sábado, 24 de diciembre de 2016

NO ENDUREZCAS TU CORAZÓN (Hebreos 3:12-13).


NO ENDUREZCAS TU CORAZÓN. Hay una diferencia entre pecar porque somos débiles y pecar por darle rienda suelta a nuestras pasiones. Hay una gran diferencia entre ceder al pecado y desobedecer abiertamente a Dios. Hay gente, incluso muchos que dicen ser "cristianos" que no le importa pecar y lo peor de todo es que no quieren reconocer su error. Han endurecido su corazón.

"Cuídense, hermanos, de que ninguno de ustedes tenga un corazón pecaminoso e incrédulo que los haga apartarse del Dios vivo. Más bien, mientras dure ese «hoy», anímense unos a otros cada día, para que ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado" (Hebreos 3:12-13).


NO ESPERES DEJAR DE PECAR PARA BUSCAR DE DIOS...


Una de las maneras en que podemos luchar contra el pecado es buscando primeramente de Dios. Muchas personas quieren deshacerse de todo pecado, para luego venir “limpios” ante Dios.  El problema está en que luchar contra el pecado no es fácil. Para vencerlo necesitamos de la ayuda del Espíritu Santo y para poder recibir esa ayuda y ser fortalecidos, debemos de buscar de Dios.

Muchas personas no van a la iglesia porque no se consideran santos y no quieren ser hipócritas.  Ellas quieren dejar el pecado primero y después ir la iglesia como buenos cristianos. Pero tú y yo sabemos que es más fácil vivir en pecado cuando se está lejos de Dios.

Hay muchas maneras de luchar contra el pecado, pero si te sientes cansado o frustrado de “caer” constantemente, trata esto: Busca primeramente el reino de Dios. “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mateo 6: 33).



¡Gracia y Paz!

Cesar Depaz

¿AUN VIVES EN TUS ANTIGUAS ANDANZAS?


"Antes, cuando ustedes no conocían a Dios, eran esclavos de los que en realidad no son dioses. Pero ahora que conocen a Dios, o más bien que Dios los conoce a ustedes, ¿Cómo es que quieren regresar a esos principios ineficaces y sin valor? ¿Quieren volver a ser esclavos de ellos? ¡Ustedes siguen guardando los días de fiesta, meses, estaciones y años! Temo por ustedes, que tal vez me haya estado esforzando en vano" (Gálatas 4:8-11).

Es triste. Este tipo de comportamiento lo vemos constantemente en la Biblia. De hecho, estoy seguro que lo ves en tu vida también. Tal vez te confunde el escuchar que eras esclavo de otros ídolos o de los que no son dioses o alguna otra descripción. La realidad es más sencilla. Pablo quiere que entendamos que cuando caminamos dentro de los planes de Dios, sin importar las circunstancias, siempre estaremos mejor que como estábamos antes. No podemos estar viviendo un presente si estamos deseando estar en un pasado, en un futuro o en otra situación. No podemos decirnos seguidores de Jesús y al mismo tiempo querer seguir viviendo como si no lo conociéramos. Dios lo mostró hace miles de años y hoy veo distintas formas de pensar que, pensando que han descubierto el hilo negro, te dicen que vivas y disfrutes tu presente. Es verdad, debes vivir y disfrutar tu presente, el problema es que, sin el Señor, no podrás disfrutarlo. Él es quien permite que disfrutemos las bendiciones que nos son dadas. ¿Alguna vez has conocido a alguien que tenga mucho y disfruta poco? Pues ya sabes por qué.

