domingo, 18 de agosto de 2013

LA VERDAD BÍBLICA ACERCA DE HABLAR EN LENGUAS



1 Corintios 13:8-10
“El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará”.


LOS NUEVE DONES DEL ESPÍRITU

Uno de los muchos problemas que había en la iglesia de Corinto, acerca de lo cual los ancianos escribieron al apóstol Pablo pidiéndole guía, era el abuso que algunos hacían de los dones espirituales, especialmente del don de lenguas.

El abuso (mal uso) de los dones espirituales estaba creando soberbia, independencia y desunión, entre los hermanos en Cristo, en vez de humildad, interdependencia y unidad, para lo cual se proveyeron los dones espirituales. De modo que el apóstol dedica gran parte de los tres capítulos completos al tema de los dones espirituales en general, y al don de hablar en una lengua desconocida (idioma extranjero) en particular (1 Corintios 12 al 14).

1.   "La palabra de sabiduría"--- consejo sabio para los inexpertos e inmaduros.

2.   "La palabra de ciencia"--- conocer las respuestas a problemas difíciles y prácticos.

3.   "La fe"--- sobresaliente confianza en Dios para vencer los peligros, preocupaciones y tribulaciones de la vida.

4.   "El don de sanidad"--- poderes curativos milagrosos para sanar a los enfermos.

5.   "El hacer milagros"--- la capacidad de realizar milagros para convencer a los incrédulos acerca del poder de Dios para ayudar y salvar.

6.   "La profecía"--- la capacidad de explicar con precisión el significado de la palabra y voluntad de Dios.

7.   "El discernimiento de espíritus"--- la capacidad de detectar a los falsos maestros de entre los verdaderos.

8.   "Diversos géneros de lenguas"--- el poder de hablar sin tener un previo conocimiento, en los muchos y diferentes idiomas no griegos que había en ese tiempo.

9.   "La interpretación de lenguas"--- el poder de traducir cada uno de esos muchos idiomas a la lengua común de la época, es decir, al griego.


¿CÓMO Y POR MEDIO DE QUIÉNES SE DIERON LOS DONES ESPIRITUALES?

Sólo los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo podían impartir los 'dones espirituales', lo cual hacían por medio de la imposición de manos sobre el receptor (Hechos 8:14-18). Los 'dones' no se daban a todo aquel que creía, sino sólo a aquellos especialmente escogidos por los apóstoles inspirados, de modo que el peligro de un mal uso podía reducirse al mínimo (1 Corintios 12:28-30).

La expresión "cada uno" que aparece en los versículos 7 y 11, no se refiere a CADA UNO DE LOS CREYENTES, sino a CADA persona que recibió un don.

v. 7 - "Pero a CADA uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho".

v. 11 - "Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a CADA uno en particular como él quiere".


LA IGLESIA NACIENTE NECESITABA LOS DONES ESPIRITUALES:

Los creyentes de Corinto eran conversos recientes tanto del judaísmo como del paganismo. Todo aquel que cree en Cristo por primera vez es un bebé espiritual y necesita mucho tiempo y ayuda espiritual para crecer hasta la madurez. Esa ayuda era proporcionada a los creyentes del primer siglo (y tan sólo a ellos) por hermanos dotados del Espíritu, los cuales ministraban a sus necesidades cuando así se requería. Pablo alude a esta etapa de 'bebé' en la fe en 1 Corintios 13:11, donde probablemente también está diciendo que aquel que posee un 'don espiritual' nunca debería considerarse a sí mismo mayor o más maduro que sus hermanos que no tienen dones. Más bien, debería considerarse a sí mismo inferior y menos maduro hasta que, aunque poseyendo un don espiritual, creciera hasta llegar al más grande don disponible para todos por la fe y la esperanza en Dios y en su palabra. Ese es el don del AMOR, piadoso, que se sacrifica a sí mismo, y que da servicio a otros.


EL DON DEL AMOR

Los 'dones espirituales' eran para el bien colectivo (1 Corintios 12:7); tenían por objeto crear interdependencia (12:12-26), y eran muy inferiores al don más grande, el del AMOR (12:31 hasta el capítulo 13). El amor, el don más grande para el género humano, viene por medio de las bendiciones de Dios al entender, creer y vivir su amor en Cristo, un amor por el cual el Padre "de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16). Todos deberían buscar el amor porque todos lo necesitan; se ofrece a todos y es posible para todos. El amor es un don continuo que nunca debería cesar, a diferencia de los 'dones espirituales', los cuales sólo eran dones temporales. Dios es amor, y todo aquel que copia el amor de Dios por otros, lo conoce a él y a su amado Hijo y su incesante amor por todos.


CUANDO Y POR QUE CESARON LOS 'DONES':

El apóstol Pablo claramente predijo que "mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará" (1 Corintios 13:10). "Lo que es en parte" se refiere a los 'dones espirituales', que habían sido dados individualmente a hermanos específicos solamente, no a todos. El contexto muestra que "lo perfecto" es el conocimiento maduro de la fe, esperanza y amor (vs. 11-13). Este conocimiento se lograría cuando el Nuevo testamento, que en gran medida no estaba escrito en aquel tiempo, estuviese completo, y cuando la gente lo leyera y lo estudiara. La disponibilidad del conocimiento bíblico ocurrió poco después de que el último libro, el Apocalipsis, le fue comunicado al último apóstol sobreviviente, Juan, en la isla de Patmos, alrededor de los años 96 y 97 de nuestra era (Apocalipsis 1:9). Poco después, cuando murió Juan, cesó el poder para impartir los 'dones espirituales', y la Biblia, maravillosamente habilitada para llevar a los creyentes a la madurez de la fe, esperanza y amor, quedó completa (o 'perfecta') y disponible para todos (2 Timoteo 3:14-17).


EN EL PRESENTE NO ESTÁN DISPONIBLES LOS DONES ESPIRITUALES MILAGROSOS:

Se desprende, entonces, que cuando murió el último receptor de los 'dones espirituales', alrededor del año 150 de nuestra era, entonces cesaron, dejaron de ser, se acabaron, terminaron los 'dones espirituales', tal como predijo el apóstol Pablo (1 Corintios 13:8-10).

Sin embargo, cuando venga Cristo a restaurar el reino a Israel, se darán los 'dones espirituales' a sus santos resucitados, aprobados y glorificados (Hechos 1:3, 6; 1 Corintios 15:20-28; Joel 2:27-32; Isaías 32:15). Hasta que venga ese día los que aun vivimos haríamos bien en buscar los dones de la fe, esperanza, y especialmente el AMOR (1 Corintios 13:13 y 14:1).

“Gracia y Paz”

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