viernes, 7 de febrero de 2014

ALGUNOS CONSEJOS PRÁCTICOS PARA EVANGÉLICOS CONFUNDIDOS:



1) Si vas a declarar, que sean tus impuestos (Lucas 20:25).
2) Si quieres prosperar, trabaja y se diligente (Proverbios 6:6; 13:4).
3) Si te sientes enfermo y afligido ora y ve al médico (1 Corintios 6:19).
4) Si vas a discutir sobre la Biblia, primero estudia y adquiere sabiduría (Hechos 17:11).
5) Que tu confianza en Dios no se base en lo que “declaras”, “confiesas”, “decretas”, “atas” o “desatas”, sino en orar a Él, pidiendo conforme a su voluntad y reconociendo su soberanía
(1 Juan 5:14-15: 1 Tesalonicenses 5:17).
6) Y no culpes a Dios por tus errores, fracasos, peleas y accidentes (Gálatas 6:7).

Haciendo estas pocas cosas, logrará tener paz y seguridad en tu diario vivir.


“Gracia y Paz”

Aprendiendo la Sana Doctrina

¿EN QUIÉN ESTAS PONIENDO TU CONFIANZA?



Salmo 56:11
“En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?”

Mientras huía del rey Saúl que lo quería matar, David fue a parar a la tierra de Gat. Allí, al sentirse rodeado de filisteos por todas partes, él sintió mucho temor y entonces escribió este Salmo, el cual se conoce como “La paloma entre extraños” o “La paloma silenciosa en paraje muy distante”. Puesto que la paloma representa la inocencia indefensa, es comprensible que David haya sido comparado con ella. Sin embargo, aunque indefenso, David sabía que una fuerza divina estaba obrando en su favor. Por eso pudo declarar: “En Dios he confiado; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?”

Etty Hillesum era una joven judía que vivía en Amsterdam en 1942. En aquel tiempo, los nazis estaban arrestando judíos y enviándolos como a ganado a los campos de concentración. Mientras esperaba un arresto inevitable y sintiendo temor a lo desconocido, empezó a leer la Biblia, y conoció a Cristo. Simplemente puso su confianza en Dios y encontró un valor que la dejó sorprendida. Entonces escribió en su diario: “Desde todos los ángulos nos viene la destrucción y pronto se cerrará el círculo y absolutamente nadie podrá venir en nuestro auxilio. Pero no siento que estoy en las garras de nadie. Me siento segura en los brazos de Dios. Y ya sea que esté sentada en mi viejo y querido escritorio en el distrito judío, o en un campo de concentración bajo la vigilancia de los guardias, me sentiré segura en los brazos de Dios. Porque una vez has empezado a caminar con Dios, sólo necesitas seguir caminando con él, y toda la vida se convierte en una larga y maravillosa caminata”.

Etty era una imagen viva y genuina de la declaración del salmista: “En el día que temo, yo en ti confío. ¿Que puede hacerme el hombre?” ¡Qué poderoso aliento para una persona atacada por el temor! El apóstol Pablo, también producto de su propia experiencia, muchos siglos después escribió en su carta a los Romanos: “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31).

Lamentablemente en ocasiones nos olvidamos de Dios y ponemos nuestra confianza en alguna persona, a la cual consideramos capacitada para ayudarnos a resolver nuestros problemas. En este aspecto la Biblia nos advierte de la siguiente manera: “Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y su corazón se aparta de Jehová. Será como un arbusto en el desierto, y no verá cuando viene el bien. Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas” (Jeremías 17:5-8). Ciertamente el Señor puede usar a alguna persona para que nos ayude en medio de una difícil situación, pero nuestra confianza debe ser depositada totalmente en las manos de Dios. Él sabe exactamente qué debe hacer y tiene el poder para hacer todo lo que sea necesario para sacarnos de la prueba victoriosamente.

¿Acaso te encuentras en una situación que te llena de temor? ¿Sientes que no puedes hacer nada para defenderte? Medita en esta enseñanza y confía plenamente en el Dios todopoderoso. Repite en voz baja, creyéndolo en tu corazón: “Esto sé, que Dios está por mí” Él no le falló a David, ni al apóstol Pablo, ni a Etty Hillesum, ni te va a fallar a ti si tú pones en él toda tu confianza.

ORACIÓN:
Bendito Padre celestial, confieso que muchas veces me agobian las circunstancias que vivo, tengo miedo y no sé que hacer. Por favor, aumenta mi fe para que yo pueda confiar totalmente en ti, y tener la seguridad de que si tú eres por mí, entonces no hay nada ni nadie que pueda estar contra mí. En el nombre de Jesucristo, Amén.


[Lee: Salmo 56:1-11]


“Gracia y Paz”
Dios te Habla

te invito a que visites la Pagina: