miércoles, 20 de noviembre de 2013

¿TE GUSTA LA CHISMOGRAFÍA?



Santiago 3:5-8
“Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal”.

La chismografía no es un tema popular, pero sin duda alguna si es una actividad muy popular. Muchas personas malgastan el tiempo en habladurías acerca de otros, por lo general con la intención de criticar y juzgar. Por desgracia, los creyentes muchas veces son tan culpables de chismear, como los no creyentes. Pero nuestro Padre celestial quiere que veamos esta práctica del chisme tal y como es.

El apóstol Pablo coloca la chismografía en medio de pecados como “el engaño, la malicia, la calumnia y la arrogancia” (Romanos 1:29-30). El chisme es embaucador y difamatorio, y está acompañado por la vileza y la soberbia. Todas estas son características de los “aborrecedores de Dios”, según el apóstol. En otro pasaje que describe las prácticas impías, Pablo coloca al chisme en el centro de ellas. Y, por supuesto, todo el mundo sabe que el último decreto de los Diez Mandamientos es: “No hablarás contra tu prójimo falso testimonio” (Éxodo 20:16).

La chismografía no concuerda con quienes somos hijos de Dios. Así como no se puede tener veneno y agua pura saliendo de la misma corriente, el cristiano no puede tener una conversación que honre a Dios y al mismo tiempo chismear de otros. Cuando de nuestros labios salen palabras dañinas, demostramos lo que albergamos en nuestro corazón. Sin embargo, Dios se ocupa de limpiar los corazones. Si permitimos que el chisme, el engaño y la malicia se introduzcan en nuestra vida— debemos orar como lo hizo David: “Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Jehová, roca mía, y redentor mío” (Sal 19:14).


“Gracia y Paz”

Meditación Diaria

LO QUE ÉL NECESITA, LO QUE ELLA ESPERA



En la carta a los Efesios, Pablo le habla al esposo y le dice más de una vez que ame a su esposa (Efesios 5:25, 28, 33). Y cuando se dirige a la mujer la exhorta a que respete a su marido (Efesios 5:33). Sin embargo, en nuestro entorno social y familiar es muy común que se trate más amablemente a extraños y desconocidos que a nuestro conyugue y a nuestros seres queridos. La necesidad más importante para un hombre es el respeto; para una mujer, el amor.

Hoy en día, las quejas más frecuentes de una mujer respecto del varón son: “No comprende lo suficiente, No es sensible a las emociones, No es suficientemente afectuoso. Es demasiado rápido en la vida sexual. No se comunica bien, no habla de sus sentimientos y emociones. No pasa suficiente tiempo con nuestros hijos. No aprecia el trabajo mi trabajo y no ayuda en la casa. Toma decisiones sin consultar”.

Y las quejas del hombre respecto de la mujer son: “Se queja, critica y fastidia demasiado. Trata de controlarme y de suprimirme. Usa el sexo como un arma de castigo. No es lógica, sino emocional. Sus emociones son impredecibles. Es chismosa y por todo llora o se enoja”.


LAS MUJERES SON FELICES Y RESPONDEN POSITIVAMENTE CUANDO SE SIENTEN APOYADAS.

John Gray dice: “Los hombres se sienten estimulados y fuertes cuando se sienten necesitados y respetados. Cuando un hombre no se siente necesitado en una relación, gradualmente se torna pasivo y pierde energías; cada día que pasa tiene menos que ofrecer a la relación. Por otra parte, cuando siente que ella tiene confianza en que él hará todo lo posible para satisfacer las necesidades de ella y, si ve que sus esfuerzos son apreciados, se siente estimulado para dar más. Las mujeres son felices y responden positivamente cuando se sienten apoyadas, se preocupan por ellas, y sienten que sus necesidades serán satisfechas. Cuando una mujer se siente perturbada, abrumada, confundida, agotada o desesperada, lo que más necesita es el simple compañerismo. Necesita sentir que no está sola. Necesita sentirse amada y apreciada”.

