jueves, 1 de diciembre de 2016

¿HAY GIGANTES EN TU VIDA? (1 Samuel 17:50)



 Todos tenemos áreas conflictivas que parecen imposibles de vencer, y estas se convierten en gigantes que no nos dejan avanzar en nuestra vida espiritual, pero hay que vencerlos para ser libres. La fe es una de las armas más poderosas que Dios nos ha dado para vencer gigantes, en el nombre poderoso de Jesús.

Pero para ser vencedores hay principios poderosos que Dios quiere que usemos:

1. La obediencia. No importa dónde nos mande el Señor, hay que obedecer y seguir su mandato; muchos se apartan y desobedecen a este llamado.

2. LA DISPOSICION. Estemos siempre dispuestos, la biblia menciona que el ser ocioso nos aparta de la bendición que Dios tiene para con nosotros por desobedientes.

3. LA RESPONSABILIDAD. No dejemos nuestros deberes para que alguien más los haga por nosotros, cumplamos lo prometido, seamos responsables.

4. INTERES POR LOS ASUNTOS ESPIRITUALES. Recordemos que Dios nos dará la vida eterna, no dejemos de trabajar por esa gran promesa.

5. DAR ÁNIMO A LOS DEMAS. Debemos hablarles a los demás para que también se acerquen al reino de DIOS, Cristo viene por su iglesia ¿si nosotros no invitamos a los inconversos entonces que encontrara cuando él venga?

6. PELEAR Y NO RENDIRSE. Recordemos que el diablo anda como león rugiente viendo a quien devorar, no nos descuidemos.

7. NO NOS DEJEMOS MANIPULAR. No olvides que tenemos una doctrina y creemos en ella para salvación y vida eterna.

8. Tengamos amor. No esperemos recompensa terrenal por lo que hacemos por lo demás.

9. USEMOS nuestra autoridad. Los Hijos de Dios sabemos en quien hemos creído, en Cristo Jesús, actuemos como hijos.

10. Estemos siempre confiados. Sabemos que nuestro galardón será eterno, no lo descuidemos.

Poniendo en práctica estos principios seremos más que vencedores en Cristo Jesús, dice la Palabra que todo lo podemos en Cristo que nos da la fuerza. Luchemos pues para no ser juzgados por la luz concedida, ya que seremos pesados en balanza. Venzamos a ese gigante que nos aparta de la bendición concedida por Dios a todos aquellos que le obedecen “…Recuerda por tanto de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras…” (Apocalipsis 2:5).

Nosotros somos los gentiles escogidos por Cristo Jesús mediante su gran misericordia para con la humanidad, no lo descuidemos, cumplamos su mandato.


¡Gracia y Paz!

Carmen García


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