El pasaje nos dice que algunos de los gálatas estaban regresando a sus antiguas andanzas. ¿Cómo lo podemos ver hoy en día? Piensa en un mentiroso que quiere obedecer y dejar de hacerlo. Pasa un mes y no ha mentido. De repente, surge una situación en la que, si miente, las cosas podrían mejorar, de lo contrario, si dice la verdad las consecuencias no serían buenas. Obviamente su mente ya está dando vueltas y está pensando que, de no haber sido por querer cambiar, hoy podría mentir y asunto arreglado. Pero ahora ya no es así. Ya sabe que está mal mentir. Ya sabe que el compromiso no es con la gente sino con Dios. ¡Qué conflicto! Así nos pasa en cantidad de situaciones diversas. Los que tienen problemas con su carácter, los que tienen problemas de fidelidad, de homosexualidad, de amar, de perdonar, de sujetarse, etc. Cada vez que decidimos dejar de hacer lo que está mal, y en el futuro nos encontramos con una disyuntiva, ¿por qué pensamos que estábamos mejor antes? ¿Por qué se nos olvida del hoyo tan horrible del que nos sacó el Señor? ¿Sabes por qué? Porque pensamos que merecemos lo que tenemos y damos por hecho que seguirá ahí siempre. Porque no entendemos que las bendiciones vienen de la gracia de Dios y no de nuestras acciones. Si pudiéramos entender esto, alabaríamos y obedeceríamos sin importar las circunstancias. Con mucho, con poco. Enfermos o sanos. Con dificultad o sin dificultad. Simplemente tendríamos la mirada en el cielo y viviríamos agradecidos. Viviríamos compartiendo el maravilloso evangelio y la increíble gracia que Dios tiene para nosotros. Hablaríamos de cómo Cristo ha cambiado nuestras vidas y de cómo nos sacó adelante.

Recuerdo un pasaje donde Pablo nos dice: ¿Estás casado? ¡No busques separarte! ¿Estás soltero? ¡No busques casarte! Maridos, amen a sus mujeres. Esposas, sujétense a sus maridos. Pienso en cómo nos encanta estar viendo lo que no tenemos y hacemos a un lado lo que hoy se nos ha dado por misericordia. Deja de pensar en lo que no es de Dios y entiende que no hay mejor plan que el del Señor. Ahora, si te gusta aprender a golpes pues adelante. Solamente piensa en las consecuencias de tus actos y recuerda que no serás el único que las sufra. Entiende que hay gente que te ama y que está a tu alrededor que también sufre por las decisiones que tomes.

Yo sé que es difícil. Yo entiendo que tus pensamientos te hacen creer que lo de antes tenía ventajas. La verdad es que no es así. Créeme. De hecho, no me creas a mí, cree en la palabra de Dios. Los israelitas que salieron de la esclavitud de Egipto no pudieron entrar en la tierra prometida por reclamar a Dios y no confiar en que los planes que Él tenía eran mejores que los de ellos. Al final la promesa se cumplió y la siguiente generación entró. Yo creo que sería bueno no dejar pasar esa bendición y querer entrar nosotros. Obedezcamos hoy. Busquemos servirle en todo lo que hagamos. Busquemos darle gloria en nuestro día a día. Vivamos agradecidos de lo que en su amor decide darnos. Dejemos atrás la carne y vivamos por el espíritu.

Oración:
Padre Amado, gracias por querer tener comunión conmigo y por mandar a tu Hijo a morir por mis pecados. Gracias por tus bendiciones y sobre todo te pido perdón porque muchas veces no las valoro. Hoy te pido que pueda dejar de distraerme pensando que estaba mejor antes o que las cosas serían mejor de otra manera. Quiero entender que tu plan que vivo hoy es lo mejor para mí y vivirlo gozosamente. Toma mi vida y dirígela mi Señor. Te lo pido en el nombre de Jesucristo, Amén.


¡Gracia y Paz!

La Más Grande de las Virtudes

lunes, 19 de diciembre de 2016

¿NO SABES VIVIR COMO JESÚS?


Mateo 11:29
“Aprended de mí y hallaréis descanso para vuestras almas”

¿Sabes por qué Jesús no sufrió de miedo al fracaso? Porque a Él nunca le pasó por la mente el no poder hacer algo que su Padre ya le había asegurado que podría hacer. Y tampoco sufrió de miedo a la escasez. Aunque vivió una vida sencilla, fue responsable de su propio mantenimiento y del de un grupo de personas. ¿Cómo lo hizo? Oraba mucho y se mantenía en sintonía con su Padre Celestial. Quizás Dios no te provea como tú quieres, pero ha prometido cuidar de ti (1 Pedro 5:7). Jesús te está diciendo hoy: “Venid a mí” aprended de mí “y hallaréis descanso para vuestras almas [las emociones y la mente]” (Mateo 11:29).