Amado hermano y hermana: ¿Cómo se encuentra tu relación matrimonial? ¿Estás viviendo un buen momento? ¿Estás en una meseta? ¿tu matrimonio yace a la vera del camino? ¿Está en terapia intensiva? ¿Cuáles son los problemas más importantes por los que está atravesando tu relación? ¿Descargas tu furia y arsenal de malas palabras contra tus seres queridos? ¿Siente tu pareja que la maltratas con tus gestos, palabras o acciones?


Si estas viviendo la falta de alguno de los ingredientes del Amor y el Respeto, a continuación te propongo un “Desafío para la semana”:

Nunca seas irrespetuoso/a o violento/a hacia tu cónyuge. Tu pareja es el regalo especial que Dios te ha dado. Trátala como tal. No tengas comportamientos abusivos. La agresión física jamás puede ser justificada.

¿Quieres un esposo amoroso, atento y compañero? Hazle sentir que lo necesitas y lo respetas.

¿Quieres una esposa preocupada por el hogar, responsable y fogosa? Hazle sentir que la amas y que aprecias todo lo que hace, escúchala sinceramente. La empatía, comprensión, aprobación y compasión hacia la mujer influyen en la calidad de vida matrimonial.


¿Qué opinas acerca de las siguientes declaraciones?:

· Dice un proverbio persa: “No hieras a la mujer ni con el pétalo de una rosa”. Mas yo te digo: “No la hieras ni con el pensamiento” (Amado Nervo).

· “Las mujeres necesitan una relación significativa y satisfactoria para tener sexo espectacular. Los hombres necesitan sexo espectacular y satisfactorio para tener una relación significativa” (Donalyn Currie).

· “El matrimonio… más que buscar a la persona correcta… es que tu seas la persona correcta” (anónimo).

· “En un nido roto no hay huevos sanos” (proverbio chino).


Completa las siguientes frases:

· Reconozco que mi principal falla como esposo/a es…

· Creo que podré ser mejor en…

· Necesito que me ayudes con…

· Las cosas que más me agradan de mi pareja son…


He aquí algunas sugerencias para mejorar tu relación matrimonial (elige al menos una y, ¡hazla!):

· Proponte entregar a tu cónyuge un mensaje romántico por hora durante todo un día.
· Programa una noche es-pec-ta-cu-lar.
· Disfruta algunas de tus fantasías junto al amor de tu vida.
· Organiza una fiesta sorpresa para festejar un momento único en tu matrimonio, puede ser el aniversario de bodas u otra fecha especial.
· Invita a tu pareja a un paseo romántico en un parque o simplemente en algún centro comercial.
· Escríbele una carta romántica donde resaltes tres virtudes por las que te enamoraste.
· Ofrécete voluntariamente para ayudar en las tareas propias de tu pareja.
· Recuerda que el amor no es lo que se siente, sino lo que se hace. Hechos, no sólo palabras, son siempre la prueba de nuestro amor.
· Prepara un sobre con fotos de ustedes para que tu pareja lleve consigo en su agenda.
· Destaca algo bueno, algo bien hecho.
· Abraza a tu cónyuge. Alguien dijo que cuatro abrazos diarios son necesarios para la sobrevivencia, ocho abrazos para el mantenimiento y doce abrazos diarios para el crecimiento.
· Renueva tu pacto de amor. Sin pacto, no hay matrimonio; sin pacto, no hay compromiso; sin pacto, no hay fidelidad.
· Dale muestras de afecto en público. Comenta a otras personas sus cualidades y virtudes.
· Haz cosas que le agraden a tu pareja.
· Atiende a tu cónyuge cuando esté enfermo.

Podrías orar a Dios en estos momentos diciéndole: “Eterno Dios, dame conocimiento para aprender de tu Santa Palabra para conducir mi relación conforme a tus propósitos; en donde los ingredientes principales sean el Amor y el Respeto mutuo; y así como tu amado hijo Jesús cargó en la cruz con nuestras penas, lamentos, enfermedades y dolores; te suplico, si es tu voluntad, restaures la salud de mi conyugue. Gracias amado Padre porque sé que tus misericordias son nuevas cada mañana, en el nombre de Jesús, Amén”.


“Gracia y Paz”

Edificando Matrimonios conforme al propósito de Dios