viernes, 2 de noviembre de 2012

¿ES CORRECTO JUZGAR…?



Hay realidades lamentables que debemos aceptar. Si las iglesias están con un testimonio no grato a Dios y a los hombres, se debe actuar de acuerdo a la sabiduría del Señor, cabeza de la iglesia. Y para actuar, se deberá primeramente, juzgar. Juzgar siervos, manifestaciones, maneras de proceder, y todo lo necesario, para luego tomar las medidas que Dios quiere, hasta lograr recuperar el buen testimonio, tan necesario.

La gran mayoría no puede actuar porque antes, debe juzgar, y el problema es que se ha implantado una doctrina o enseñanza que considera, el juzgar, prohibido por Dios.

Actualmente, en casi todas las iglesias, es incorrecta la enseñanza sobre el tema “el juzgar”, la cual es muy importante para que los predicadores, misioneros, pastores, y demás servidores se conduzcan bien y logren corregir de manera efectiva, las excesivas malas conductas actuales de los cristianos.

Dios en su Palabra nos enseña cómo juzgar.

Examinemos según las escrituras este tema, ya que Mateo 7:1-5, es una porción bíblica muy mal empleada.

Mateo 7:1 dice: “No juzguéis, para que no seáis juzgados”. Significaría, no juzgar. Y así a nadie juzgaríamos ni nadie nos juzgaría. Pero, si seguimos leyendo, en los versículos del 2 al 5 del mismo capítulo, podemos darnos cuenta que el versículo 1 se refiere a un juicio incorrecto e hipócrita. El hermano que tiene una viga (un pecado mayor) en su propio ojo, no debe juzgar a otro que tiene una paja (un pecado menor) en el suyo. No puede juzgar a otro de su pecado si él no está limpio para ver bien y luego poder juzgar correctamente.

Dios nos quiere mostrar la necesidad de examinarnos, juzgarnos, y corregirnos a nosotros mismos. Y una vez que estemos bien delante de sus ojos, recién entonces, podremos juzgar, exhortar, enseñar, o corregir a los demás.

Queda en claro que si una persona tiene buen testimonio, puede juzgar a otro. Y si no está bien delante de Dios y de los demás, es probable que su juicio no sea justo.

Los pastores, siervos, y hermanos, debemos juzgar de acuerdo a la Palabra de Dios, así advertimos a las “ovejas” de los lobos rapaces.

A través de toda la palabra, encontramos la enseñanza de que debemos identificar a los malos o falsos pastores, obreros o hermanos, y delatarlos.

También es clara, la enseñanza de Dios respecto a dar sus nombres específicamente, aclarando concretamente sus errores doctrinales o pecados que están cometiendo.

“Por sus frutos los conoceréis…” (Mateo 7:16-17). Aquí el Señor simboliza con árboles, los servidores. Nos manda juzgar el árbol (persona), por el fruto de su vida y su doctrina.

Por lo tanto Jesús nos manda conocer a los servidores, juzgando lo que hacen, teniendo en cuenta su palabra para juzgar, y no las enseñanzas del mundo o nuestro parecer o sentir, sino el del Señor. Por eso dice: ”No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio” (Juan 7:24).

Entonces “… juzguemos con justo juicio”.

1 Corintios 5:1-13. Pablo “juzgó” (versículo 3) al hombre (inmoral, malvado – versículos 1 y 13.) a pesar de que estaba ausente, y dijo a la iglesia de Corinto que deberían “juzgar” (versículo 12) a los que estaban dentro.

Se tiene madurez espiritual cuando se es capaz de discernir entre el bien y mal. ”Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal” (Hebreos 5:14).

Tenemos que darnos cuenta que al enseñar que no se debe juzgar, los falsos maestros, falsos apóstoles, falsos profetas, falsos hermanos, entran en las congregaciones con sus doctrinas del enemigo para inundar de levadura y maldad a los hermanos, y como se enseñó a “no juzgar”, nadie corrige, y nadie se opone a los lobos con vestidos de ovejas que no tienen ningún reparo para saquear el rebaño, y así, en plena libertad, destruyen a muchos.

¿Conoces a Jesús…? ¿Es mundano…? ¿Es simpático con los mentirosos, con los amantes del dinero, con los inmorales, con los que se creen dioses y se idolatran…? ¿Acaso todo lo permitió en el templo…?

Jesús es el mismo ayer, hoy y siempre. Su lenguaje es claro, directo  y duro. No espera para tomar medidas contra los burladores, los mercaderes del templo o los mentirosos.

