martes, 6 de agosto de 2013

LOS TRES ENEMIGOS DEL CRISTIANO



Durante la segunda guerra mundial un avión de la armada norteamericana se perdió, no sabía como llegar a su base de operaciones, de repente vio en su radar señales de una flota de aviones que estaban cerca de su posición, inmediatamente comenzó a mandar señales de radio que fueron contestadas y se le ordenó a que se uniera a la flota lo más rápido posible. El avión obedeció, pero al estar cerca de ellos se dio cuenta de una   desagradable sorpresa, eran aviones enemigos que le habían puesto una trampa, fue tomado prisionero y llevado a un campo de concentración.

Nosotros los cristianos también tenemos enemigos que tratan de engañarnos de la misma forma, nos ponen trampas y tentaciones para atraparnos, y muchas veces inocentemente, como el piloto de la historia, caemos en sus artimañas.

Conozcamos a estos enemigos espirituales, sus armas de ataque y el plan que Dios nos ha dado para derrotarlos.


EL MUNDO

Estos tres enemigos buscan que el pecado reine en nosotros y de esa manera la muerte espiritual nos alcance (v.1), ese es su objetivo, arruinarnos espiritualmente.

El primero de estos tres enemigos es el mundo. La palabra mundo puede significar el planeta en que vivimos o la gente que habita el planeta, pero en la Biblia se usa mayormente esta palabra para significar el sistema de pensamiento, la filosofía, la forma de vida, los conceptos e ideas del hombre que luchan o están en contra de Dios. El mundo es pues la sociedad humana que actúa opuesta al creador (Ejemplo: el amor libre, el aborto, el materialismo, la homosexualidad como una opción de vida, etc.)

El arma del mundo es la corriente, ¿Qué es la corriente?, Es una fuerza que nos jala, nos atrae hacia algo (como las corrientes marinas en la playa), el mundo usa esa arma para atraparnos, crea modas atractivas, ideas convincentes, costumbres divertidas que nos empujan poco a poco a lo malo, lejos de Dios y su verdad. El mundo utiliza los medios de comunicación para bombardearnos con estas cosas. Para vencer al mundo debemos de guardar nuestra distancia de todo aquello que el mundo pregona y que está en contra de Dios (Santiago 4:4)

Cómo vencer al mundo:

1) Tener una firme personalidad para no seguir a la mayoría (Éxodo 23:2) y para no se moldear a la mentalidad de este mundo (Romanos 12:2).

2) Tener de hecho un encuentro con Dios (1 Juan 5:4).

3) Considerarse totalmente muerto para el mundo y viceversa (Gálatas 6:14).

4) Congregarse (Hebreos 10:25).


SATANÁS

El segundo enemigo que tenemos es satanás y sus demonios. El pasaje dice que es un príncipe, eso concuerda con Ezequiel 28:11-19 e Isaías 14:11-15 donde se muestra a satanás como un ángel que se reveló y pecó, además él arrebató al hombre en el huerto del Edén el principado sobre la tierra, por eso él se ha convertido en el príncipe de este mundo (Juan 16:11) y su reino es un reino de muerte (Hebreos 3:14). Pero es un príncipe espiritual caído, derrotado, humillado y despojado por el poder de Jesús (Colosenses 2:15). Este ser actúa y habita en el aire terráqueo, (ya no en el cielo pues ha sido arrojado de él), por eso le es fácil influenciar negativamente a los hombres.

Es un espíritu y posee poderes sobrenaturales que usa para destrucción, aunque sus poderes son poca cosa ante el poder de Dios (1 Juan 4:4). El mundo actúa conforme a satanás, él dirige el pensamiento del mundo pues está es su agencia.

El arma del diablo es la desobediencia, él trata de llevarnos a actuar en contra de Dios para de esa manera tener derechos sobre nosotros y así actuar en nosotros (Adán y Eva tuvieron que desobedecer para que satanás actuara en ellos). Para vencer al diablo debemos de vivir siempre sometidos a Dios, rendidos a su voluntad (Santiago 4:7).

Como vencer a satanás:

1) Pasar por un proceso de liberación espiritual;

2) Entregarse a Cristo totalmente (Lucas 24:25; 1 Samuel 7:3; 1 Reyes 18:21);

3) Cerrar las “brechas” por donde satanás entra (Efesios 4:27);

4) Armarse de la Palabra de Dios contra las dudas y sus asechanzas (Mateo 4:1-11; Santiago 4:7).


LA CARNE

La carne en la Biblia no se refiere al cuerpo físico sino a la inclinación interior que nos lleva hacia lo malo y que afecta nuestras emociones, deseos, voluntad y pensamiento y nos vuelve esclavos del pecado y por lo tanto nos pone bajo la ira y el castigo de Dios, pues Él no puede tolerar el pecado.

El arma de la carne es el deseo, por allí la carne comienza a actuar, luego afecta la mente y la voluntad. Para derrotar la carne debemos evitar alimentar esos deseos (Romanos 13:14) y debemos, con la ayuda de Jesús, desarrollar dominio propio.

Cómo vencer a la carne:

1) Una constante vida llena del Espíritu Santo (Gálatas 5:16; Efesios 5:18);

2) Mortificar a las obras de la carne (Romanos 8:13; 1 Corintios 9:27; Gálatas 5:24; Colosenses 3:5);

3) Cortar todo alimento carnal (Romanos 13:14);

4) Abortar todo impulso de la carne (Génesis 4:7; Mateo 16:23; Santiago 1:13-15);

5) La práctica de oración y abstinencia (ayuno).


Estos son los tres enemigos que tenemos y que debemos de enfrentar a diario y vencerlos con las armas espirituales. Hemos visto algunos consejos para poder vencer a estos enemigos, pero la principal arma para derrotarlos es el poder de Jesús, solo Él puede darnos la victoria total, pero para tener su poder en nosotros, debemos de estar rendidos a sus pies, totalmente entregados a su voluntad para que Él nos haga más que vencedores.


“Gracia y Paz”

Palabra Viva

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