domingo, 27 de mayo de 2012

SIN QUE ANTES VENGA LA APOSTASÍA



"Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición" 2 Tesalonicenses 2:1-3.

Permítanme comenzar este estudio, definiendo la palabra “apostasía”. Según su etimología, en griego, “apostasía” es deserción, rebelión, abandono, retirada, separación de aquello a lo que se ha acercado antes. Es así, como en el contexto bíblico significa: cortar la relación salvadora de uno con Cristo o apartarse de la unión vital con El y la verdadera fe en El.

¿Qué es un apóstata? Es alguien que cree que recibe la Palabra (aunque superficialmente) aceptándola por un tiempo, y creyendo con su mente, pero sin hacerlo algo personal, ni parte de su vida. Conoce la verdad pero no la aplica. El apóstol Pablo define a los apóstatas como personas que escucharon el Evangelio de la gracia de Dios, pero no recibieron el amor de la verdad para ser salvos (2 Tesalonicenses 2:10) En otras palabras, lo que quiere decir Pablo, es que estas personas no amaron suficientemente la Verdad como para persistir en ella, y prevalecer hasta el fin con convicciones firmes y profundas.

Por estos días, los valores bíblicos son cada día más escasos. Lo verdadero consiste simplemente en aquello que es ventajoso para los intereses personales. Los valores de referencia para la gran mayoría de los creyentes, son el éxito, la eficacia y lo que se supone sea logro o beneficio. “Si algo funciona bien y resulta, hazlo”, “el fin justifica los medios”, son solo algunas de los tantos frases de moda que en un primer momento utilizo el mundo, pero que hoy… utiliza el 80% del cristianismo actual.

El pragmatismo proclama una verdad superior fuera de la verdad absoluta de Dios. Precisamente es esta filosofía la que está llevando a las iglesias y denominaciones a aflojar principios morales y espirituales. Se hacen enmiendas a Estatutos y Reglamentos, solo para mantener el “honor, puestos, y calificaciones” de líderes supuestamente importantes, útiles para sus instituciones, e irreemplazables por sus capacidades académicas; pero que lamentablemente en la gran mayoría de los casos, su vida moral es un escándalo y una vergüenza.

El profeta Isaías dice: “¡Ay de los que traen iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado como con coyundas de carreta!… ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!” (Isaías 5:18, 20, 21).

La perversión dentro de la iglesia: Hoy en día, cada vez son más los países del Mundo que legalizan matrimonios o uniones civiles entre homosexuales; pero lo alarmante de todo esto, es que este movimiento inmoral, ha penetrado las barreras de la Iglesia. Ahora no sólo se bendice esta forma de unión antibíblica, sino que además se constituyen iglesias y pastores de esta línea. ¿Cree que exagero? Pues entonces permítame darle como ejemplo a la Iglesia Metropolitan Community Church, fundada por el reverendo: Troy Perry en los Ángeles, el 6 de octubre de 1968 para integrar a los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, la cual hoy en día afirma tener 340 congregaciones locales con unos 50,000 seguidores en 22 países. Su Declaración de Fe, revela lo aberrante de sus creencias en su primer artículo, el cual textualmente se lee: “Creemos: En un Dios trino, omnipotente, omnipresente y omnisciente, de una sola sustancia y en tres personas: Dios, nuestro PADRE Y MADRE Creador; Jesucristo, el hijo unigénito de Dios, Dios hecho carne y humano; y el Espíritu Santo, nuestro Dios sostenedor”.

La Iglesia está frente a una terrible y vergonzante apostasía, y rebelión contra Dios y su Palabra. La Biblia dice claramente que los que se entregan a esos vicios contra naturaleza, están cometiendo “hechos vergonzosos” (Romanos 1:27) y que los homosexuales no heredarán el Reino de los Cielos (1 Corintios 6:9). Pero esto, solo es uno de las tantas formas de apostasía de estos tiempos peligrosos, ya que si continuamos viendo lo que sucede en las iglesias actuales del mundo entero, podremos notar también cosas como el ocultismo en sus diferentes y variadas formas.

