martes, 1 de mayo de 2012

VER LO INVISIBLE

"Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento…" Efesios 1:18

Mucho de lo que pedimos en oración depende de lo que vemos con nuestros ojos. Oramos a Dios por problemas con el auto, un techo que gotea, unas tuberías defectuosas o la necesidad de un nuevo edificio para la iglesia… y todo eso está bien. Debemos orar por esas cosas.
Pero cuando Pablo habló con Dios sobre los creyentes en Éfeso, no mencionó las necesidades físicas de ellos, sino que pidió que pudieran ver y entender la verdad de Dios con más claridad (1:18). Estaba rogándole al Señor que les diera a los efesios sabiduría y discernimiento espiritual en tres áreas: la esperanza a la que habían sido llamados, las riquezas de su herencia espiritual y el poder de la resurrección que disfrutaban (vv. 18-20).

Estos elementos invisibles son importantes porque, mientras mejor veamos con los ojos de la fe lo invisible -la esfera de Dios-, mejor percibimos la realidad del mundo visible. Entender lo que significa nuestra esperanza de la vida eterna y darnos cuenta de las abundantes riquezas que tenemos en Cristo Jesús nos permitirá mantener una perspectiva adecuada de este mundo que podemos ver. Además, impedirá que nos concentremos demasiado en todas las cosas que ofrece.

Señor, muéstranos esas cosas invisibles que tenemos que observar y conocer, y que son mucho más importantes que las que podemos ver.

Reflexión:
SI MANTIENES LA MIRADA EN CRISTO, VERÁS TUS RIQUEZAS ESPIRITUALES.

Lectura: Efesios 1:15-23 (RV60).
“Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”.

“Gracia y Paz”
Devocionales Diarios
nuestropandiario.com

¿Qué es esperar en Dios en el Noviazgo?

A veces el confundir términos nos puede llevar a desilusiones, he sido testigo a través de cartas, mensajes o comentarios de cómo muchos solteros de edad avanzada se quejan de que Dios nunca les respondió, dicen que esperaron en Él y los años avanzaron y nunca obtuvieron una respuesta de Dios en el ámbito amoroso.

Pero mi pregunta es: ¿Qué concepto tienes de esperar en Dios?, ¿De qué forma lo has hecho?, ¿Por qué echarle la culpa a Dios de tu actual estado de soltería?
A través de este artículo quiero humildemente mostrarte el concepto de esperar en Dios que realmente tendrías que hacer práctico en tu vida para no caer en desilusiones cuando los años pasen.

¿Qué es esperar en Dios en el noviazgo para la mucha gente?

Para muchos el concepto de esperar en Dios es solamente orar y orar y orar, esperando a que Dios un día conteste sus oraciones y le envíe al príncipe de sus sueños o a esa princesa soñada. La mayoría no hacen absolutamente NADA más que orar y orar y seguir orando. De allí que vienen las quejas después de varios años de “orar sin cesar” y que aun sigan solteros.

Creo que a la mayoría nos enseñaron solo una parte de todo esto o quizá nunca nos explicaron lo que realmente significaba: ESPERAR EN DIOS en el ámbito del noviazgo.

Aclaro que yo soy un súper defensor del esperar en Dios en el ámbito amoroso y a través de los más de ochenta artículos de noviazgo que he escrito lo trato de explicar, hablo sobre orar a Dios, hablo sobre esperar una respuesta, pero también hablo de CONOCER PERSONAS. Eh allí el punto que la mayoría de nosotros olvida del proceso de esperar.

Hay muchos que creen que Dios les enviara a la puerta de su casa al hombre de sus vidas o a la mujer de sus sueños. No salen de sus casas y se dedican nada más a orar. Si bien es cierto Dios es capaz de hacer hasta lo imposible, creo que algunos de nosotros exageramos un poco en cuando al ámbito amoroso, ya que difícilmente Dios te llevara hasta el lugar donde pasas encerrado a ese hombre o mujer que tanto anhelas.

Muchos se quejan con Dios y se enojan con la vida porque pasaron los años y “esperaron en Dios” y nunca llego la persona que esperaron.

¿Qué es lo que realmente tiene que significar esperar en Dios en el noviazgo?

