viernes, 8 de abril de 2016

CIERTAMENTE LA PALABRA DE DIOS ESCASEA HOY...



1 Samuel 3:1
“El joven Samuel ministraba a Yahweh en presencia de Elí; y la palabra de Yahweh escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia.

Hay dos aspectos en este texto que tienen mucho que ver con la condición actual del cristianismo. Esta escritura nos dice cual era la condición espiritual de esa época: “La palabra de Yahweh escaseaba en aquellos días y no había visión con frecuencia”.

Con mucha tristeza debemos reconocer que esta porción de las escrituras es aún patente, la palabra de Dios escasea en los púlpitos; la mediocridad y el hablar trivialidades, es algo que caracteriza a los predicadores modernos.

Con dolor vemos en muchas iglesias a predicadores hablando incoherencias y frases sin sentido, contando chistes, haciendo pactos, declarando, atando, confesando, sin ton ni son. Y para culminar su “predicación”, como magos, sacan de su manga un “llamamiento” al pulpito para aceptar al Señor. ¡Es asombroso! ¿Qué tiene que ver el aceptar al Señor en medio de un rito religioso en el que abundan toda clase de herejías? ¿Por qué estos hombres se han ganado la fama de “buenos predicadores”?

La otra condición que nos dice el texto en cuestión era que “no había visión con frecuencia”. Es bastante triste ver que por causa del pecado falte la palabra profética, la dirección divina en todo lo que hacemos. Nos hemos conformado con oír un evangelio diluido lleno de historias y cuentos de hadas. Y la falta de poder nos ha llevado a la farsa de aparentar que Dios está en nuestras vidas. CIERTAMENTE LA PALABRA DE DIOS ESCASEA HOY.

¡Dios tenga misericordia de nosotros y de ésos falsos predicadores!


¡Gracia y Paz!

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