El ocultismo dentro de la iglesia: Hablar de ocultismo, es hablar de lo “oculto”; y de aquello que no se puede entender con facilidad, ni captar fácilmente, sino que implican la acción o la influencia de agentes sobrenaturales, o de algún conocimiento secreto de ellos.

Este tema en otros tiempos era un tema desconocido y prohibido para un pueblo que se identificaba con Dios y su Palabra; pero ahora, paradójicamente, es un asunto de amplio conocimiento y práctica en muchos sectores de la Cristiandad. Hoy en día, las doctrinas de la visualización, la sanidad interior, la confesión positiva, etc, son doctrinas de completo dominio y habitual uso dentro de las iglesias, aunque estas, solo sean “espiritismo con ropaje cristiano”.

Este fenómeno que funciona según fórmulas esotéricas establecidas, ya no es una realidad oculta, sino que se ha convertido en prácticas habituales que predicadores, pastores, profetas, apóstoles y todo tipo de ministros que dicen ser ministros de Cristo, lo promueven, lo enseñan y lo practican. Aun la brujería que se ve en las películas de Harry Potter se ha introducido en la Iglesia de manera escandalosa.

El vicario Brian Coleman de la Iglesia Anglicana de Inglaterra, llevó a cabo un servicio especial con el tema de “Harry Potter para la familia” en la Iglesia de Todos los Santos en Surrey, Inglaterra, en donde Coleman, vestido de una túnica de mago para el servicio, fue uno de los principales actores. Este evento religioso fue puesto en Internet para que otras iglesias lo vean, y lo copien. Coleman, argumentó que “la gente joven está muy interesada en Harry Potter; por lo tanto, nosotros estamos usando este interés para predicar la palabra”. Pues, con esta mentalidad, al alcohólico habría que darle alcohol, al drogadicto droga, al adultero, sexo, etc. etc.

Todo esto, sin ni siquiera mencionar el hecho de que, aquellos hombres y mujeres que haciéndose llamar apóstoles y profetas, enseñan a hacer viajes astrales en donde deben viajar al mundo espiritual a liberar las almas de los pecadores de las cadenas del infierno, y veden los libros que enseñan estas barbaridades dentro de las iglesias de todo el mundo. O los que declaran cosas tales como: “A los que creen en la sobrenaturalidad de Dios, en minutos nada mas por 24 horas proféticas se abrirá un portal dimensional por la alineación profética del triple 11, sobre ti bajaran ángeles de sanidad sacudirán tus aguas serás sano, milagros financieros y legales serán ejecutados para ti, tendrás, podrás, poseerás, la llave maestra del reino viene a ti, está en tu boca ahora úsala” (esto fue copiado textualmente del muro de facebook de una farsante que se autoproclama apostol.

¡Qué gran confusión y que negra apostasía está envolviendo a la Iglesia! Aunque no a todos. La Iglesia Fiel sabe bien que la Biblia prohíbe todo contacto con el mundo espiritual y maligno en cualquiera de sus formas (Levítico 19:31; 20:6,27; Deuteronomio 18:10-14; Isaías 8:19,20; Apocalipsis 21:8).

El humanismo, el ego, y el amor por si mismo dentro de la iglesia: Desde que el hombre pecó, seducido por Satanás, éste siempre se ha esforzado por hacerle creer que puede llegar a ser como Dios. Pero es en estos tiempos, principalmente, que hay un resurgimiento del culto al hombre, de magnitudes trascendentales. Muchos reconocidos líderes “cristianos” se sienten y se autoproclaman “dioses”, y esta idea, con más fuerza cada vez, va moldeando el pensamiento y la doctrina de muchos cristianos.