Haber, quiero que dejemos claro el concepto de esperar en Dios en el noviazgo para que no nos confundamos y para que luego no le echemos la culpa a Dios.
Esperar en Dios en el noviazgo tendría que ser:
“Dejar en las manos de Dios nuestras decisiones para nos precipitarnos, seria entregarle a Él nuestro sentimientos y permitirle que Él nos guie en el momento indicado a tomar la decisión más correcta”.

Ahora bien, la Biblia dice en Jeremías 17:9 “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”. ¿Por qué dejar en las manos de Dios nuestras decisiones en este ámbito?, porque la mayoría de veces tomamos decisiones orientados por nuestras emociones cambiantes, que como resultado nos llevan al fracaso amoroso y como consecuencia nuestro corazón queda herido y en muchas ocasiones al encontrarnos heridos en nuestro corazón por una relación que no tuvo buen fin, tendemos a alejarnos de Dios y olvidarnos que mas allá de los sentimientos amorosos hay un Dios que se interesa por nosotros y a quien le debemos nuestra vida.

Ahora, ¿Por qué permitirle que Él nos guie en este ámbito?, porque su guianza es PERFECTA, porque siempre que lo tomamos en cuenta en nuestras decisiones y nos dejamos guiar por Él nos va bien. La Biblia dice: “Dios mío, mira en el fondo de mi corazón, y pon a prueba mis pensamientos. Dime si mi conducta no te agrada, y enséñame a vivir como quieres que yo viva” Salmos 139:23-24 (Traducción en lenguaje actual).

Si decimos que el esperar en Dios tiene que ver con dejar en las manos de Dios y permitirle que Él nos guie en el ámbito amoroso, no quiere decir que DIOS NOS OBLIGARA o que ÉL LLEVARA A ESE HOMBRE O MUJER HASTA LA PUERTA DE NUESTRA CASA.

LA SEGUNDA PARTE:

Orar es la primera parte y allí va incluido el esperar en Dios, cuando oro le pido a Dios que me dirija, que guarde mi corazón y que me de sabiduría para SABER

DECIDIR.
Dije para saber: DICIDIR. Cuando hablo de decidir me refiero a que los que tomaremos la decisión final somos nosotros, pero para tomar una decisión sobre con quien voy a entablar una relación de noviazgo para que esa relación me lleve a un futuro matrimonio, debo de tener prospectos, es decir, por lo menos una persona que me guste y en quien yo vea las cualidades que necesito en ella o para las chicas, en él.

La segunda parte tiene que ver con CONOCER PERSONAS y ENTABLAR AMISTADES.

Si tú eres una persona que has estado soltera o soltero durante muchos años, yo te preguntaría: ¿Has conocido personas?, ¿Has entablado amistades?, ¿Tienes vida social en tu Iglesia más allá del Internet o los mensajes de texto de los celulares?
La mayoría de solteros que tienen muchos años de estar en este estado, no salen de sus casas, no son muy sociables o tienen diferentes complejos que no les permite ser amigables o entrar en algún círculo de amigos para conocer personas.

Conozco personas solteras de avanzada edad que no se creen lo suficientemente buenos o interesantes como para entrar en un círculo de amistad, personas que van a las Iglesias y salen sin haber entablado una sola conversación con alguien. Personas tímidas que no se atreven ni a saludar a alguien por el temor quizá al rechazo, todo eso lo que hace es levantar una muralla grandísima para que algún día puedas encontrar una persona que se interese en ti.

¿Cómo pues entablaras una relación de noviazgo, si no puedes ni saludar a las personas por timidez o temor?, es casi imposible que puedas conocer a alguien si tu eres una persona que le da hasta pena saludar. El problema es que luego nos quejamos que Dios no contesta, pero tienes que entender algo: DIOS NO TE VA A OBLIGAR A NADA.

Cada uno de nosotros somos responsables de que las cosas sucedan, en el sentido de que para entablar una relación de noviazgo tienes que conocer a por lo menos una persona que te llame la atención y en quien te intereses. Dios no te obligara a hacerlo, ni mucho menos te llevara de la oreja hacia esa persona. Somos nosotros quienes tenemos que dar el paso de entablar amistades, recuerden que todo comienza desde una amistad. No conozco noviazgo que haya comenzado sin antes haberse conocido o ser amigos. Por lo general todo noviazgo comienza después de una linda amistad, la pregunta sería: ¿Cuántas amistades tienes?
A veces queremos dejarle todo el trabajo a Dios y al pasar el tiempo y no ver resultados, termínanos echándole la culpa a Él.

