viernes, 18 de mayo de 2012

¡ASOMBROZA PAZ! - David Wilkerson

Jesús nos da más de una razón por la cual necesitamos su paz. Cristo les dijo a sus discípulos, en Juan 14:30: “Viene el príncipe de este mundo”. ¿Cuál era el contexto de esta declaración? Él acababa de decirle a los doce: “No hablaré ya mucho con vosotros”. Luego, explicó el por qué: “Porque viene el príncipe de este mundo”.

Jesús sabía que Satanás estaba ocupado en aquella misma hora. El diablo ya había enlistado a Judas para que lo traicionara. Y Cristo sabía que la jerarquía religiosa en Jerusalén estaba siendo fortalecida por los principados del infierno. Él también era consciente de que una multitud inspirada por el diablo vendría muy pronto para llevarlo prisionero. Ahí es cuando Jesús les dice a los discípulos: “Satanás, el maligno, viene. Así que ya no les seguiré hablando más.”

Jesús sabía que necesitaba tener un tiempo con el Padre para prepararse para la dificultad que enfrentaría. Él estaba a punto de ser puesto en manos de hombres malvados, tal como Él mismo lo había dicho. Y sabía que Satanás estaba haciendo todo lo posible para estremecer su paz. El diablo habría de acosarlo e intentaría desalentarlo. Todo esto con el propósito de quebrantar la fe de Cristo en el Padre, de hacer cualquier cosa con tal de que Él no fuera a la Cruz.

Puede ser que usted se encuentre confundido, pensando: “Todo terminó, no lo voy a lograr”. Pero Jesús dice: “Yo sé lo que estás pasando. Ven y bebe de mi paz”.

Ahora mismo, usted puede estar atravesando el tiempo más difícil que haya enfrentado. Su vida puede estar en juego y todo parece carecer de esperanza. Pareciera no haber escapatoria para usted y cada puerta que usted abre lo llena de más tensión, confusión y cansancio.

No importa lo que usted esté pasando. Su vida puede parecer haber sido devastada por un tornado. Usted puede estar soportando pruebas que hacen que otros lo vean como un Job moderno. Pero en medio de sus pruebas, cuando clame al Espíritu Santo para que lo bautice en la paz de Cristo, Él lo hará.

La gente lo señalará y dirá: “El mundo de aquel hombre se ha hecho pedazos, sin embargo él ha determinado confiar en la Palabra de Dios, viva o muera. ¿Cómo puede hacerlo? ¿Cómo puede continuar? El debiera haberse rendido hace mucho tiempo, pero no lo ha hecho. Y a lo largo de todo, no ha cedido ninguno de sus principios. ¡Qué asombrosa paz! Está más allá del entendimiento”.

“Gracia y Paz”
Cómo tener una vida consagrada a Dios
Romanos 12:2
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.
El versículo de hoy presenta el propósito y los pasos necesarios para desarrollar una vida consagrada a Dios. Pablo estaba advirtiendo con urgencia a los creyentes que no se conformaran al mundo. Nuestra propensión a no ser fieles a la verdad es uno de los mayores peligros en la iglesia hoy.
Mediante las relaciones mundanas y el entorno, estamos siendo influenciados por personas que no andan en los caminos de Dios. Nuestra sociedad nos dice que debemos ponernos en primer lugar, obtener lo que queremos, proteger nuestros derechos y promover nuestros propios intereses por encima de los de los demás. Pero, Jesús dijo que nuestro Padre celestial nos dará lo que realmente necesitamos (Fil 4:19), que debemos negarnos a nosotros mismos y seguirle (Lc 9:23), y que el humilde —no el orgulloso— será honrado (Stg 4:10).
Al mismo tiempo, Pablo nos exhorta a buscar la transformación de nuestras mentes: a poner nuestros pensamientos en las cosas de arriba (Col 3:2), y a enfocarnos en lo verdadero, lo justo, lo puro y lo de buen nombre (Fil 4:8). Esto exige hacer ajustes en nuestra forma de ver la vida, hasta que nuestros pensamientos armonicen con los de Cristo. También debemos proteger nuestras mentes con la verdad bíblica, y rodearnos de creyentes maduros que puedan alertarnos cuando empecemos a descarriarnos.
Hágase estas preguntas:
¿Estoy enfocándome en lo que es importante para el Señor?...
¿Estoy obedeciendo la Biblia?...
¿Estoy demostrando una conducta transformada?
Deje que el Espíritu Santo de Dios le dé el poder para hacer los cambios necesarios que le permitan ser más como Cristo.
“Gracia y Paz”
Meditación Diaria
SALTA SOBRE LOS PROBLEMAS
Job 39:1
“¿Sabes tú el tiempo en que paren las cabras monteses?
¿O miraste tú las ciervas cuando están pariendo?”
A mí me encanta ir a las Montañas Rocosas de paseo. ¡Son tan inmensas y hermosas, y están tan llenas de vida silvestre! Uno de los animales que me gusta ver son las cabras montesas. Las cabras montesas son unas cabras grandes y peludas con una barba muy larga. Cuando están en su edad adulta pueden saltar hasta casi cuatro metros de longitud. Trata de ver cuán lejos puedes saltar tú. ¿Pudiste saltar tan lejos como una cabra montesa?
Es un espectáculo único ver saltar a las cabras montesas de una roca a otra por encima de grandes espacios y peligrosos barrancos. Parecieran saber exactamente cuán lejos y alto saltar para permanecer fuera de peligro.
Dios nos ha dado en la Biblia las historias de muchas personas. Estas incluyen todas las cosas malas y las cosas buenas que hicieron. Dios nos dio estas historias como ejemplos para que nosotros no cometamos los mismos errores que cometieron ellos.
Todos cometemos errores en la vida, pero así como la cabra montesa salta por encima de los lugares más peligrosos de las montañas, Dios quiere que nosotros evitemos la mayor cantidad de problemas que podamos la vida.
Lee hoy la Palabra de Dios y, al igual que la cabra montesa, salta sobre los problemas que Dios te ha pedido que evites.
“Gracia y Paz”
(Jim Feldbush)
1 Pedro 1:15 “Sino como aquel que os ha llamado es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir”

En Israel antiguo, “cada uno hacía lo que bien le parecía” (Jueces 17:6). Parece que nada ha cambiado porque esto es lo que vemos todos los días en nuestra vida cotidiana, con la plática sucia, parejas viviendo juntos sin casarse, el engaño, la mentira y el caos moral que vemos en el cine, en los periódicos, y en la televisión.

Pero debemos separarnos de toda esta iniquidad y ser “santos en toda vuestra manera de vivir”. Jesús “por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí sino para aquel que murió y resucitó por ellos” (2 Corintios 5:15). Poco tiempo nos queda aquí. Miremos a Cristo, y seguimos a él.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día