martes, 16 de octubre de 2012

¿SALVADOR O JUEZ?


Hechos 10:42-43
“Jesús… es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos… todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre”.

2 Corintios 6:2
“He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación”.  

A una señora se le había hablado de un buen abogado que podría defender su causa ante el tribunal. Aunque no había despreciado el consejo, la señora tardó en ponerse en contacto con ese abogado. Cuando al fin se dirigió a él, éste le dijo: «Lo siento, señora, ya no puedo defenderla, pues me acaban de nombrar juez. ¡Es una lástima que no haya venido antes!».

Del mismo modo, mucha gente tarda en acudir a Jesús. Siempre posponen el momento de ponerse en regla con Dios. Creen que tienen todo el tiempo. Así pasan los días, los meses y los años. Pero un día Jesús ya no será el Salvador, sino el Juez de los que no hayan querido reconocerle como su Salvador.

No decimos esto para asustarle, sino para invitarle a ir a Jesús tal como usted es. ¡No trate de mejorarse! Cuéntele sus dudas, sus temores, sus aspiraciones. Confiésele todos sus pecados. Él le responderá y lo salvará. Ir a Jesús es simplemente decirle «sí» en una oración sincera, expresada desde el fondo del corazón. Es responder a su invitación: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).

Tal como soy; sin más decir, Que a otro yo no puedo ir, Y tú me invitas a venir; Bendito Cristo, vengo a ti.

“Gracia y Paz”
La Buena Semilla

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