Podemos comprobar que no fue manso y humilde con los falsos maestros. Les decía “hipócritas”, “guías ciegos”, “sepulcros blanqueados”, “serpientes”, y “generación de víboras” (Mateo 23:23-34). Cuando halló en el templo a los que vendían, haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, con todo lo que tenían para vender, y esparció las monedas, y volcó las mesas; y dijo a los que vendían: “Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado” (Juan 2:13-16)”. Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones” (Marcos 11:17).

Pablo dijo señalando… “Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo” (2 Corintios 11:13). Pablo explica en versículos 14-15 que estos predicadores son ministros de Satanás.

En estos días puedes comprobar que los siervos contaminados, y algunos, a los que se le debe llamar falsos, hasta predican con una Biblia “deportista” mundana. La divulgan como la mejor. Hacen nula la enseñanza de la santidad que debe tener un hijo de Dios. Venden sus libros, su música, sus imágenes, su asistencia sicológica-diabólica, sus coberturas y sus seminarios para hacer discípulos iguales a ellos.

A tal punto ha llegado la confusión en el testimonio de los cristianos, que la gente ya no sabe distinguir quien es verdadero cristiano y quien no.

Los pastores deben discernir todo lo que llega a la iglesia. Es correcto que los pastores no permitan falsos maestros y que enseñen quiénes son y cómo evitarlos, puesto que Jesús así lo enseña.

La iglesia de Efeso tuvo el buen testimonio de haber “probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos” (Apocalipsis 2:2). La iglesia de Pérgamo fue reprendida porque “toleraba a los que tenían la doctrina de Balaam y la doctrina de los Nicolaítas, la que yo aborrezco” (Apocalipsis 2:14-15).

Muchos pastores, predicadores y profetas se manifiestan en programas de televisión para que se pacte con Dios dando una suma de dinero a cambio de una bendición. En la Palabra de Dios esa enseñanza no es aprobada (3 Juan 9 – Judas 11).

Existe la creencia de que los considerados “muy poderosos” no pueden ser denunciados o nombrados, como los pastores de iglesias gigantescas, o aquéllos con grandes audiencias en radio y televisión. Cualquier cosa que digan o hagan, no importa que tan contraria de la Biblia sea, debe tomarse por correcta.

Sin embargo, David era un siervo de Dios, ungido, reconocido como uno de los de mayor autoridad en el pueblo de Dios, pero era un adúltero en lo secreto, y según las prácticas de hoy, no podía ser reprendido por un simple profeta. Pero Natán fue a la presencia de David, reveló el pecado, y le dijo al enfurecido David, “Tu eres aquel hombre…” (2 Samuel 12:7; 2 Samuel 12:7) Entonces dijo Natán a David: --Tú eres ese hombre. Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: “Yo te ungí como rey de Israel y te libré de manos de Saúl.

Es correcto “contender ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos” (Judas 3). Debemos cuidarnos de los “falsos maestros que introducen encubiertamente doctrinas destructoras” (2 Pedro 2:1) y se debe juzgar con justo juicio (Juan 7:24) a los que están adentro. A los del mundo los juzgará Dios.

Rescatando, (en tanto se pueda), a quienes han caído en el error y en las mentiras de los falsos apóstoles modernos. “Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados” (Santiago 5:19.20).

Ejemplos donde se debió juzgar y otros referentes al tema.

Romanos 16:17
Tito 1:10-16
2 Tesalonicenses 3:6-15.18
1 Timoteo 6:3.5
1 Timoteo 1:18.20
2 Timoteo 4:10.14.15
2 Timoteo 2:15-18
2 Corintios 11:4.13
Gálatas 2:11-14
3 Juan 9
2 Pedro 2:15-21.22
Números (capítulos 22 al 25)
Judas 11
Apocalipsis 2:2.14

¿Tú crees que el Señor Jesús permitiría que los que alaban a Dios, comercien su música, vendan sus libros, que vendan sus propias imágenes, que se hagan propaganda, que vendan entradas en las iglesias, o que se enseñe psicología y mundanalidad como Palabra de Dios…?

El pueblo de Dios debe salir de la apostasía, el error y las falsas doctrinas, pero para ello es necesario que cada uno vuelva al estudio de las escrituras, que mantenga una “VERDADERA” relación con Dios, y que guarde, por sobre todas las cosas, su corazón. Es necesario volver una vez mas a las sendas antiguas que transitaron los grandes hombres de Dios, y a predicar el verdadero evangelio, el cual es uno solo, y  es el evangelio de la cruz, del arrepentimiento, del perdón de nuestros pecados a través de la fe en el unigénito Hijo de Dios, y de morir a nosotros mismos, cargar nuestra cruz, y seguirle solo a El

“Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios” (1 Corintios 2:1-5).

“Gracia y Paz”
Aprendiendo la Sana Doctrina
Sal y Luz

No hay comentarios:

Publicar un comentario