martes, 29 de julio de 2014

¿POR QUÉ MI FAMILIA ES MI PRIMER Y MÁS GRANDE MINISTERIO?



¿Por qué mi familia es mi primer y más grande Ministerio?

1) Porque la familia es lo primero que Dios creó; de la cual saldría la civilización. "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó" (Génesis 1:27). Luego en Génesis 2:24 dice: "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne." Esto significa el establecimiento de una sociedad basada en las relaciones de matrimonio y de paternidad, reproduciendo el diseño de Dios.

2) Porque la familia es el lugar fundamental de formación y enseñanza. "Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes" (Deuteronomio 6:6:7).

3) Porque la familia es el primer lugar donde se compromete la vida a Dios. "Pero yo y mi casa serviremos a Jehová" (Josué 24:15b). Casa se refiere no sólo a la familia inmediata, sino a por lo menos tres generaciones (padres, hijos, nietos); no sólo se refiere a un lugar de vivienda, sino a todo lo que una familia tiene como pertenencia.

4) Porque la familia es el lugar donde Cristo quiere posar. "Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa" (Lucas 19:5). "Posar" significaba quedarse por uno o varios días. Jesús quiere morar primero en nuestro corazón, y luego morar en el lugar donde se dan nuestras relaciones más íntimas y significativas: en la familia.

5) Porque Jesús quiere salvar a todos los miembros de nuestra familia. "Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú, y tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa" (Hechos 16:31-32).

6) Porque Dios nos hace primero responsable de la provisión a los de nuestra familia. "Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo" (1 Timoteo 5:8). Uno de los efectos de una vida de fe es cumplir con las responsabilidades de provisión espiritual, moral, emocional, relacional y económica para con los miembros de nuestra familia.

7) Porque quien quiera servir a Dios, tiene que comenzar con su casa. "Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues quien no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)" (1 Timoteo 3:4-5).

Amados Hermanos y Hermanas, hagamos la mejor inversión de nuestras vidas, invirtamos lo que recibimos de Dios en nuestras familias. Recuerden que: "Todo lo que la persona sembrare, eso también cosechará" (Gálatas 6:7b). Seamos una iglesia de "Familias bendecidas". En el nombre de Jesús Amén.


¡Gracia y Paz!
Edificando Matrimonios conforme el propósito de Dios

Ángel E. Martínez


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