martes, 12 de junio de 2012

LA LEY DEL PECADO Y DE LA MUERTE




Romanos 8:2
“Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte”.




Aquí se trata de dos leyes; la primera, la ley del pecado y de la muerte, es nuestro estado natural antes de conocer a Cristo. En ese estado, pecamos tan naturalmente como los peces nadan, sin instrucción ni dificultad; y esto sucede porque en nuestro estado natural, antes de conocer a Cristo, no hay vida espiritual. Tal vez vemos lo que es nuestro deber, conocemos nuestras obligaciones, pero nuestra carrera es de pecado y desobediencia a Dios.

Ahora bien, cuando venimos a Cristo y entregamos nuestro corazón a él, nacemos la segunda vez, o sea, nacemos del Espíritu, y se introduce una nueva dinámica; la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús. Nuestros pecados son perdonados y empezamos a seguir a Cristo y obedecer a Dios. Pero todavía estamos en la carne, todavía estamos en este mundo, y a veces nos caemos, y eso muy fuerte. Pero podemos pedir perdón de Dios, y reanudar nuestro compañerismo con El. Nuestra senda es para arriba generalmente; tal vez van a haber vueltas y caídas pero nuestro camino sigue cuesta arriba hacia la Ciudad Celestial, El Nuevo Jerusalén. Si nuestra senda sigue generalmente el curso de este mundo, todavía no hemos sido librados de la ley del pecado y de la muerte.

“Gracia y Paz”

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