Personalmente pienso que la mejor forma de encontrar a una persona que realmente te ame es congregándote, participando en tu Iglesia, sirviendo en diferentes Ministerios, siendo parte activa de tú Iglesia, de esta forma vas a conocer a muchas personas que van a pensar y sentir lo mismo que tú acerca de Dios.

Yo pienso que no es que Dios no te haya contestado, sino que quizá no has hecho tú parte, quizá has conoció personas y ninguna de ellas ha llenado tus requisitos, pero la pregunta sería: ¿Dónde las has estado buscando?, a veces pasa que también somos demasiados exagerados con las características que queremos de la persona con la que queremos entablar una relación de noviazgo, ponemos cada cosa extraña y al no cumplir esas características simplemente las eliminamos de nuestra “lista”.
Conozco personas súper exageradas, piden demasiada perfección y la realidad es que ninguno somos perfectos. A veces el amor puede hacer que se borre cualquier defecto minúsculo que tengamos, es más, parte de amarnos es aceptarnos con nuestros defectos y aprender a respetarnos unos a otros.
¿Estás orando?, pero también ¿Estas conociendo personas?

Que ores esta perfecto, no hay mejor forma al tomar buenas decisiones que buscando de Dios. Pero la pregunta es: ¿Estas conociendo personas?, tienes que examinar tu vida, ver en donde ha estado el error que has estado cometiendo, quizá pasas encerrado todo el día y no entablas relaciones de amistad con nadie. Quizá el Internet ha venido a suplir tu vida social y todo lo que ahora haces es virtual y no real. Quizá has estado siendo demasiado exagerado con tus características para encontrar a alguien o simplemente nunca habías entendido que eres tú quien tienes que conocer personas para luego preguntar a Dios y que Él te guíe.

Haber comprendamos todo esto en un sencillo y claro ejemplo:
Oras a Dios – Conoces personas – Te interesa alguien de los que conoces – Le consultas a Dios por esa persona y esperas a que Él te conteste – Luego si Dios pone en tu corazón que esa persona es entablas una relación con esa persona – Obviamente como es de Dios las cosas se irán dando – Al final ese noviazgo en donde tomaste en cuenta a Dios terminara en un hermoso matrimonio.

Otro ejemplo en especial cuando Dios te contesta que NO es esa persona:
Oras a Dios – Conoces personas – Te interesa alguien de los que conoces – Le consultas a Dios por esa persona y esperas a que Él te conteste – Si hay mucha duda en tu corazón y no te sientes totalmente seguro(a) que esa persona y vez ciertas cosas que consideras que no son lo que buscas entonces desiste de pensar en entablar una relación con esa persona – Luego sigue orando a Dios guardando tu corazón – Sigue conociendo más personas.

Consejos mientras Esperas en Dios

Algunos consejos respaldados por la Palabra de Dios mientras esperar son:
Primero: “Deléitate en el SEÑOR,  y él te concederá los deseos de tu corazón” Salmos 37:4 (Nueva Traducción Viviente).
Segundo: “Entrega al SEÑOR todo lo que haces; confía en él, y él te ayudará” Salmos 37:5 (Nueva Traducción Viviente).
Tercero: “Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten” Mateo 6:33 (Nueva Traducción Viviente).
Dios no se olvida de nadie

A veces podemos llegar a pensar que Dios se ha olvidado de nosotros al no ver que esa persona llegue a nuestra vida, pero la realidad es que Dios no se ha olvidado de nosotros. Quizá Él en algún momento de tu vida ha querido poner a alguien en tu vida, y tus mismas inseguridades o tu temor al fracaso te han hecho evitar toda relación de amistad con personas que a lo mejor estaban interesados o interesadas en ti.

Creo que a veces debemos de reflexionar sobre cómo hemos estado viviendo nuestra vida, sobre cómo hemos estado actuando en lo referente al amor y los sentimiento. También debemos ver que tan tímidos hemos sido como para entablar amistades o hasta que punto algunos complejos nos han estado evitando ser sociables. Dios nunca tiene la culpa de lo que nosotros decidimos, Dios siempre trata que lo incluyamos a Él nuestras decisiones, pero en la mayoría de veces no lo tomamos en cuenta como se debe, simplemente hacemos lo que creemos que tenemos que hacer sin preguntarnos si eso era conforme a la voluntad de Dios para nuestra vida o no.
Hoy quiero animarte a comenzar de nuevo, nunca es tarde, quizá nosotros a veces creamos que ya es demasiado tarde, que la vida ya se nos paso, pero la verdadera realidad es que NUNCA ES TARDE.

