemos vida eterna. Este es el propósito fundamental de Dios en nuestras vidas. Y una vez somos justificados, él desea conformarnos a la imagen de su Hijo para que vivamos junto a él por la eternidad, dice Romanos 8:29.

Además, Dios tiene un plan específico y personal para cada ser humano. Su plan para ti es diferente a su plan para mí. Ambos proceden de Dios, pero hechos a la medida de nuestras personalidades exclusivas, y de las circunstancias que envuelven nuestras vidas. Pero no solamente Dios tiene un plan para ti, sino que está muy interesado en que tú sepas cuál es ese plan. En su carta a los efesios, el apóstol Pablo dice: “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor” (Efesios 5:15-17). Es tu responsabilidad conocer cuál es la voluntad de Dios, cual es su plan en tu vida. Para ello debes andar como sabio, no como necio o insensato. Debes buscar la sabiduría que viene de Dios por medio de una vida de comunión con él, leyendo su palabra diariamente y pasando tiempo en oración cada día de tu vida.

Ahora bien, muchas veces hemos estado orando por mucho tiempo y no hemos tenido respuesta. Si esto te está sucediendo en estos momentos, debes analizar tu vida para descubrir la posible razón. Quizás sea una de las siguientes:

Tu propia voluntad puede estar estorbando la voluntad de Dios para tu vida. Si tú decides lo que quieres que ocurra en tu vida, es posible que le estés diciendo a Dios con tus acciones que no te interesa su plan. Entonces él espera que cambies tu actitud para actuar.

El pecado no confesado en tu vida puede ser un obstáculo. Ese pecado puede estar endureciendo tu corazón hasta el punto de la sordera espiritual, la cual te impide oír las instrucciones del Señor. ¿Hay algo que se interpone entre tú y Dios hoy, que necesita ser eliminado? Piénsalo bien.

Una simple duda puede afectar tu relación con Dios. La duda es totalmente opuesta a la fe. Y “sin fe es imposible agradar a Dios”, dice Hebreos 11:6. Cree de todo corazón que Dios desea lo mejor para ti, y quiere revelarte sus planes para tu vida.

La influencia negativa de otras personas puede estar alejándote del plan de Dios. Como en el caso de Job, debemos ser precavidos de los que parecen bien intencionados pero realmente son “amigos” terriblemente equivocados que nos ofrecen orientación totalmente errónea.

El afán puede estar afectando tu relación con Dios. ¿Estás tan afanado en tus propios planes que te impide tener un momento a solas con el Señor? La Biblia nos dice en Filipenses 4:6-7: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.

Busca el rostro del Señor cada día, ora, lee su palabra, medita en ella. El Espíritu Santo te capacitará para escuchar su voz y, cuando sigas sus instrucciones, podrás disfrutar de la vida abundante que Dios ha planeado para ti.

ORACIÓN:
Padre santo, gracias te doy por los planes que tú tienes para mí. Dame un oído fino y un corazón receptivo para escuchar y obedecer tus instrucciones, y que esos planes se hagan realidad en mi vida. En el nombre de Jesús, Amén.

¡Gracia y Paz!

Dios te Habla