martes, 1 de julio de 2014

DIOS QUIERE LLEVARTE POR UN PROCESO...

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¿Necesitas Fortaleza Espiritual?



¿Necesitas Fortaleza Espiritual?

La única manera que tiene una mujer creyente para recibir fortaleza en su ánimo, es el Espíritu Santo. Ese poder está a tu alcance, mi amada hermana. Si Cristo vive en tu corazón entonces estás conectada a la fuente de poder que te va a levantar y a sostener en cualquier situación difícil que enfrentes hoy. No es sólo la fuerza física externa, es la fortaleza en tu corazón, es un poder para poder creer por encima de cualquier situación que estés viviendo, es el poder que te va a ayudar a perseverar en tu fe para no volver atrás.

Fortalécete con el Espíritu Santo en esa enfermedad, en ese pleito legal, en ese desempleo, en esa relación rota, en este tiempo de desierto.

Oración:
“Precioso y amado Padre Celestial, por favor permite que tu santo Espíritu, venga y llene hoy todo mi ser con su unción fresca y poderosa; que traiga fuerza y poder en mi ánimo, que me fortalezca en ti para soportar cualquier cosa que hoy enfrente; porque sé que sólo con tu ayuda veré tu gloria en mi vida. En el nombre de Jesús, Amén”.

“Pido al padre que de su gloriosa riqueza les dé a ustedes, interiormente, poder y fuerza por medio del Espíritu de Dios” (Efesios 3:16) (NTV).


¡Gracia y Paz!

Mujer de Vanguardia

10 HÁBITOS DE LAS PAREJAS FELICES



10 Hábitos de las parejas felices
(El Número 5 Es El Consejo Más Valioso que he escuchado)

“¿Qué se necesita para ser feliz en una relación?” Aquí proponemos algunos consejos para mejorar la vida en pareja.

Si bien no existe un secreto mágico para lograrlo, si hay ciertos hábitos que contribuyen a su bienestar.

1. Van a la cama al mismo tiempo

Las parejas felices suelen resistir a la tentación de ir a acostarse en diferentes momentos. “Van a la cama al mismo tiempo, incluso si uno de los dos se levanta luego para hacer cosas mientras su pareja duerme”, “cuando tocan su piel aún sienten un pequeño hormigueo, a menos que uno o ambos estén tan agotados como para sentirse sexualmente excitados”.

2. Cultivan intereses comunes

Cuando la pasión baja sus niveles, es común que las parejas se den cuenta que tienen pocos intereses en común. Por ello, no hay que restarle importancia a las actividades que pueden desarrollar y disfrutar en conjunto.

“Si los intereses comunes no están presentes, las parejas felices los desarrollan”, recomendando también tener actividades por separado, para que la relación no se vuelva demasiado dependiente.

3. Caminan de la mano o van uno al lado del otro

En lugar de que uno de los dos se vaya quedando atrás porque camina más lento o se detiene a ver algo, se recomienda andar cómodamente al lado de la pareja, y mejor aún si se toman la mano. Si uno quiere parar a observar alguna cosa, es mejor hacerlo juntos, o se pierde el sentido de compañía.

4. Confían y perdonan

En los desacuerdos o discusiones rutinarias que no llegan a resolución, las parejas felices no se desgastan, se perdonan mutuamente y confían el uno en el otro, en lugar de guardar rencor y mantenerse de mala gana en la relación.

5. Se centran más en lo que su pareja hace bien que en lo que hace mal

Si comienzas a buscar cosas malas en tu pareja, siempre encontrarás algo. Si haces lo contrario, es decir, buscas lo bueno, también hallarás cosas. “Todo depende de lo que quieres buscar. Las parejas felices acentúan lo positivo”.

6. Se abrazan al reencontrarse después del trabajo o actividades

“Nuestra piel tiene una memoria de “buenas caricias” (amor), “malas caricias” (abuso) y “sin caricias” (descuido). Las parejas que se saludan con un abrazo mantienen su piel bañada por “buenas caricias”.

7. Dicen “te amo” y “que tengas un buen día” todas las mañanas

Es una manera de cultivar la paciencia y la tolerancia, pues es una buena forma de empezar un día que depara problemas, dificultades y otras molestias que podrían darse en el trabajo.

8. Dicen “Buenas noches” cada noche, independientemente de cómo se sientan

“Esto le dice a tu pareja que, sin importar lo mal que estás con él o ella, aún quieres estar en la relación. Dice que lo que tú y tu pareja tienen es más grande que cualquier incidente perturbador”.