Nunca se está viejo para el amor, ni para que Dios conteste. En la Biblia vemos hombres que ya eran de avanzada edad pero que no quedaron solos, un ejemplo claro de esto es Booz aquel hombre que era recto delante de Dios, abuelo de Isaí padre de David. (Rut 4:18-22). Booz era un hombre mayor que por ser pariente cercano del difunto esposo de Rut tenía la oportunidad de redimir a Ruth para restaurar el nombre del difunto. La Biblia no menciona que este hombre estuviese casado, pero sí que era un hombre mayor que no se consideraba joven, pues al ver el interés de Rut porque él la redimiera, Booz dijo: “Y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía; has hecho mejor tu postrera bondad que la primera, no yendo en busca de los jóvenes, sean pobres o ricos”. (Rut 3:10) Y es que Booz estaba alabando la decisión de Rut de preferirlo aun con una edad en donde él no se consideraba joven, en lugar de ir y buscar a alguien que realmente fuera más joven que él.

Este es un ejemplo de que la edad no tiene nada que ver en el hecho de que en su tiempo Dios pondrá una persona que te escogerá, no por lo hermoso que seas, ni por la edad que tengas, ni por los bienes que poseas, sino porque Dios la enviara a tu vida para que te ame tal y como eres y para que viva contigo el resto de tu vida.
No te sigas menospreciando, no sigas siendo totalmente negativo, no creas que ya no hay nada más para ti, Dios es capaz de hacer cosas que ni imaginamos, solo basta con que no cierres tu corazón, con que no seas exageradamente selectivo y que no esperes que esa persona llegue hasta la puerta de tu casa, ve y entabla amistades, ve y conoce personas que amen a Dios y veras como en algún momento, en el tiempo indicado estarás gozando del amor que siempre quisiste tener a tu lado, esa persona que te amara no como imaginaste, sino más de lo que pensaste que alguien te amaría.
¡Dios obrara en tú vida, solamente acciona y confía en Él!
“Gracia, Misericordia y Paz”


SANANDO LA LENGUA

“...vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime…” (Isaías 6:1).

El profeta Isaías nos ha provisto de un ejemplo sobre cómo sanar nuestra  lengua.

1. Isaías se acercó al Señor y le pidió una visión de la santidad de Dios.

Todo aquél que desee tener una vida grata delante del Señor, deberá  constantemente acudir a Su presencia hasta obtener una visión de la santidad de Dios. La plenitud de su santidad, las verdaderas bendiciones, todas las victorias, empiezan en Su trono. ¡Es allí donde nosotros vemos a Dios en Su santidad!

2. Ante la santa presencia de Dios, Isaías se convenció plenamente de que sus labios eran impíos: “Entonces dije: «¡Ay de mí que soy muerto!, porque siendo hombre inmundo de labios y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos».” (6:5).

¿Por qué Isaías exclamó, “siendo hombre inmundo de labios”? ¡Porque él había visto al Rey de gloria! Nuestras transgresiones llegan a ser excesivamente pecaminosas cuando estamos en la presencia de Dios. ¡La luz de Su rostro santo expone todo lo que es opuesto a Él!

3. Isaías le permitió al Señor que lo tocara y lo limpiara con Su fuego santo. “Y voló hacia mí uno de los serafines, trayendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas. Tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa y limpio tu pecado” (6:6-7).

¡La Palabra de Dios es el carbón encendido y el Espíritu Santo es su fuego!

Ahora mismo, a través de este mensaje, usted ha sido tocado por el Espíritu Santo. Dios quiere poner fuego en su lengua para santificarla. ¡Él puede hacer esto por usted si deja que Su Palabra lo convenza! Él es el único que puede hacerlo. Lo que le corresponde a usted hacer es simplemente confesar, como Isaías lo hizo, “¡Ay de mí que soy muerto!”