Yo mismo escuche decir a un Falsísimo apóstol de estos días, que: “Los apóstoles somos como dioses en el mundo espiritual” Tomando como base que Dios le había dicho a Moisés que sería como Dios para faraón. Los pulpitos de las iglesias, y los grandes anfiteatros cristianos, están llenos, de oradores y predicadores que predican constantemente que somos dioses. Esta creencia es fundamental para las enseñanzas del Movimiento de la Confesión Positiva.

El hecho de que continuamente repitan que podemos “pronunciar la palabra creativa” que debemos “llamar a aquellas cosas que no son como si fueran”, y que debemos “decretar, y confesar positivo” del mismo modo que lo hace Dios, es porque según ellos “somos dioses”
“Yo soy un pequeño mesías caminando sobre la Tierra” es la declaración de un famosísimo pastor conocido en todo el mundo, mientras que otro declara: “Cuando yo subo a esta tribuna, ustedes no están mirándome a mí, ustedes están mirando a Dios. Ustedes están mirando a Jesús”.

La soberbia de estos hombres, no solo se agranda cada vez más cuando se auto revelan como dioses, sino que además se sienten los intocables. Cuando alguien les cuestiona son capaces de desencadenar muerte al instante. Algunos de ellos han declarado públicamente cosas como: “Hubiera querido volar las cabezas de mis hediondos enemigos con una ametralladora del Espíritu Santo”. Mientras que otros, a través de las redes sociales, videos, escritos, y audio, se la pasan tratando de “estúpidos” “idiotas” “ratas” y todo tipo de insultos a quienes los cuestionan, o no están de acuerdo con las doctrinas de demonios que ellos predican. Esas infaustas declaraciones dejan al descubierto lo que hay en el corazón de estos “ungidos intocables” de los tiempos finales.

La teología del “yoísmo” o la autoestima, no es otra cosa sino la gran exaltación del ego y la vieja seducción de Satanás (Isaías 14:12-15; Génesis 3:1-5).

El mercatilismo dentro de la iglesia: En el tiempo del papa católico romano León X (siglo XVI), un tosco y carnal monje: Juan Tetzel fue el hábil mercader en la venta de indulgencias para absoluciones especiales a fin de evitar el castigo por el pecado en el purgatorio. Su pegajosa rima decía: “Tan pronto como la moneda en el cofre suena, el alma saltando sale del purgatorio sin pena”.

Hoy, los mercaderes de la mal llamada Teología de la Prosperidad, quienes al parecer tienen el espíritu de Tetzel, también riman de esta manera: “Si tienes una necesidad, una semilla tienes que plantar”, “la semilla de la dádiva es la semilla de la fe” o cosas similares a estas. Plantar una semilla (para ellos, no para la Biblia) es sinónimo de “envíame tu dinero”. Con esta fórmula prometen recompensas centuplicadas, y por supuesto, son ellos los únicos que se enriquecen a costa de la ignorancia bíblica de los que les creen. Muchos de estos predicadores ya han amasado millonarias fortunas, como por ejemplo: La famosa Cadena televisiva de Costa Rica, conocida por todos como “el canal de los pactos”, donde le dicen que para recibir la sanidad de Dios para su vida, o cualquier otra cosa que usted necesite o desee, deben hacer un pacto de dinero con Dios, enviándoles a ellos dicho pacto, para de esta manera, lograr sembrar en el reino.

Si usted es uno de los que les cree y le envía su dinero, permítame que le cite unos versículos que echan por tierra todas sus falsas doctrinas: “El sembrador es el que siembra la palabra” (Marcos 4:14) "Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu." (Romanos 8:5) "Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores." (1 Timoteo 6:10) "Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme" (2 Pedro 2:1-3). Su método de recaudar dinero ha sido motivo de una enérgica protesta presentada por la Federación de Asociaciones Bautistas, y la Unión Nacional de Iglesias Bautistas de Costa Rica. Pero lo peor de todo esto, es la gran cantidad de personas que creen en lo que estos falsos ministros de Dios enseñan, y les envían su dinero a “ellos” (no a Dios) sin darse cuenta de tan grande estafa.

