domingo, 12 de abril de 2015

2 Corintios 10:4


Un águila no pelea contra una serpiente en la tierra. La atrapa y la sube a los aires y la deja caer. Una serpiente no tiene aguante, poder o balance en el aire. En el aire es vulnerable, inútil y débil a diferencia de cuando está en la tierra que es peligrosa y poderosa.

No luches tus batallas con herramientas humanas. Ni caigas en la trampa de bajar de nivel. Remóntate a las alturas en las alas del Espíritu y deja que Dios pelee tus batallas.

¡Gracia y Paz!

Osman Florian

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