viernes, 3 de agosto de 2012

EL SEÑOR ES MI AYUDADOR

Salmo 31:24
"Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome vuestro corazón aliento".
 
 
A veces en nuestra vida cristiana cuando vemos la tendencia de nuestro propio corazón al pecado y la rebelión, nos desanimamos y pensamos, “Es inútil. No puedo, y ni sé si de veras soy salvo”. Se necesita valor en el campo de batalla para enfrentar al enemigo que nos está disparando, pero también se necesita valor para volver a Dios después de un fracaso, pedirle perdón, y emprender de nuevo la vida cristiana, luchando contra el pecado y contra nuestras propias tendencias hacia el mal. Tengamos este valor, animados con la promesa de nuestro Señor Jesucristo que nos dijo, “No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir con confianza: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre”.

“Gracia y Paz”

No hay comentarios:

Publicar un comentario