viernes, 16 de enero de 2015

¡AMA A TUS ENEMIGOS!


¡AMA A TUS ENEMIGOS!

"Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos" (Mateo 5:43-45).

Los cristianos debemos amar a otros como Dios los ama. Esta es la norma del amor Divino. Dios nos ama porque Él escogió amarnos, no porque no lo merecíamos, sino sólo por Su gracia.

El amor no es un sentimiento sobre otra persona. El amor divino es una elección. Es algo posible y los cristianos debemos expresarlo con acciones piadosas. Debemos actuar siempre sobre lo que sabemos es correcto.

Jesús nos dio el ejemplo cuando oro por aquellos que lo estaban crucificando: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen" (Lucas 23:24).

La parábola del Buen Samaritano nos enseña a ver como vecinos a todos los hombres (Lucas 10:29.

Jesús definió a nuestros enemigos como aquellos que nos maldicen, nos odian, y egoístamente nos usan. Esta clase de personas son las que nos necesitan para enseñarles el amor. Recordemos que Él nos amó cuando éramos sus enemigos.

Jesús dijo en este contexto: "Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto" (Mateo 5:48). La palabra "perfecto" implica integridad y madurez como hijos de Dios. Esta madurez no la vamos a conseguir en nuestras propias fuerzas, la obtendremos en la medida que busquemos la presencia de Dios y obedezcamos su Palabra. De igual manera, no podremos amar a nuestros enemigos en nuestras propias fuerzas, necesitamos buscar a Cristo, quien nos dará la capacidad para lograrlo.


¡Gracia y Paz!

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