¿Sabes por qué nos llega tanto estrés? Por nuestra necesidad de querer saber todo de antemano, de estar en control. Aun después de que oramos y supuestamente entregamos la situación al Señor, nos creamos un “Plan de emergencia”, “por aquello de que Dios no maneje las cosas como pensamos que debería hacerlo”. ¿Tú haces eso? No pones el dinero en el banco y luego te pasas la noche en vela preocupándote por ello, ¿verdad? ¡Pues al menos ten la misma confianza en Dios!

Cada vez que entras en un torbellino de interrogantes sobre el qué, el cuándo, el cómo, el dónde, entrégaselo todo a Dios. No a ese Dios pequeño de tu entendimiento, sino al Gran Dios cuyos hechos hablan por sí mismos, cuya fidelidad nunca falla y quien se ha ganado el derecho de preguntarte: “Hay alguna cosa difícil para [mí]” (Génesis 18:14). En otras palabras, ¡aprende a vivir como Jesús!


¡Gracia y Paz!
La más Grande de las Virtudes


sábado, 17 de diciembre de 2016

¿SABES CÓMO TE VE DIOS?


Mateo 11:29 LA PERSONA HUMILDE ES AQUELLA QUE IMITA A CRISTO


Mateo 11:29 (PDT)

“Acepten mi enseñanza y aprendan de mí que soy paciente y humilde. Conmigo encontrarán descanso”.

Romanos 14:10


Romanos 14:10
"Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O también, tú, ¿por qué desprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Dios".

Juan 12:44-50

LAS PALABRAS DE JESÚS JUZGARÁN A LOS HOMBRES

Juan 12:44-50(RVR1960)

44 Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió;

45 y el que me ve, ve al que me envió.
46 Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.
47 Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
48 El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
49 Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
50 Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.

Romanos 12:17-18


Para redimir, para eso vino Jesús. Así vivió y siempre buscó hacer una diferencia en las vidas de los demás. Su meta no era buscar lo suyo o aun ganar los argumentos. Su enfoque era tratar con la gente con un propósito: dejándola más bendecida que cuando la encontró.

“Nunca paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos. Si es posible, y en cuanto de ustedes dependa de ustedes, vivan en paz con todos" (Romanos 12:17-18).

Oración
Perdóname Señor, por el rencor que he llevado en mi corazón por años y los malos pensamientos que he mantenido hacia los demás. Ayúdame a ver y a valorar a los demás tal como hizo Jesús. En su nombre te lo pido, Amén.


¡Gracia y Paz!

La Luz del Alma

viernes, 16 de diciembre de 2016

¡MEJORES REGALOS!


NO JUZGUEMOS A LOS QUE FESTEJAN LA NAVIDAD, MEJOR GANEMOS ALMAS PARA CRISTO


No juzguemos a los que festejan la navidad, MEJOR ganemos almas para Cristo. No nos pongamos en papel de Dios, no nos olvidemos que Dios ve el pecado igual, no por categorías. Si hay hermanos o hermanas que celebran esta tradición, no ataquemos ni juzguemos. Aprovechemos estas fiestas (aunque para nosotros sean paganas) para hablar del nacimiento del Mesías, al inconverso, al idolatra, (aunque no sea la fecha correcta de su nacimiento), digámosles como nació Cristo en nuestros corazones y lo bello que es tenerlo en nuestras vidas.

La Palabra del Eterno Dios dice: “Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de Él” (2 Timoteo 2:24-26).

“Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo. Más sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras” (Romanos 2:1-6).

“Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido. ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme” (Romanos 14:1-4).

“Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; más para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es” (Romanos 14:13-14).

“Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres. Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación (Romanos 14:17-19).

¡Gracia y Paz!

Juan Carlos Lopez

Gálatas 6:7-9