viernes, 14 de marzo de 2014

¿Tú les das honra a tu padre y a tu madre?



¿Tú les das honra a tu padre y a tu madre?

Efesios 6:1-3
"Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra"

Es una gran bendición tener padre y madre. Entre los cristianos, hay muchos jóvenes que no tienen alguno de ellos, o a ninguno. Sin embargo, hay consuelo al saber que "el Señor es padre de huérfanos y defensor de viudas en su santa morada", y "Dios hace habitar en familia a los desamparados" (Salmo 68:5-6).

El Señor nos manda a que honremos a nuestro padre y nuestra madre. No dice "padres" en plural, sino que se refiere a cada uno de ellos de manera individual. Es necesario honrar al papá, es necesario honrar también a la mamá. La promesa es clara: "Para que te vaya bien". El contraste es que si tú y yo no honramos padre y madre, seguramente vamos a fracasar. ¡El Señor no nos va a bendecir! El hijo que maldice, que deshonra a su padre o a su madre, se expone a que el Señor salga en defensa de ése padre o de ésa madre. Porque Dios es Padre. Dios es el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.

Dios es Padre. Y el Hijo (el Señor Jesucristo) siempre le dio honra a su Padre. En las Santas Escrituras ¿Cuántas veces se refiere a su Padre? Si tú lees en el evangelio de Juan, el Señor Jesús todo se lo atribuye al Padre. "Mis palabras me las dio mi Padre. Lo que hago, no lo hago yo, sino que lo hace mi Padre a través de mí". "El Padre que me envió..." "Salí de mi Padre... vuelvo al Padre". "Padre, la hora ha llegado, glorifica a tu hijo con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese". ¡Qué preciosa relación hay entre el Padre y el Hijo!

Si Jesús siempre le ha dado la Honra a su Padre, ¿Por qué nosotros no se la damos como es digno de él? ¿Por qué no sabemos honrar a nuestros padres aquí en la tierra?

Definitivamente… Dios no tolera que alguien no le de honra a su padre y a su madre, porque Él mismo es Padre. Cuando nosotros no honramos a nuestro Padre visible tampoco estamos honrando al Padre que no vemos. Si puedo honrar a mi padre (que veo), me estoy sujetando a este Padre que no veo.

Honraremos padre y madre, porque es el primer mandamiento con promesa. Porque Dios lo dice y porque queremos que nos vaya bien. ¡Queremos contar con la bendición del Señor!


“Gracia y Paz”

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