lunes, 1 de diciembre de 2014

¿NO TE GUSTA LA DISCIPLINA DE DIOS?



¿NO TE GUSTA LA DISCIPLINA DE DIOS?

Hebreos 12:5-6
“Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor ni te desanimes cuando te reprenda, porque el Señor disciplina a los que ama, y azota a todo el que recibe como hijo”.

“¿Qué hijo hay a quien el padre no disciplina?” (Hebreos 12:7). Si no lo hiciese, pensaríamos que poco le interesamos. Hemos aprendido a respetar a los padres terrenales con disciplina, entonces no hay por qué rechazar la de nuestro Padre celestial que es la que nos conduce a la santidad (Hebreos 12:9-10).

¡Qué gran satisfacción sentimos cuando nuestros hijos crecen y miramos lo que son! En verdad nos sentimos orgullosos y pensamos: ‘gracias Dios porque hice bien la tarea con ellos’. De igual manera lo hace el Señor: su fidelidad lo lleva a completar la buena obra en cada uno de sus hijos (Filipenses 1:6). Cuando estamos viviendo diferentes pruebas, podemos llegar a pensar que Dios no nos ama porque nos trata con dureza, pero más tarde comprobaremos los buenos resultados de su corrección. “Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien penosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella” (Hebreos 12:11). E incluso muchas veces nuestro Padre permite una situación aparentemente desagradable, con el fin de prevenirnos de otras peores.

Tenemos que aprender a ser sabios y no ver la disciplina como castigo sino lección. Después cosecharemos frutos de entereza y rectitud, llenos de la tranquilidad y regocijo que nos producirán nuevos aires para renovar las fuerzas debilitadas y continuar por la senda correcta (Hebreos 12:12-13).Todos necesitamos ser disciplinados por Dios.

¡Gracia y Paz!


Síguenos en:

No hay comentarios:

Publicar un comentario