martes, 9 de febrero de 2016

EXISTEN DOS TIPOS DE HUMANOS...


Biológicamente hablando sabemos que la ira no expresada daña la salud, porque la mente, las emociones y el cuerpo están íntimamente relacionados. Las emociones ejercen un efecto poderoso en el sistema nervioso el cual se comunica con el sistema inmunológico. Esto significa que todas las agresiones que recibimos, ya sean físicas, verbales o psicológicas, si no logramos echarlas de nosotros se somatizarán en enfermedades.

Muchas personas han aprendido a dominarse reprimiendo sus emociones, pero de esa manera el rencor va acumulándose como una olla de presión, que si bien en el momento no se hace evidente, eventualmente saldrá a flote haciendo más daño.

El Espíritu de Dios permite que toda acción violenta o negativa ejercida contra nosotros desaparezca milagrosamente, sin ejercer reacción ni somatizarse en alguna enfermedad. Porque el Espíritu nos limpia de todo ello sin dejar menoscabos [Malaquías 3:2; Hebreos 9:14; Ezequiel 36:25; Lucas 4:18].

"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley" [Gálatas 5:22-23].

¡Gracia y Paz!

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