viernes, 7 de marzo de 2014

¿CÓMO ES TU TESTIMONIO CRISTIANO?



¿Cómo ES TU TESTIMONIO CRISTIANO?

He aquí una historia, ciertamente tragicómica, pero que a muchos nos ha pasado y a otros les puede pasar:  

Un ciudadano común, en un crucero muy transitado, detuvo su automóvil justo en el momento en que el semáforo se puso en ámbar y, como era de esperar, hizo lo correcto: se detuvo en la línea de Paso para Los peatones, no obstante que pudo haber rebasado la luz roja. Una mujer que venia manejando detrás de su automóvil se puso furiosa. Le tocó el claxon repetidamente y le grito muchas ofensas, ya que por su culpa ella no pudo cruzar la calle. Y, para colmo, se le cayó el celular y algunos objetos que traía sobre el tablero.

En medio de su rabieta, oyó que alguien le tocaba el cristal. Allí, parado junto a Ella, estaba un policía mirándola seriamente. El oficial Le ordenó salir de su coche con Las manos arriba, y la llevó a la delegación de Policía donde la revisaron de arriba abajo, le tomaron fotos, huellas dactilares y la encerraron en una celda. Después de un par de horas, un policía se acercó a la celda y abrió la puerta. La señora fue escoltada hasta el mostrador, donde el agente que la detuvo estaba esperando con sus efectos personales, y le dijo:

– “Señora, lamento mucho este error, la traje a la Delegación porque mientras usted se encontraba tocando su claxon fuertemente, queriendo pasarle por encima al automóvil que estaba delante de usted, maldiciendo, gritando improperios y diciendo palabras soeces. Mientras la observaba, me percaté que su carro tiene en su paragolpes un sticker que dice “¿Qué haría Jesús en Mi lugar?”, su tablero tiene un borde que dice “Yo escojo la Vida”, otro sticker que dice “Sígueme el Domingo a la Iglesia” y, finalmente, el emblema cristiano del pez. Como es de esperarse, yo supuse que el auto era robado”.

Esta simpática historia muestra la importancia de ser coherentes entre lo que creemos y lo que hacemos. Para ser cristiano no basta con ir a la Iglesia el domingo, o leer la Biblia de vez en cuando, porque el cristianismo es un estilo de vida: el estilo de vida de Jesús.

¿Qué te pareció la historia? Por favor, la próxima vez que vayas en tu auto, o de compras al supermercado, o te encuentres atendiendo algún cliente, recuerda que el mundo te está mirando y espera ver a Jesús en ti.


“Gracia y Paz”
Editado por: Carlos Martínez M.


Vitaminas para el Alma

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