martes, 15 de mayo de 2012



GLOSOPEDA

"Porque no nos atrevemos a contarnos ni a compararnos con algunos que se alaban a sí mismos…" 2 Corintios 10:12.

La glosopeda, o fiebre aftosa, es una enfermedad sumamente contagiosa entre los animales de pezuña hendida. Las ampollas que les salen alrededor de la boca y en las patas son tremendamente dolorosas. Los que padecen esta enfermedad no comen ni beben, y adelgazan rápidamente. En muchos países, esta enfermedad casi ha desaparecido gracias a las medidas preventivas que se han tomado.

Una enfermedad espiritual similar, que afecta los "pies" y la "boca", sigue ocurriendo en proporciones epidémicas dentro de la Iglesia. En 1 Corintios 12, se compara a los creyentes con las diferentes partes del cuerpo humano. Este tipo de dolencia se produce cuando los miembros de la Iglesia, que es el cuerpo de Cristo, empiezan a compararse entre sí (v. 12). Quizá un "pie" se sienta insatisfecho por ser incapaz de expresarse como la "boca". Y esta podría sentirse inadecuada porque no puede andar de un lado a otro ni sostener el peso del cuerpo. Esos cristianos pierden el apetito espiritual y se vuelve ineficaces en el servicio al Señor.

Los hijos de Dios han sido diseñados en forma soberana y colocados en el cuerpo de Cristo con propósitos específicos. Cada uno de nosotros es vital para el bienestar de todos. Y cuando desempeñamos nuestra función, hay armonía y nuestro Salvador es glorificado. Acabemos con la "glosopeda" en la Iglesia.

Lectura: 1 Corintios 12:12-27.

Reflexión: Si quieres una iglesia más saludable, ejercita tus dones espirituales.

“Gracia y Paz”
Nuestro Pan Diario.

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