Permita que esta palabra toque directamente su corazón y lo limpie con su fuego. Confiese, “Sí, soy yo, Señor! ¡No dejaré pasar esta palabra! Limpia mis labios y mi lengua. ¡Limpia mi boca y mi corazón!” 

“Gracia, Misericordia y Paz”
David Wilkerson 


¿ESTÁS EXPERIMENTANDO  EL GOZO DE DIOS?


Salmo 5:11
“Pero alégrense todos los que en ti confían; den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; en ti se regocijen los que aman tu nombre.”

Desde Génesis hasta Apocalipsis la Biblia nos exhorta a que nos regocijemos en el Señor. Sin embargo no siempre experimentamos el gozo que viene de él. ¿Por qué? Puede ser por diferentes motivos. Por ejemplo:

Una mala relación con Dios.
No podemos disfrutar del gozo de Dios si no establecemos una relación personal con él por medio de su Hijo Jesucristo. Una vez aceptamos a Cristo como nuestro salvador es nuestra responsabilidad cultivar una íntima relación con el Señor conociéndole por medio de la lectura de su palabra y la oración cada día. A medida que le vamos conociendo y crecemos espiritualmente, el Espíritu Santo irá produciendo en nosotros su gozo como parte de su fruto en nuestras vidas, dice Gálatas 5:22.

Temor a Dios.
Cuando la Biblia nos habla del temor a Dios, no se está refiriendo al miedo, sino se trata más bien de respeto reverente a la santidad y la majestuosidad del Rey del Universo. El Salmo 34:8-9 dice: “Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía en él. Temed a Jehová, vosotros sus santos, pues nada falta a los que le temen.” Esto significa que debemos honrarlo como Aquél que nos rescató, que nos incorporó a su familia, y que tiene nuestro futuro asegurado en sus manos. Satanás quiere que le tengamos miedo a Dios para que vacilemos en nuestra relación con él. Pero no debemos temer a nuestro Padre celestial, porque él nos ama incondicionalmente, de tal manera que dio a su Hijo en sacrificio para librarnos de la condenación eterna. Romanos 8:1 dice: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”

El pecado.
Cuando pecamos se afecta nuestra relación con Dios. Nuestro enemigo espiritual quiere alejarnos de nuestro Padre celestial. Primero nos tienta para que pequemos, y si caemos nos acusa y nos recrimina para hacernos sentir mal. Pero la Palabra de Dios nos dice que “si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9). De esta manera nuestra intimidad con él será restablecida.

Reflexiona en esto: nuestro Dios, quien creó al mundo y que es el Señor de todo, quiere que hallemos placer en nuestra unión con él. Su Palabra nos enseña que él “nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.” (1 Timoteo 6:17). Pero la cosa más importante que Dios nos ha dado para que disfrutemos es él mismo. Estamos llamados a encontrar satisfacción en nuestra relación con él. Hay ciertas acciones de nuestra parte que nos permitirán disfrutar del gozo del Señor. Por ejemplo, alabar a Dios con cánticos o expresiones de elogio nos acercará a su santa presencia, ya que él habita en medio de las alabanzas de su pueblo, dice el Salmo 22:3. Entonces nos alegraremos y gozaremos pues "en su presencia hay plenitud de gozo", afirma el Salmo 16:11.

Pasar tiempo con Dios, conocerlo y escucharlo, aumentará nuestra intimidad con él y llenará de gozo nuestros corazones. Este gozo nos fortalecerá espiritualmente para enfrentarnos a toda prueba que se presente. Así dice Nehemías 8:10: "...no os entristezcáis, porque el gozo del Señor es vuestra fuerza." El gozo de Dios es nuestra fortaleza, por el contrario la falta de gozo equivale a debilidad espiritual. Cuando estamos tristes, es señal de que estamos débiles espiritualmente y somos víctimas fáciles del enemigo, el cual quiere vernos destruidos. El gozo que proviene de Dios elimina la tristeza. Si estás triste, busca la presencia del Señor.

ORACION:
Bendito Padre celestial, te doy gracias por el privilegio de poder acercarme a ti y disfrutar del gozo de tu santa presencia. Ayúdame a echar de mí todo lo que sea un obstáculo en mi relación contigo, y a buscar tu rostro cada día de mi vida. En el nombre de Jesús, Amen.

“Gracia, Misericordia y Paz”
Dios te habla