lunes, 20 de octubre de 2014

¿SABES USAR LOS TALENTOS QUE DIOS TE DIO?



Todos tenemos talentos y habilidades que podemos utilizar para la gloria de Dios. En Mateo 25:14-28 dice que a tres siervos les fueron dados talentos: a uno cinco talentos, a otro dos y a otro un talento. En aquellos días los talentos equivalían a dinero.

Esta parábola dice que los dos primeros hombres usaron sus talentos y los duplicaron. Pero el tercero, sin embargo lo enterró en la tierra y por eso su amo se disgusto. Fue llamado “malo” y “perezoso”. ¿Qué lección nos deja esta historia? Dios nos ha dado a cada quien diferentes talentos, y lo hizo para que los pongamos por obra. No para que los enterremos en la tierra como lo hizo el tercer siervo.

Podemos ver también la historia de David, el era un joven pastor de ovejas. Nadie se imagino lo importante que llegaría a ser en aquella época. David tenía dos talentos: sabía tocar el arpa y utilizaba muy bien su honda, habilidades que había desarrollado como pastor, peleando con osos y leones.

1 Samuel 16:17-18.
“Y Saúl respondió a sus criados: Buscadme, pues, ahora alguno que toque bien, y traédmelo. Entonces uno de los criados respondió diciendo: He aquí yo he visto a un hijo de Isaí de Belén, que sabe tocar, y es valiente y vigoroso y hombre de guerra, prudente en sus palabras, y hermoso, y Jehová está con él”.

David, un humilde pastor, sin expectativas importantes, pero con dos sencillos talentos que mejoró cada día, lo llevaron a ser ungido por el Señor para posteriormente ser el Rey de Israel.

Así como estos ejemplos hay otros en la Biblia. Lo importante es saber que Dios nos ha dado talentos especiales a TODOS. Absolutamente TODOS tenemos talentos de Dios, lo verdaderamente triste es que la gran mayoría esperamos que esos talentos sean: tocar un instrumento musical, tener buena voz para cantar, predicar con poder, sanar enfermos y levantar muertos. Si concretamente no tienes estos talentos, eso no significa que Dios se haya equivocado contigo y que no te haya dado ningún talento.

Recuerda, Dios es soberano y él puede usarte como menos te lo imagines. Dios actúa en cada uno de nosotros de manera muy particular, es por esta razón que te animo a que desarrolles los talentos que Dios te ha dado, sean cualesquiera que sean; posiblemente sea “tocar el arpa”, pues entonces practica y practica porque quizás ese talento te lleve al reino; posiblemente sea “la honda”, pues entonces practica y practica porque quizás algún día tendrás un “gigante” que destruir y ese talento será utilizado por Dios en ese momento. Probablemente te cueste mucho trabajo saber cómo utilizar tus talentos, pero toma en cuenta que Dios tiene múltiples maneras de actuar y nosotros los seres humanos no tenemos la capacidad de comprender el potencial que Dios tiene para nosotros.

David jamás se imagino que saber tocar el arpa, tan bien como lo hacía, lo llevaría al palacio a tocarle a Saúl; igualmente nunca le paso por la mente que un día su habilidad con la honda lo ayudaría a derrotar al gigante. Así es Dios, él utiliza nuestros talentos para llevarnos a lugares insospechados.

Probablemente te hagas esta pregunta: ¿Cuales son mis talentos? Pues yo te digo que cualquier cosa que te guste hacer, piensa en que eso es lo que lo puedes utilizar para honrar a Dios. Puede ser que te guste el arte, o escribir poemas, etc. etc. Lo que sea, si pones por obra ese talento y le das al Señor un poco de lo que tienes, el Señor te va dar más (Mateo 25:21). Si en ti no vez el talento que deseas, no te desesperes pues Dios te puede usar de manera inimaginable. Así es nuestro Dios, creativo y misericordioso.

Deja que el Señor te use. Hoy en día las iglesias están muy necesitadas de personas con creatividad. Desarrollar nuestros talentos en la iglesia no necesariamente es tocar música, cantar, saber predicar, etc. Nuestra misión como cristianos es llevar el evangelio de Nuestro Señor Jesucristo hasta lo último de la tierra. Y eso lo podemos hacer utilizando los talentos que tenemos. Expresa el amor de Dios por medio de tu creatividad, usa tus manos, tus píes. Usa los talentos que Dios te dio porque algún día Él te pedirá cuentas, y te va a preguntar ¿Que has hecho con lo que te di? ¿Y tú, que le vas a responder?


¡Gracia y Paz!

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