lunes, 11 de junio de 2012

MIRAR AL CIELO

Lucas 12:55-56
“Cuando sopla el viento del sur, decís: Hará calor; y lo hace. ¡Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo y de la tierra; ¿y cómo no distinguís este tiempo?”.



Los servicios meteorológicos nos indican con precisión el tiempo que hará. Las previsiones son cada vez más fiables y ayudan a prevenir lo más temprano posible las eventuales perturbaciones climáticas peligrosas.

Sabéis distinguir el aspecto del cielo”, dijo Jesús hace 2000 años. Hoy es más cierto que nunca, razón por la cual todos somos más responsables de tenerlo en cuenta. Pero, ¿Qué dice el Señor a continuación? “¿Y cómo no distinguís este tiempo?”. Nos damos perfectamente cuenta de que el mal se extiende, ¿Pero quién puede prevenirnos de lo que amenaza al mundo y a cada uno de nosotros personalmente? ¿Los discursos y los «programas» políticos? ¿Los futurólogos de todo tipo?

Echemos una mirada hacia arriba, más allá de las nubes, más allá de las estrellas. Hay que escuchar el mensaje de Aquel que vive en el cielo, del que hizo los cielos y la tierra. Su Palabra, la Biblia, nos revela quién es él, quiénes somos nosotros, a dónde vamos, qué está preparado para los que creen en Jesús y para los que lo rechazan.

No sólo vale la pena, sino que es imprescindible y urgente escuchar y tomar en serio las advertencias de Aquel que conoce todo de antemano. Nos habla porque nos ama. Nos advierte sobre nuestra comparecencia ante el juicio final y nos anuncia que “la gracia de Dios se ha manifestado para salvación” por medio de Jesucristo (Tito 2:11).

“Gracia y Paz”
La Buena Semilla

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