El negocio de la música cristiana dentro de la iglesia: La perversión y la apostasía que hoy en día existe en la música cristiana, es una de las áreas en la cual es más evidente cada día la conspiración contra Cristo y su Iglesia. Satanás está haciendo grandes estragos de manera especial con la juventud. Este hermoso arte que se originó en el Cielo, en la Tierra ha sido pervertido de manera espantosa, por aquél que se rebeló en contra de su Creador. Esta música corrompida, ha penetrado en la Iglesia con tal fuerza, que ha roto todas las barreras de lo sagrado, de lo espiritual y la moralmente bíblico.

Las instituciones eclesiásticas, ministerios y cristianos que se consideran exitosos, han adoptan los métodos mundanos de mercadeo para vender su música, no sólo a la Iglesia, sino al mundo mismo. Uno de los cantantes cristianos más famosos dijo: “No tenemos nada que pedir, ni envidiar al mundo, ya que hoy en día estamos en el mismo nivel de igualdad”. Ahora la pregunta es: ¿En que parte de la Biblia está escrito que debemos competir o estar a la altura del mundo?. Todas las grandes estrategias, utilizadas en el mundo para hacer negocio y mercadotecnia, el diablo las está explotando dentro de la iglesia, ayudado de quienes dicen ser ministros del Señor, desviando a jóvenes, niños y adultos, tras un grupo selecto de elite, y vip, de la farándula cristiana.

Grupos juveniles roqueros o reguetoneros, hoy están liderando en las iglesias, gracias al gran estímulo que sus líderes les brindan, a través de los aplausos y premiaciones que reciben. Los propulsores de esta música pervertida y corrupta, totalmente carente de santidad, que la componen, la fomentan y la comercializan, son cada día mas, y todos ellos han sido seducidos por las presentaciones en mega auditorios, premiaciones, reconocimiento, fama y dinero. Un ejemplo concreto es el Premio Arpa, organizado por la Academia Nacional de la Música y las Artes Cristianas, en donde se premia a lo mejor de la música “cristiana” Este premio solo fomenta la competencia entre cristianos, buscando cada uno de ellos se “el mejor” el más reconocido, el más famoso, y quien mas cd’s venda.

John MacArthur, pastor, maestro y escritor norteamericano, hace un profundo análisis de la situación de la Iglesia en su libro “Avergonzados del Evangelio” y dice: “Cuando la Iglesia va cuesta abajo, significa que multitudes de individuos se encuentran al mismo tiempo en declive espiritual”
Doctrina falsa y mundanalidad, son cosas, que de estar presentes en la Iglesia, infectan a todos los miembros del cuerpo. La filosofía contemporánea del ministerio, se ha envanecido por su apego a normas mundanas del éxito. Las iglesias que hoy en día se consideran exitosas, son grandes tanto en número de asistentes como en instalaciones costosas. Pero los criterios externos tales como propiedades, números, dinero o acogida del mundo, nunca han sido la medida bíblica del éxito en el ministerio.

No es propiedad, poder, preeminencia, popularidad o cualquiera otro parámetro mundano el verdadero significado de éxito, sino que el éxito real, es hacer la voluntad de Dios sin importar las consecuencias. El ministerio cristiano se ha enlazado con la filosofía del mercadeo y la revolución que hoy en día se está viviendo dentro de la iglesia, ha sido la prole monstruosa de tal unión.

El argumento racionalista y mundano de estos tiempos para predicar la palabra es: “Uno tiene que presentarles la religión de una manera creativa y visual”. Según esta premisa pragmática, todo es considerado apropiado: clásicos de Rock and Roll, rock pesado, rap, música bailable y discoteca, comedia, payasos, mimos y hasta actos de magia son cosas que se han convertido en parte del repertorio ministerial evangélico”
Para la gran mayoría, “Las personas son soberanas, y no el mensaje”.

