viernes, 18 de mayo de 2012

Cómo tener una vida consagrada a Dios
Romanos 12:2
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.
El versículo de hoy presenta el propósito y los pasos necesarios para desarrollar una vida consagrada a Dios. Pablo estaba advirtiendo con urgencia a los creyentes que no se conformaran al mundo. Nuestra propensión a no ser fieles a la verdad es uno de los mayores peligros en la iglesia hoy.
Mediante las relaciones mundanas y el entorno, estamos siendo influenciados por personas que no andan en los caminos de Dios. Nuestra sociedad nos dice que debemos ponernos en primer lugar, obtener lo que queremos, proteger nuestros derechos y promover nuestros propios intereses por encima de los de los demás. Pero, Jesús dijo que nuestro Padre celestial nos dará lo que realmente necesitamos (Fil 4:19), que debemos negarnos a nosotros mismos y seguirle (Lc 9:23), y que el humilde —no el orgulloso— será honrado (Stg 4:10).
Al mismo tiempo, Pablo nos exhorta a buscar la transformación de nuestras mentes: a poner nuestros pensamientos en las cosas de arriba (Col 3:2), y a enfocarnos en lo verdadero, lo justo, lo puro y lo de buen nombre (Fil 4:8). Esto exige hacer ajustes en nuestra forma de ver la vida, hasta que nuestros pensamientos armonicen con los de Cristo. También debemos proteger nuestras mentes con la verdad bíblica, y rodearnos de creyentes maduros que puedan alertarnos cuando empecemos a descarriarnos.
Hágase estas preguntas:
¿Estoy enfocándome en lo que es importante para el Señor?...
¿Estoy obedeciendo la Biblia?...
¿Estoy demostrando una conducta transformada?
Deje que el Espíritu Santo de Dios le dé el poder para hacer los cambios necesarios que le permitan ser más como Cristo.
“Gracia y Paz”
Meditación Diaria

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