domingo, 2 de marzo de 2014

¿TIENES SERENIDAD?


Cuando oremos seamos como niños ante el padre, llenos de confianza compartiendo con él nuestros deseos y esperanzas, lo que nos pasa y lo que no nos deja avanzar, lo que nos hace reír y no que nos hace llorar, sin olvidar expresarle lo mucho que lo amamos y lo importante que es Él en nuestra vida.

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:6-7).
  

“Gracia y Paz”

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