En estos últimos tiempos, las iglesias del mundo entero prefieren ofrecer entretenimiento y diversión, en lugar de estudio de la Biblia, y sana doctrina, mostrando como una verdad irrefutable, que prefieren tomar en cuenta los números y las cantidades de los congregantes, en lugar de a los fieles que han nacido de nuevo, y que buscan la santidad de Dios para sus vidas. Puede que todo esto sea Cristiandad en expansión, pero no cristianismo en transformación. En muchos sentidos, la expansión de la Cristiandad, se ha dado a costa de la pureza del Evangelio y del orden y la vida de verdaderos cristianos.

La Iglesia ha quedado infestada de creencias y prácticas paganas, y su teología se caracteriza por el sincretismo. Grandes cantidades de población, han aceptado una mezcla peligrosa entre Cristianismo y paganismo. Por estos días, muchos de los que se hacen llamar apóstoles o profetas, pregonan que la Iglesia está disfrutando de un gran avivamiento espiritual; pero por lo que sentimos, y nuestros ojos ven, es más bien una Iglesia que se encuentra en una desastrosa y temible mundanalidad. Pero como siempre decimos: no es lo que creamos, pensemos, imaginemos o veamos lo que cuenta, sino lo que dice la palabra de Dios, y lo que en ella está escrito para estos tiempos es lo siguiente: "Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. !!Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete" (Apocalipsis 3:15-19).

Que debe hacer la verdadera iglesia de Cristo: Ahora, ante todos estos claros y visibles hechos de apostasía que hemos mencionado, la pregunta es: ¿Qué vamos hacer los cristianos, que por la gracia y misericordia de Dios percibimos esta lamentable situación? ¿Cuál es el rol de la Iglesia fiel, frente a esta real apostasía?. Las Sagradas Escrituras, como revelación de Dios, han de ser siempre la autoridad suprema de fe y conducta. Ante el afán desleal y osado de los apóstatas por restarle autoridad, la Iglesia fiel ha de mantenerse firme en su defensa (Judas 3).

Ante la terrible tergiversación de la Biblia por los liberales y “ungidos de estos días” es ineludible que la Iglesia se mantenga asida de la Palabra de Vida (Filipenses 2:16), prestando toda la atención debida a la exhortación del apóstol Pedro cuando dice: “Tenemos la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones” (2 Pedro 1:19). Y al apóstol Pablo cuando dice: “Toda la Escritura, es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Tesalonicenses 3:16-17).
Guiada por la Palabra de Dios, la Iglesia fiel puede advertir y rescatar, tal como nos exhorta Judas: “A algunos que dudan, convencedlos. A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne” (Judas 22, 23).

La Iglesia, para cumplir su rol evangelizador, edificador y de defensa, tiene que depender totalmente del poder del Espíritu Santo y la autoridad de la Palabra de Dios. Sus ministros jamás deben inclinarse por el uso de las fórmulas de la “mercadotecnia” que hoy están de moda, y la oferta de un “evangelio fácil y barato”. “El Evangelio es poder de Dios para salvación” (Romanos 1:16) y no necesita de ninguna estrategia carnal para su efectividad. “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Zacarías 4:6).

Después de todo, el “poder de Dios para salvación” no está en nuestras anécdotas, aplicaciones, fórmulas, chistes, títulos llamativos, bosquejos ingeniosos u otros dispositivos que inventemos, sino que es un Evangelio eterno”. El Evangelio, en el sentido en que Pablo y los apóstoles emplearon la palabra, incluye toda la verdad revelada acerca de Cristo (Romanos 1:1-6; 1 Corintios 15:3-11) Por lo tanto, el rol de la Iglesia Fiel es predicar todo el consejo de Dios (Hechos 20:27).

La Iglesia del Señor, está compuesta por todos los que han sido regenerados por el Espíritu Santo, ya que solo los que han nacido de nuevo, llegan a ser verdaderos hijos de Dios, y de éstos Cristo dice: “Vosotros sois la sal de la tierra y la luz del mundo” (Mateo 5:13-16).

