domingo, 1 de noviembre de 2015

Marcos 12:30-31



Si amamos a nuestro Eterno Dios con todo nuestro corazón y alma, es claro que NO ADORAREMOS IMÁGENES, no tomaremos su Nombre en vano, etc., etc. De igual manera, si amamos a las demás personas como nos amamos a nosotros mismos, tampoco les robaremos, les mentiremos, les envidiaremos, los calumniaremos, ni haremos nada que les haga daño. Es por eso que, en amar al Señor con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas; y a nuestro prójimo como a nosotros mismos, se cumple toda la ley de Dios.

“De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas” (Mateo 22:40).


¡Gracia y Paz!

Salmo 62:1


SOLO SI PRACTICAMOS LA MISERICORDIA LOGRAREMOS QUE HAYA PAZ