miércoles, 14 de agosto de 2013

¿QUIEN SOY EN CRISTO?



Mateo 5:14
“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder”.

La luz no existe para sí, sino para iluminar el camino. La luz nos indica la misión a la que estamos llamados:  ser “luz” en un mundo de tinieblas, luminarias reflejando la Única Luz Verdadera, que es Cristo.  Esto nos obliga a hacernos visibles, a que seamos vistos, porque fuimos diseñados para hacer brillar la luz de Cristo a través de nuestras actitudes cotidianas.

Nosotros, nuestra comunidad, no existimos para nosotros mismos, sino para los otros y para Dios. Así debe ser una comunidad, no puede encerrase en sí misma.

Jesús nos presenta esta imágen que nos recuerdan que la misión del cristiano es estar en el mundo y para el mundo, procurando cambiar lo que está mal, iluminando con la luz del Evangelio.  Esta misión no nos exige hacer cosas extraordinarias, sino a vivir la vida con la fuerza de la luz; a anunciar y testimoniar el amor, la solidaridad y la paz como fuerza que transforma la historia.

Muchos diremos “yo jamás sería capaz de ser una luz tan potente que logre iluminar a nadie”, pero podemos ser una lucecita, que unida a otros, ilumina.  Si somos como un muro de piedra, la luz no pasa.  Iluminamos con nuestras actitudes positivas, sin egoísmos ni vanidad.



“Gracia y Paz”

No hay comentarios:

Publicar un comentario