La Iglesia fue colocada en el mundo para desempeñar un rol doble: Como sal para detener el proceso de descomposición social, y como luz para deshacer las tinieblas.
Ser sal en la tierra significa que debemos ser sinceros, francos y valientes predicando contra el mal. El reformador Martín Lutero decía: “La sal arde. Aunque ellos nos critiquen…”. Cristo dijo “Vosotros sois la sal”. Él no dijo vosotros sois el caramelo o la miel del mundo. La sal arde, porque la vida y el mensaje que la Iglesia predica, siempre está contrapuesto con la filosofía carnal de esta sociedad. La Iglesia como luz, significa que nuestras obras son conocidas por la sociedad, Cristo dijo que sus discípulos serían reconocidos por sus “buenas obras”, esto es claro que es una expresión que generaliza todas y cualquier manifestación externa y visible de la fe cristiana.

Cristo dijo: “Vosotros sois la luz del mundo”. Él no dijo: Vosotros sois antorchas humeantes o luces de bengala. Los cristianos somos puestos para brillar como luminares en el mundo, en medio de una generación maligna. Los cristianos debemos ser como Juan Bautista que era “antorcha que ardía y alumbraba” (Juan 5:35). El rol de la Iglesia Fiel es ser sal y luz en cualquier tiempo, lugar y circunstancia. Es su ineludible responsabilidad y es su gran privilegio.

La apostasía, en estos días, está alcanzando dimensiones alarmantes, la Iglesia profesante ha caído víctima del sopor maligno del engaño de Satanás. Está dormitando, no percibe ni se da cuenta de su trágica situación. Sus líderes se precian de ser los “conquistadores de este mundo”, y por la algarabía de un avivamiento falso no perciben las maniobras del diablo en la conformación de la súper iglesia mundial del Anticristo.

El sincretismo religioso avanza vertiginosamente mezclando la verdad bíblicamente revelada con las distintas tesis y prácticas de religiones paganas, en aras de una gran unidad ecuménica.

Las doctrinas místicas de la Nueva Era han sido tan bien recibidas por los maestros de la fe, que lo enseñan y predican con cálido “fervor cristiano”.

El pragmatismo relativista está haciendo tabla rasa de todos los principios morales y espirituales y se acepta sus avances como “modernidad cristiana”, como “juvenilización” de la Iglesia.

El ocultismo dejó de serlo como tal y ahora se le ve de cuerpo entero en todas sus manifestaciones, formas y matices. Ahora hay tanta hechicería en la Iglesia como nunca antes.

La idolatría y el mercantilismo religioso, con un evangelio falso de “éxito y prosperidad” o “salud y riqueza”, hacen una buena mezcla para engrosar el ego y multiplicar la fortuna de sus propulsores.

La llamada “música cristiana contemporánea” es tan pervertida y profana que hasta el mismo diablo es invocado en algunas canciones de moda, de manera subliminal e imperceptible.

En fin, la iglesia formalista y nominal no necesita los moldes de este mundo porque ya los tiene todos y puede vivir como quiera según la carne; pero la pregunta es ¿bajo qué autoridad y sirviendo a qué dios?

La Iglesia Fiel está frente a una gran apostasía. Es una realidad insoslayable. Es mucho más de lo que se ve y se dice; aquí se ha dicho sólo algunos tópicos, pero según las Sagradas Escrituras, sabemos que esta situación irá cada vez de mal en peor, antes que pueda tener lugar el arrebatamiento de la Iglesia fiel (2 Tesalonicenses 2:3-6).

Entretanto que este suceso ocurra, la Iglesia de Cristo tiene que seguir predicando sin descanso y combatiendo con denuedo (Judas 3). Tiene que asumir su rol (Filipenses 1:27), depender de Dios, y guiada por la verdad bíblica, vivir separada del pecado, consecuentemente con lo que predica (2 Corintios 6:14-7:1).

“Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo” (Apocalipsis 3:8, 10-12).

“Gracia y Paz”
(Sal y Luz)

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