9. Llaman o envían un pequeño mensaje a su pareja durante el día

Llamar o enviar un pequeño mensaje preguntando cómo va el día del otro, es un hábito de las parejas felices. Ayuda a mantener la complicidad y conexión aún cuando no se ven, y permite estar más en sintonía cuando se ven después del trabajo. Puedes saber si tu pareja está teniendo un día horrible o tuvo un gran logro que pueden compartir cuando se reencuentren.

10. Se sienten complacidos de estar con su pareja

A las parejas felices les gusta verse juntos y cuando están en público suelen darse la mano, apoyar su mano sobre el hombro, espalda o rodilla del otro, etc. Muestran la conexión que existe entre ellos, a veces sin darse cuenta.

Un hábito es un comportamiento discreto que para transformarse en automático, necesita un poco esfuerzo para mantenerlo y cultivarlo. En este sentido, aquellos que tienen problemas de pareja, pueden seleccionar uno de los puntos señalados y llevarlo a cabo. Además, si en un comienzo no funciona, aconseja no desesperarse y simplemente retomarlo.

Lucas 6:31
“Y como queréis que os hagan los hombres, así también hacedles vosotros”


¡Gracia y Paz!
Edificando Matrimonios conforme al propósito de Dios


ORACIÓN



¿ESTÁS GOZANDO DEL PRIVILEGIO DE ADORAR A DIOS?



¿Estás gozando del privilegio de adorar a Dios?

Hebreos 12:18-24
“Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más, porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo; y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando; sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel”.

El cartel afuera de la iglesia dice: “Culto de adoración: Domingos 11 AM”. Esto debía detener el tránsito. Los que pasan por allí deberían sacar sus bolígrafos y anotar la hora en sus agendas. Debía todo el mundo estar consciente de que cuando una iglesia se reúne para adorar suceden cosas maravillosas. Lamentablemente, aún hay muchos que dicen ser cristianos que ignoran el profundo impacto espiritual de una verdadera adoración.

En la escritura de hoy, se nos hace énfasis del privilegio y la gloria que conlleva la verdadera adoración para aquellos que hemos aceptado a Jesucristo como Salvador. Primeramente nos remonta a la época del éxodo de los israelitas, cuando fueron liberados de la esclavitud en Egipto, y después de marchar por el desierto llegaron al Monte Sinaí donde Dios los esperaba. El escenario que tenían enfrente en aquel momento era verdaderamente intimidante: El monte “ardía en fuego”, una gran oscuridad les rodeaba, en medio de una violenta tempestad se escuchaba el ensordecedor sonido de una trompeta, y por encima de todo esto resonaba una voz de una manera tan amenazadora que “los que la oyeron rogaron que no se les hablase más, porque no podían soportar lo que se ordenaba”. La escena era tan aterradora que el mismo Moisés dijo: “Estoy espantado y temblando”. Esto describe de manera clara la naturaleza y el ministerio de la ley. Es una revelación de las justas demandas de Dios y de su ira contra el pecado.

En Éxodo capítulo 20, la Biblia describe aquel momento. Dice el versículo 18 que “ante ese espectáculo de truenos y relámpagos, de sonidos de trompeta y de la montaña envuelta en humo, los israelitas temblaban de miedo y se mantenían a distancia”. El pasaje de hoy continúa diciendo que ahora nos hemos acercado “al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel”. Los creyentes no hemos venido a la abrumadora escena del Sinaí bajo los efectos de la ley, sino a la preciosa manifestación de la gracia provista por la sangre del Cordero de Dios, quien con su muerte en la cruz del Calvario hizo que “el velo del templo se rasgara en dos, de arriba abajo” (Marcos 15:38). Ahora tenemos entrada al Lugar Santísimo. No tenemos que mantenernos “a distancia”, sino que podemos acercarnos “confiadamente al trono de la gracia” (Hebreos 4:16). Este es el resultado de la obra redentora de nuestro Señor Jesucristo.

Jesús le habló claramente sobre esto a la mujer samaritana junto al pozo de Jacob. Allí le dijo: “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Juan 4:23-24).

Reflexiona cuidadosamente en la escritura de hoy y pídele al Señor que te dé discernimiento espiritual para entender el precioso privilegio que, como hijo o hija de Dios, tienes de acercarte a su trono de gracia y disfrutar profundamente de un tiempo de genuina adoración.

ORACIÓN:
Amante Padre celestial, yo anhelo adorarte en espíritu y en verdad, como tú quieres que te adoren. Pon en mi corazón un sincero deseo de alabarte y proclamar tu gloria, y así unirme a las legiones de ángeles que constantemente alaban y glorifican tu santo nombre. Por Cristo Jesús, Amén.

¡Gracia y Paz!

Dios te Habla